"...Y es que en la noche hay siempre un fuego oculto". Claudio Rodríguez





martes, 17 de diciembre de 2013

La respuesta















Con cada nuevo paso se corresponde una nueva fragmentación. De modo análogo a como tuvo lugar anteriormente, en que de manera engañosa creímos construirnos, el fragmento está presente. Somos materia y somos materiales. El alcance de lo que queremos (pretendemos) ser es imaginario. 

Los fragmentos siempre nos ponen en nuestro sitio. Voces, pensamientos, bacterias, células, hálitos, suspiros. Y a su vez se multiplican y se reducen dentro y fuera de nosotros. 

Fragmentarnos es la respuesta. No se cuestiona (no permite plantearse si hacernos y deshacernos es la cuestión) Preguntemos siempre a nuestros fragmentos. Aquellos que nos abandonan y los que llegan. No hay edificación definitiva. Solo erosión. En la propia erosión hallaremos la respuesta. La que nos hará más cautos, más sinceros, más cercanos a asimilar nuestra precisa pero débil constitución.




(Ilustración, Celso Dourado)


8 comentarios:

  1. La respuesta está en el viento (aire) que diría Dylan, no en vano es el que erosiona esa constitución que tu escribes con minúsculas. Y el viento siempre debería ser libre de opinar, amigo Fackel.

    La mía, tan respetable como cualquier otra: SÍ-SÍ
    Un abrazo.-

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    1. Y otro añadiría: el viento de la historia. En general el viento son las influencias, los intercambios, las acometidas, todo lo que llega desde unas partes a otras que disgrega y también reconstruye, porque todo es transformación continua. El viento no pide permiso para opinar, lo hace siempre, Krust, y claro que es respetable tu opinión, por supuesto. Un abrazo.

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  2. Asimilar, esa es la cosa...e intentar vivir con plenitud, algunos momentos, o acercarnos un poco, al menos...La vida es cambio. Nada permanece. Lo explicas muy bien.
    A mi me ayudan los abrazos de los que quiero, el movimiento del cuerpo con música y la meditación.
    ¡Ahí va un abrazo!

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    1. Asimilar no tiene que significar necesariamente "tragar", aunque tantas veces nos obligan a ello, ¿verdad? Se acepta el abrazo, siempre transmite la calidez de las emociones y de la buena voluntad (no hablemos ahora de los abrazos con puñalada o de los besos de Judas, ja)

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  3. La realidad es poliédrica, cada una de sus caras refleja un aspecto distinto ¿Las caras opuestas reflejan realidades opuestas? Es difícil. En todo caso debemos protegernos de los destellos que producen las luces incendiarias.
    Ocurre que cuando la fragmentación es muy intensa, cuando la erosión ha producido unos fragmentos tan chicos como áridos ya no es posible contemplar en ellos, ningún aspecto de la realidad y todo se torna confuso, comprobamos, sin embargo que todo, hasta las geologías más graníticas, acaban disgregándose y se convierten en arenilla.
    Salud

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    1. A veces me digo si las formas poliédricas no se siguen generando de modo permanente. No sé si la geometría tiene ya clasificados todos los poliedros (lo sabrás tú mejor que yo) pero los fractales nos hacen pensar que todo sigue en acción y mutación. Si trasladamos ese principio de lo poliédrico a la vida otro gallo nos cantaría a la hora de entender las cosas, es decir, las relaciones sociales, nuestro interior, etc. No existiría el puñetero pensamiento único, ni la reducción de las ideas, ni la rigidez de los enfoques...el arte sabe más de ello que nadie.

      Entre las grandes masas de granito de la sierra de Guadarrama, por ejemplo, que yo veía ya de pequeño en Ávila, verdaderas puntas de iceberg de lo que hay debajo y los terrenos aluviales/diluviales antiquísimos de donde vivo que sufrieron una erosión aplastante durante miles o acaso millones de años...¿debemos quedarnos con alguno en especial? ¿O considerar el significado de cada cual de manera ecuánime y advertir sus bellezas sin competición alguna? En el contraste se encuentra la sabiduría. Las arenillas son expresión nada desdeñable.

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  4. Respuestas
    1. Somos habitantes de ciudades invisibles, no lo olvides.

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