"Otros habrá -lo creo- que con rasgos más mórbidos esculpan
bronces que espiran hálitos de vida y que saquen del mármol rostros vivos,
que sepan defender mejor las causas y acierten a trazar con su varilla
los giros en el cielo y anuncien la salida de los astros".
Virgilio, Eneida, libro VI, 847-850
El responsable del taller recibió al visitante. Deseo encargar, dijo este, un busto para el senador acorde a sus características y, por supuesto, a sus acciones y labores de gobierno.
El encargado se deshizo en amabilidades y, aunque desconocía a la autoridad citada, se tomó el capricho de alabar al poderoso magistrado. Naturalmente, le puedo mostrar los vaciados de algunas de las obras que hemos realizado anteriormente pero para mayor aproximación a la personalidad del senador le sugiero que él venga aquí o bien puedo enviar a mi mejor especialista a su villa. Los matices son importantes a la hora de elaborar un busto que se diferencie de otros. Ya sabe, qué atributos desea que queden resaltados, el aire de su vestimenta, qué clase de peinado, si con su rostro pretende emitir severidad o bonhomía. También es decisivo saber dónde piensa el senador situar su imagen ¿Dentro de su casa o en el jardín? De ser en interior interesaría conocer el espacio. Si se trata del vestíbulo o de la sala de banquete o inclusive en el propio dormitorio. En el caso de que sea en zona ajardinada importa conocer si va a ir acompañada de luz o en un rincón umbroso. Debe haber una compenetración entre la identidad del prohombre y el ámbito donde perdure su presencia a través de la escultura, incluso más allá de su vida dichosa.
Nada de eso, y el enviado detuvo bruscamente las explicaciones del maestro. Va a ocupar un lugar concreto en una logia y ya sabe usted lo que eso significa.
Por supuesto, intervino de nuevo el otro. Que deberá competir su imagen con una sucesión de bustos que estarán ocupando el recorrido de la arcada. Complicada propuesta aunque más apetecible aún; supone un desafío para nosotros. Porque en ese marco por una parte se corre el riesgo de minimizar su carácter respecto a otras hermas expuestas. ¿Y eso es un problema que zanjaría ahora mismo el encargo?, se impuso el mensajero. Déjeme terminar. También se garantiza que la escultura sea visualizada y, sobre todo, más conocida debido al tránsito de ciudadanos. Ya le he dicho que para nuestra imaginación es un desafío. Nos exige más. Solo trato de ver pros y contras. Habrá que buscar la manera de que se imponga el busto de su señoría a otras obras.
El negociador del magistrado lo dejó claro. Por cuestión de emolumentos no va quedar. Los multiplicaremos si el acierto es insuperable. Déjeme que insista en un riesgo, dijo el tallista. También en una logia importa la ubicación. No es igual un extremo que un espacio centrado, ni un ángulo que la posición más exteriorizada, ni estar en la proximidad de una columna o tener una pared detrás. Cierto, dijo el visitante. Pero de eso no se preocupe. En una logia no siempre permanecen las personificaciones de todos los próceres y además muchos benefactores vienen a menos. Los bustos también pueden ser efímeros, dependiendo de circunstancias y, digamos, de los aires que soplen. Eso del sitio reservado es cosa nuestra. Ustedes trabajen en dotar al senador de una caracterización exquisita y única, que sorprenda y destaque.
Disculpe, caballero, pero me sigue quedando una duda fundamental, intervino otra vez el artista. Sin una referencia más exacta de su señoría, ¿por dónde empiezo a pensar en cómo voy a abordar la obra? ¿Qué rostro le voy a diseñar si no le conozco en persona? Échele magín, maestro, usted tiene una fama extraordinaria. Dote a la obra de todas las perfecciones estéticas posibles y de todos los símbolos virtuosos más reconocidos. El senador se acomodará a la imagen que usted labre de él. Al fin y al cabo son las estatuas las que sobrevivirán al tiempo más que los vivos y en gran manera serán ellas las que pasarán a la historia, ¿no cree? ¿O no sabía que en el futuro nuestros prohombres solo serán reconocidos por el aspecto que ustedes los artistas ejecuten de ellos?
*Fotografía que hice una vez en un mercadillo callejero. La cita de Virgilio está tomada de la edición de Eneida en Editorial Gredos, traducción de Javier de Echave-Sustaeta.
La última frase la encuentro genial.
ResponderEliminarEs que yo lo veo así, o las logias de los bustos me engañan.
EliminarUna reflexión interesante y veraz: "En el futuro nuestros prohombres solo serán reconocidos por el aspecto que los artistas ejecuten de ellos"
ResponderEliminarDe muchos antiguos no sabemos más que un retrato en piedra o bronce. Ni siquiera sus nombres se adecuan a la escultura, o están ignorados. Nos creemos entonces ese retrato y hasta los ponemos en los libros.
EliminarGente práctica los maestres de la logia, sin duda. En vez de perder el tiempo intentando que nuestras vidas se encuentren a la altura de la historia, inventemos la historia... Es cierto, lo hemos hecho desde siempre. Menos en los cuadros de Goya, sospecho que Goya no sabía mentir....
ResponderEliminarLas logias galerías no las logias masónicas es lo que sale en el texto. La historia, o mejor dicho, el pasado hay que tratar de conocerlo e interpretarlo. A eso podemos llamar historia. Ya no nos basta el relato pagado que los próceres del pasado imponían a sus escribientes. Pero que hay mucho de invención o suposición respecto al pasado también es cierto. Goya historiabacomo nadie. Dejaba constancia. Testigo directo. Es una de mis pasiones.
EliminarEl torso sí debería tener indicaciones, y la cara también, si no el artista no sé qué hará... maniquíes, claro .-)
ResponderEliminarUn abrazo
Hay tantos bustos en galerías de museos que parecen maniquíes...
EliminarUm texto a reflectir... O busto pode efectivamente reflectir a ideia que o escultor tem da personagem...Ou o quadro daquela paisagem ser o que o pintor viu naquele dia...e outro pintar a mesma paisagem de uma maneira completamente diferente...
ResponderEliminarMas faz com que tenhamos que abrir a nossa mente e encontrar a nossa própria resposta...
Beijos e abraços
Marta
Creo que en la Antigüedad ya tenían muy claro el mensaje o los mensajes que quería enviar a la posteridad los individuos de poder. Y de hecho, ¿cuántos bustos hallados por los arqueólogos llevan nombres y apellidos? ¿De cuántos se supone que son retratos de personajes conocidos y de cuántos que son anónimos?
EliminarRecrear un modelo genérico con un cuerpo perfecto idealizado al que solo se le cambia la cabeza no es un invento moderno delirante, sino calcado de las esculturas en los tiempos de la Hélade y de la Roma Aeterna. Era el photoshop de la época.
ResponderEliminarChiloé
Pero aquellos retratos pétreos, Chiloé, son magníficos. Seguramente mejoraban al retratado con creces porque la imagen, es decir, la apariencia, es la imagen...que se quiere que perviva. Me encanta pasar siempre por los museos por sus galerías de retratos, bien en piedra o en óleo. ¿Cuánto habrá de verdad o ficción en ellos?
EliminarQué facil se me hace imaginar a ese senador y a ese que vino a encargar la obra, a partir de los especimenes cercanos que tenemos actualmente!
ResponderEliminarUn abrazo
Pues yo solo pensaba en los romanos, que no serían tampoco ejemplares. De los especímenes actuales...qué decirte, que parece mentira que haya tanta gente, y mucha que va de doctora y letrada, que apoya a los energúmenos.
Eliminar"El senador se acomodará a la imagen que usted labre de él", esto es dolorosamente real.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Hay tantos mindundis por ahí jugando a sus parcelas de poder pero que día a día ajustan según las circunstancias sus ideas y procederes oportunistas...
Eliminar"En el futuro nuestros prohombres solo serán reconocidos por el aspecto que los artistas ejecuten de ellos"
ResponderEliminar¿Seguro? Mira, otra cosa de la que nos salva la fotografia (y derivados).
Puede que las manos negras oculten también según qué fotografías. O las desvirtúen.
EliminarCon los siglos, esa imagen es la que perdura, en efecto. Muchos procuran parecerse cada vez más a su bronce. Hoy, los grandes personajes se parecen cada vez más a su caricatura...
ResponderEliminarAlgunos se parecen a la piedra basta o a la de desecho. No dan para más, pero saben aprovecharse para sus intereses y beneficios.
EliminarPues es muy cierto. Un beso
ResponderEliminarLas metáforas deben servir también para entendernos y ser menos bruscos, veo que las captas.
Eliminar