"Hubo fuego en su vida, suponemos, pues fue por él al cabo consumido".
José Ángel Valente, No amanece el cantor.
DICEN que se perdió en París, cuando París era la ciudad idónea para extraviarse. Fue respetado y fue desairado a partes iguales. Conoció a los poetas malditos y a los últimos adoradores de los símbolos. Huyó de los pretenciosos románticos y se dejó cautivar a medias por los realistas. Admiró a los artesanos y despreció a los parásitos. Escupió a los voceros y se indignó con los panfletarios. Ahuyentó a los correveidiles y desacreditó a los chivatos. Denunció a los mercaderes de las ideas y se encaró sin tregua con quienes denominaba las satánicas sotanas. Defendió la independencia y la dignidad de las amorosas y se partió el pecho por que el amor no tuviera más rostro que el libremente elegido. Advirtió contra los urdidores de la miseria y argumentó contra los capitalizadores de la riqueza. Previno sobre el peligro de identificarse con los mitos y se despachó a gusto contra los líderes de la demagogia. Cuestionó premios y medallas del honor y derribó del pedestal a los académicos. Increpó a los diputados colocados y bramó contra los caciques que los aupaban. Se opuso a la guerra franco-prusiana y trató de aportar razón a los communards que se amotinaron. No alardeó de sus vicios y dudó siempre de sus virtudes. Brindó amistad y no se enemistó con nadie aun cuando a él, por envidia o por celos, se la retirasen. Jamás hablaba del amor como conquista pero fue admitido con generosa benevolencia en la congregación de los afectos. Se debatió, en fin, entre lo ideal y lo imposible. Su pista se pierde a finales de mayo de 1871, tras las sangrientas jornadas que tuvieron lugar en la ciudad. Su nombre fue borrado de crónicas y anales de su tiempo.
(Ambrotipo de Jean-Michel de la Bretonne)
...Pero en la semana sangrienta de París, protegiendo a los indefensos, alguien creyó ver cómo le destrozaron de varios balazos el pecho.
ResponderEliminar...Mas nunca se supo si cayó entre aquellos resistentes, ni nadie pudo reconocerlo entre los desfigurados cadáveres expuestos para ejemplo correctivo de aquella ciudadanía fracasada en su intento utópico.
Eliminar...Así entró en la noche de la niebla y aunque en esas fechas ominosas siempre es recordado, ¿cabe, señores, mayor dolor condensado que el de los que buscan a sus queridos desaparecidos desencontrados?
EliminarDolor no compensado precisamente en nuestro suelo con la reparación y la memoria.
EliminarCabe entonces recordarla...
ResponderEliminar=)
Incluso está bien el ejercicio de recordar a los anónimos, a los desaparecidos, a los que perdieron además de la vida el nombre y su relato.
Eliminaruna vida deseable... una muerte, quizá deseable también!
ResponderEliminarLa matanza de los communards fue vengativa y alevosa, mas estos en su osadía tuvieron que considerar lo que podían esperar de su apuesta. No hicieron aquello para que luego Marx y Bakunin polemizaran sobre el alcance de la revuelta, pero ya ves, sentaron precedente con una insurrección solidaria como pocas. ¿Muerte deseable? Eso solo tiene lugar en los cantos épicos, por boca de quienes no arriesgan la vida en causa alguna.
Eliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=F9zsVscFOJg
EliminarLe temps des cerises.