Muy acertados ambos, lo que habría que puntualizar a Stevens es que el hombre es muy poco consciente de ese estar siempre aprendiendo. O aun cuando lo sea, porque ya se sabe que el hombre tiene ramalazos muy lúcidos tantas veces, lo que perjudica y ciega al hombre es el orgullo por creerse conquistador de experiencias. A eso lo llama sabiduría, y entonces está perdido.
"Yo he elegido ser un poeta troyano. Pertenezco decididamente a la facción de los perdedores: los perdedores, privados del derecho a dejar huella de su derrota, privados hasta del derecho a proclamarla. Ahora bien, acepto la derrota, no la rendición". Poeta palestino Mahmud Darwish.
EL PASEANTE VALLISOLETANO
LABERINTO MAR, DE NOEMÍ SABUGAL, EN LA FUNDACIÓN MONTES
Ciertamente
ResponderEliminarNo sólo, también es repetidor.
ResponderEliminarMuy acertados ambos, lo que habría que puntualizar a Stevens es que el hombre es muy poco consciente de ese estar siempre aprendiendo. O aun cuando lo sea, porque ya se sabe que el hombre tiene ramalazos muy lúcidos tantas veces, lo que perjudica y ciega al hombre es el orgullo por creerse conquistador de experiencias. A eso lo llama sabiduría, y entonces está perdido.
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