"...Y es que en la noche hay siempre un fuego oculto". Claudio Rodríguez





miércoles, 19 de agosto de 2009

Federico



Y qué tu muerte
Y qué tu esqueleto de polvo
Y qué tu dedo señalando al infame

Si todos han muerto
menos tus palabras
qué más da

Si el último en apuñalarte
fuera el olvido
qué dirías
a los miserables de la España inmunda

Yo te afirmo:
creces a través de la sangre de todos los poetas
creces en mi
y en cuantos empiezan a aprender el alfabeto




(A Federico García Lorca, 73 años después de su alevoso asesinato que, junto a un maestro y dos banderilleros yacen perdidos entre el limo de la tierra prometida que no lograron jamás)

2 comentarios:

  1. Es así, aquí en Argentina también nacemos junto a Federico y tantos otros cada vez que las palabras juegan el juego de la vida.

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  2. Gracias por tu comentario, Javier. Tal vez las palabras de los poetas, sobre todo de algunos poetas, sean lo más salvable de la existencia. Las palabras juegan, regatean, ocultan o liberan lo que la naturaleza humana lleva consigo.

    Para mi, Federico es muy importante. Recoge tradiciones andalusíes, comparte con una generación genial de buscadores de la expresión poética y literaria, bebe en los modos de su tiempo, inventa los suyos...¿Qué más se puede pedir?

    Leer a Federico es alimentarse de la vida.

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