¿Me ves viejo, Cao? La pregunta de Xiao me inquieta. Nunca te he visto como un viejo, le respondo. Él insiste. Pero ahora, últimamente, ¿observas en mí el peso de la edad? Estoy cargado de arrugas, muchas anticipadas, mi sonrisa es cada día más morosa, mi andar más pausado y el pensamiento se desarrolla con lentitud cuando no con despiste. Eso, el despiste, es lo que más me preocupa. ¿Qué te digo?, se me ocurre. Creo que exageras, que haces de tus comportamientos algo cambiados o de tus propias transformaciones físicas un problema. O al menos lo anticipas. Tal vez, Cao, y es que uno tiene rachas. Saco la lengua al espejo y no tiene el color más saludable o trato de iluminar mi cara y es como si me faltasen motivos o al incorporarme de pie me cruje dolorosamente la rodilla, ah, y aunque argumento mentalmente me cuesta luego hilar un discurso ante otras personas. Eso, Xiao, es que tienes dudas sobre ese mismo discurso, no es otra cosa. Yo estoy en edad de ser más tajante pero basta que alguien se me plante delante señalando razones que yo no había considerado para que mi posición quiebre. Será solamente cansancio, porque razones para sentirse inseguro nos sobran a todos. Quiero pensar, Cao, que los años son nuestros verdaderos maestros. Los años y los poetas que mejor hablaron de la vida. Con frecuencia recito unos versos de Bai Juyi: "En días de juventud me asustaban días y meses / en edad de senectud no me afligen ni luz ni sombra", pero no estoy convencido de que yo piense así. ¿Ves, Xiao? Eso es que no has llegado a la edad provecta. Y que no obstante algunos rasgos fisiológicos vayan perdiendo lozanía tu mente pensante permanece más madura que nunca. Xiao esboza un rictus más animoso. Debe ser así, suelta, porque tampoco me siento abandonado por mis ímpetus sensuales, aunque estos se hayan distanciado de las urgencias de antaño. ¿Es interesante la escritura de Bai Juyi, Xiao? Es necesaria, mi joven amigo, porque mira, no te he cantado la segunda parte del poema, pero te la digo para que veas su honda capacidad reflexiva y, sobre todo, digerida: "Para aprender la igualdad en la enseñanza del vacío / une en la mente vejez y lozanía, muerte y vida". ¿Te gusta? Me parece sabia la conclusión, Xiao, pero aún estoy lejos de sentir el poema más allá de la superficie de mi piel.
Xiao ha esbozado un gesto amable y relajado, voy a llamarlo sonrisa. Es así como me gusta verte, le digo. El poder de la palabra puede destruir pero también activar la sangre, Cao. Y si la sangre agita aunque ya no hierva es que hay aún vida.
*Fotografía de Lee Jeffries.
Envejecer dignamente es aceptarlo, ser consciente de sus ventajas y limitaciones. Decía Cioran que la vejez es la autocrítica de la naturaleza, aunque yo creo que más bien se trata de una venganza.
ResponderEliminarSaludos.
Es que la autocrítica de la naturaleza es siempre muy vengativa y en la edad provecta mucho más.
EliminarMe parece que a ciertas edades avanzadas cualquier pregunta puede resultar inquietante aunque no debería. Se supone que se debería tener más digerido el proceso, pero es que a pesar de cansancios cuesta ir despidiendo pero no hay que resignarse ni tirar toalla.
ResponderEliminarAnder
Se admiten los buenos deseos, Ander, hay que hacer todo lo posible.
EliminarLa historia de la humanidad no da tregua, Fackel, y me da que lo que define a la juventud idiota y a la vejez ridícula es la convicción (normalmente falsa) de que cualquier tiempo pasado fue mejor. Lo pienso porque lo dicen con las aplastantes ínfulas de quienes ni recuerdan ni reflexionan ni recapacitan y creen saberlo todo de buena tinta.
ResponderEliminarY a la porra lozanías... esto sí es una maravilla: "Si la sangre agita aunque ya no hierva es que hay aún vida".
Chiloé
Es un estereotipo verbal lo de que cualquier tiempo pasado fue mejor, como tópico me repugna, y una cosa es disfrutar en tu mente personal de los recuerdos si son gratos y otros generalizar como efecto de la impotencia y la frustración pretendiendo justificarte estas con frasecitas ridículas.
EliminarLa sangre, se agite o bulla, es importante que circule aunque haya que tomar anticoagulante y el mejor es el pensamiento que no cesa (como el rayo de Miguel Hernández)
No es facil digerir la vejez, especialmente si estás lúcido, sabés que la muerte llega, pero no tienes ningún interes de que llegue el momento.
ResponderEliminarPor supuesto, lo peor no es lo que llegue sino cómo llegue, esa senda de pérdidas, abandonos, desencuentros, males o trastornos que va sembrando los días de desilusión, por ejemplo.
EliminarEl Alzheimer es una enfermedad en cierto modo piadosa para la vejez, pues quien lo padece, sufre solo al principio, cuando se da cuenta de sus olvidos y su deterioro. Luego llega el olvido total y ya se libra de saber que va a morir y no saber como ni cuando.
ResponderEliminarNo deseo esa modalidad piadosa ni por asomo, no estoy tan seguro de que no haya sufrimiento; comerte la pasta de dientes como puede ocurrir, por ejemplo, no es una bagatela.
EliminarSobre todo, si la pasta de dientes, además la comes sin sal.
EliminarCuando me lo contó el marido de una mujer, ambos a punto de nonagenarios, lo de que la pilló él tratando de comer la pasta me quedé sobrecogido, Ricard. En ese momento me pareció que la condición humana era sumamente trágica.
EliminarPor eso traté de ponerle un pelín de sal a la cosa.
EliminarAsumir con "dignidad" el paso del tiempo es una realidad y un ejercicio que llega lentamente, eso decía Jorge Luis Borges cuando le preguntaban sobre su ceguera temprana: me fui quedando ciego lentamente, las cosas se fueron enturbiando con un velo amarillento.
ResponderEliminarSí la vida te da tiempo en el reacomodo y logras superar el susto de que tu cuerpo ya no es el mismo, no habiendo sufrimiento y padecimiento corporal, creo que no se lleva tan mal. Otra cosa es la enfermedad asociada a tratamientos atroces que debes soportar para ganar un poco más de vida. O mal vivir junto al lado perverso de la medicina.
Vivir y morir con dignidad decía mi médica china que la tenía muy claro y preparada la pócima letal.
No se puede predecir la actitud que tendremos frente a la muerte, una cosa es la teoría y otra cosa son los veredictos cuando te sientan y te cantan las cuarentas.
Suscribo tu opinión al respecto. Confirmo que se trata de llevar con el mejor estilo físico posible la pérdida interior. Que por mucho que pactes con el diablo o con un dios, te van a ser traidores o impotentes cualquiera de ambos (puestos a nombrar personajes metafóricos que no quede) , porque no podrán corregir el rumbo de lo que la edad -¡y gracias por seguir viviendo!- trae. Dignidad quiere decir reducción de molestias, evitar dolor, mantener independencia motora dentro de lo que quepa, luz mental suficiente para no estar desprovistos del todo, acogimiento y cuidado personal con otros, etc.
EliminarNo, no se puede predecir la actitud ante el momento de la muerte, pero por fantasear desde la literatura -como lector o escribiente- que no quede. Lo más interesante, aunque sea crudo, es que es el acto decisivo y de plena conciencia que una persona puede y va a hacer, algo que en el nacimiento no pasaba. Pero no precipitemos la curiosidad del fin, no tengo ningún interés en anticipar nada.
Lo de la médica china ya me lo contarás, curioso
Ah, Inés, y que no se olvide: como no haya una política de Estado que mire por el bien colectivo, y no los depredadores que canalizan todo hacia lo privado, más vale que nos sigamos olvidando de calidad y dignidad de vida, cuyas mermas no se las deseo soquiera ni a ínclitas presidentas partidarias de engrosar las arcas privadas de empresas sanitarias o de servicios geriátricos y asistenciales en general.
ResponderEliminarAsí es apreciado Fackel, la desatención y el abandono en la vejez junto a la muerte asociada al sufrimiento, entra de lleno en el olvido más rotundo de los DDHH y los artículos de la constitución que dicen defender la vida y la salud de los ciudadanos.
ResponderEliminarSigamos pedaleando mientras se pueda.
La irremediable levedad del ser y la indimensionable realidad del no ser.
ResponderEliminarMe da igual que RAE no considere indimensionable como un término aceptable. Lo uso, lo entiendo y creo que los demás, también.
El tema de las dimensiones se lo dejo a la investigación astrofísica. Me supera.
EliminarAy, Fáckel, la senectud. Nadie la quiere pero todos queremos llegar cuanto más lejos mejor (y en buenas condiciones).
ResponderEliminarSalu2.
Sí, pero centrémonos en la senectud más razonable y adaptada a nuestras posibilidades.
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