"...Y es que en la noche hay siempre un fuego oculto". Claudio Rodríguez





lunes, 3 de septiembre de 2012

una mirada muerta



no estaba; el otro día pasé por allí y ya no estaba; han convertido aquel espacio en un modesto jardín aséptico, entre unos bloques de viviendas; han dejado un solo árbol, creo que un ciprés; éste no; éste era el árbol que él miraba en sus últimos años; la muerte se ve principalmente en las obras de los vivos; los vivos lo pulen todo y matan la memoria; se creen que la resguardan pero la matan; la memoria es siempre molesta, genera mala conciencia a los vivos; entorpece los negocios y predispone a la meditación; a los vivos no les gusta realizar el esfuerzo de interpretar lo pasado; huyen de la reflexión; los vivos prefieren vivir muertos; al derribar este árbol han derribado también su mirada; probablemente la de muchos otros que estuvieron con él; alguna vez pensé que hubiera sido un buen lugar bajo el que ser enterrado; pensamientos paranoicos, supongo; nunca creí que un árbol cercano pudiera transmitir tanto bienestar a una persona anciana; creo que también alegría; si él llega a enterarse de que lo han echado abajo, qué hubiera dicho; triste suelo de propiedad sobre el que vivimos; qué lejana queda la tierra salvaje que acaso no nos merecimos nunca los hombres; no estaba ya; y mi disgusto lo tengo que aparcar porque están siendo demasiados los desatinos; parece que le estoy viendo mirar a través del cristal; por supuesto, no le voy a decir que ya no está; que siga mirando



9 comentarios:

  1. Me parece que esta vez nos hemos puesto de acuerdo en "plantar" árboles. Bs.

    ResponderEliminar
  2. Que siga mirando. Mejor no decirle nada. Quizás derribar un árbol sea derribar la mirada. Cuando podo mi mimosa siempre me asalta la duda, ¿le dolerá...? No puedo imaginarme la vista sin ella desde mi ventana. La toco y la abrazo, acaricio sus ramas.
    No se lo digas. Que siga mirando.

    ResponderEliminar
  3. Emejota, yo lo planto en icono, porque precisamente el que había, el de la foto, los del ayuntamiento se lo cargaron.Curiosamente, algo de mí se sintió herido con la desaparición del árbol.

    ResponderEliminar
  4. Mafalda, Tantos árboles y bosques y campos enteros y espacios de nuestras urbes han visto desaparecer nuestros mayores...

    ResponderEliminar
  5. ¿Que importa un simple árbol si aun no hemos aprendido a respetar la vida humana ?
    ¿Acaso piensas que las miradas trascienden más allá de lo que los ojos hablan?
    Justamente en mi post anterior, Castillos de arena,me refería a la destrucción que el hombre arrasa con tal de satisfacer caprichos de cemento y piedra.
    Es muy triste amigo, pero el día llegará en que todo sea sustituido por el plástico, y las lechugas en píldoras.

    Suerte que yo ya estaré en el no estar.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  6. Un simple árbol vale tanto. Qué sería de nosotros sin los árboles. Quien no respeta un árbol u otro animal tampoco respeta la vida humana. Los humanos al menos inventamos el Derecho y las leyes para evitar que nos matáramos, por aquello de que acojona el miedo al castigo, a la condena, más que por respeto a la vida como principio. Claro que esas mismas leyes en un momento dado se cambian o se saltan para justificar grandes matanzas (léase persecuciones y guerras)

    Claro que las mentes "ilustres" pasan por encima del sentido común (ese que tanto preconiza el líder de las mentes "ilustres") y con el gran crimen de la construcción desmedida se ha acometido el principio del fin de la Tierra, al menos en esta península.

    Está previsto eso de la sustitución de lo natural por lo sintético. Mejor dicho, ya se desarrolla. De la misma manera que las máquinas de Verne, las previsiones de Orwell o los inventos de Franz de Copenhague, el del TBO se quedaron cortas en su imaginación (o clarividencia) frente a lo que ha llegado.

    Y sí, hay miradas que trascienden, incluso se heredan, incluso se averiguan, incluso se renuevan. ¡Quiero creer en ellas!

    Gracias, Gene, y disculpa mi rabiosidad (me invento el término, disculpas) Un abrazo.

    ResponderEliminar
  7. Por supuesto amigo, yo también creo en las miradas, más que en las palabras, pues éstas suelen ser sonidos modificados por la mente. Las miradas también pueden engañar, pero se nota, hay algo que las delata.
    Yo miro el mundo con los ojos del alma, me implanto colores y sonidos, aromas y formas, todo el mundo que entra por mis ojos se queda para siempre.

    Cuando miras a quien amas lo dices todo, solo es necesario que el que se esta mirando sepa recibir ese todo y devolverlo con la mirada.

    Entiendo tu enojo, se vive.

    un abrazo

    ResponderEliminar
  8. Buena interpretación, Gene. L acomparto.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  9. Die Fackel,

    seguro que ya sabe que esa frase que usted cita - "sabemos decir muchas mentiras semejantes a verdades"- es considerada como uno de los primeros testimonios de conciencia sobre la ficción literaria.
    Pues bien, si unimos esto a la obra que la sucede dentro del haber hesiódico, "Trabajos y días" cuyo eje central - al menos en mi lectura - es la queja de lo mal repartida que está la justicia - algo que se repite sempiterna e inalterablemente parece -,tenemos, además de un clásico como la copa de un pino, un motivo que se nos echa encima en la actualidad.
    ¿Qué diría Hesíodo hoy día? ¿Iría al Helicón para recoger su cetro de autoridad -véase BMW, inmunidad diplomática, amigos-enchufe, ...- para contar "la verdad"? ¿O aporrearía con él a las musas para que dejasen de contar mentiras disfrazadas de verdad?
    A saber...

    ResponderEliminar