Más nítido no puede ser. No hay líneas de meta ya en nada. Salvo las que nos marquen otros por la fuerza. Sí hay líneas rojas que no deberíamos traspasar. Pero hay quien lo ignora y allá con quién se alía su conciencia. Riki Blanco, colaborador en El País, da hoy su talla moral e ilustradora.
Impresionante la viñeta.
ResponderEliminarMuy bueno.
ResponderEliminarNo me gusta la violencia y tampoco la hipocresia.
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