"...Y es que en la noche hay siempre un fuego oculto". Claudio Rodríguez





sábado, 29 de noviembre de 2008

El extravío de la palabra


A muchos no les gusta el tema. ¿Por miedo? ¿Por mala o temerosa conciencia? ¿Por déficit de pensamiento y razón? Yo sólo me hago preguntas. Por ejemplo: pozos, simas, cunetas, laderas, hoyos, lagunas, cementerios...¿son palabras poéticas? ¿Qué lírica poblaba aquella barbarie? ¿La épica se disfrazaba de lírica o viceversa? ¿O la poesía, y en general la literatura, habían huido del regazo de los hombres? Entonces, ya lo entiendo. Los dioses -siempre tan caprichosos, crueles e injustos ellos- abandonaron a los humanos a su suerte, simplemente privándoles del poder sincero y liberador de la palabra. La memoria no es revancha. La memoria es poner las cosas en su sitio, sea del color que sean. La memoria no es llanto, es la alegría de quien recupera la cordura, aunque sea a través de sus nietos. La memoria no es matraca, es ética. Dejemos de ser tan cicateros, tan ambiguos y tan maniqueos. No se pide tanto. O sí, se pide todo: tenerlo claro, sacar conclusiones, instaurar de una santa vez el reino del Derecho y de la Lógica. Y todo para evitar repeticiones. Para entendernos mejor. Para tener garantías fuertes de convivencia. ¿Perdón? ¿Olvido? Estas palabras ya no son la clave. Claridad es el término. Reconocimiento de los hechos. Compasión por lo irreparable y sobre todo piedad por lo que puede evitarse a tiempo. Reflexión, tolerancia, vertebración. No hay palabra nueva alguna entre las que he citado. Viejos conceptos que o se revalorizan o perdemos todos de nuevo. Y si extraviamos el significado, mejor, el sentido, de las palabras, díganme, ¿para qué sirve la literatura?



(Fotografías extraídas de los periódicos sobre el pozo de Arucas, en Gran Canaria, y el cementerio de San Rafael, en Málaga. Los esqueletos no son parte de ningún parque temático, se lo prometo)


7 comentarios:

  1. No puedo estar más de acuerdo con lo que dices.

    Compasión es lo que hace falta, y no la terrible falta de piedad de los supuestamente piadosos jerarcas eclesiásticos y los corifeos de la casposa derecha hispánica.

    Siento una rabia irreprimible ante la impunidad de los crímenes fascistas y que hoy tanta gente mire para otro lado.

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  2. No estoy nada de acuerdo

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  3. Ni me gusta su manera de tratarlo.

    Los crímenes son crímenes da igual fascistas o no fascistas. eso es lo grave que sólo se ven crímenes en una dirección, los demás según ustedes deben ser muertes por accidente?? o natural?

    (Un poco de polémica no le vendra mal, no fackel?)

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  4. El típico sofisma, Paralelo 49...

    Creo que hay que distinguir dos cosas: una cosa son las atrocidades cometidas durante la guerra, en la que los dos bandos se mancharon las manos de sangre, y otra muy distinta es la represión posterior. Ahí es donde quedaron muchos crímenes impunes, pues estaremos de acuerdo en que una guerra instaura unas condiciones de excepcionalidad que no existen cuando ésta acaba y empieza la represión. En mi caso es la represión lo que condeno vivamente.

    Otra cosa distinta es que se juega a la equidistanci, como si los dos bandos fueran igualmente respondables. Y vamos a dejarlo claro de una vez por todas por si alguien, movido por la necedad o la mala fe, no se ha enterado: la guerra la empezó un bando, que se levantó en armas contra el gobierno legítimo.

    Es un hecho puro y duro. Y punto.

    A algunos no les gustará pero la guerra la empezaron unos y luego continuaron con la represión. Así que hay unos responsables directos que no pagaron por ello.

    Lo demás son sofismas de bajo cuño, lo digo con absoluta convicción y beligerancia.

    Ahí tienes la polémica, Paralelo 49, tal y como querías.

    Salud

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  5. Sinceramente, el tema para mi no es polémico. Si se lee con atención el post, mis observaciones están llevadas por la templanza. Y en este sentido me sorprendo a mi mismo. Reconozco que las fotografías que vi en la prensa me horrorizaron. ¡Cuántos lugares así tiene que haber bajo esta piel de toro!, me dije. Me emocioné y me conmoví. ¿Hay algo más humano que eso? Emocionarse y conmoverse creo que tienen mayor poder ético que la verborrea de palabras que arrastran en ocasiones los enfrentamientos ideologicistas. Me apetecía poner mi granito de arena, no a una polémica que no existe de hecho, independientemente de que haya gente que lo entienda o no, que quiera hablar o no de ello, que lo considere de una manera u otra. Sino que quería ofrecer mi reconocimiento por aquellos desdichados injustamente tratados por otros seres humanos que abusaron de su posición de fuerza. Sólo pretendí tener un ejercicio de reconocimiento y una actitud de piedad. Esta actitud no es una categoría meramente religiosa, sino profundamente humanista, y en tal sentido la asumo como parte de mi acervo laico. Tener posicionamientos no es polemizar en vano, es opinar, es ejercitar una actitud cívica, un derecho y una necesidad. Para cualquier ciudadano, sea del color que sean sus criterios. Yo no veo mayor polémica en el asunto de la memoria histórica, y el tema algún día, que espero que sea pronto, habrá que cerrarlo, pero dejando las cosas claras. Así que escribí algo en cierta línea moral, podríamos decir. Me interesa la observación moral ahora más que nunca. El asunto, ideológicamente y objetivamente hablando, ya está superado. La historiografía moderna, un sector de la sociedad española empeñada en la comprobación real de los hechos (¿mejor llamarlo así que verdad?) y las acciones judiciales pertinentes está poniendo en su lugar una cuestión pendiente en la historia española. Me preocupa más extraer conclusiones morales acerca del comportamiento de los españoles, de su capacidad de reflexión, de análisis, de intención de superar el pasado pero no a libro cerrado, sino leyendo en las páginas de la historia, tal como fueron los sucesos.

    Después de colgar el post, pensé en que habría habido otras opciones de sacar a colación el tema. Una: colgar las dos fotos sin ningún comentario, y titular el post: ARQUEOLOGÍA. Otra: colgar las dos fotos sin ningún comentario, y titular el post: ESTO NO SON UNOS MUERTOS (al estilo de “ceci n’est pas une pipe”) Y sinceramente, ¿habrían sido unos posts más templados que el que de hecho he colgado?

    Por lo demás, calma todos, porque en esta vida, aunque sea difícil dar con ella, la verdad es la verdad, lo diga Agamenón o su porquero.

    Un abrazo a todos los contendientes pacíficos, del tema, jaj.

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  6. Yo también estoy de acuerdo con paralelo 49 en que los crímenes son críemenes, independientemente d equien los cometa, y una guerra civil no exime a nadie, ni los justifica, más bien al contrario, la brutalidad es más brutalidad.

    Lo que sucede, y ahí de acuerdo con Stalker es que la guerra civil o incivil, como se prefiera, la provocaron unos, saltándose la legalidad vigente, y eso ya está estudiado y reconocido. Y que lo que ocurrió al margen de los campos de batalla, en las retaguardias, y sobre todo después de ella, la represión postbélica, no se justificaba como combate al enemigo sino como aniquilación cruel y sobre gentes indefensas.

    Y coincido con fackel en que hay que meditar más nuestra historia, para no tropezar en las mismas piedras. Es bueno polemizar, pero utilizando todos los argumentos, y dejando de lado preferencias o ideologías. Es verdad eso que dices, de Agamenón y elporquero, pero hay que tener intención en conocer la verdad.

    Abrazos.

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  7. EStupenda tu disertación, Juanjo.
    Con eso sí estoy de acuerdo. Plenamente.

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