Esta mañana me he encontrado con un amigo que dice sentirse más perplejo que nunca. Dice que los años no traen en todos los casos más claridad, aunque tampoco se siente víctima de las tinieblas. Que hay cosas que parecen obvias, pero son solo aparentes. Que otras son determinantes, pero apenas se acerca uno a ellas resultan inconsistentes. Que otras son seductoras, pero que están construidas de artificio. Que otras más, en fin, parecen auténticas, pero son artimañas. Me comenta además que cada vez tiene menos ganas de darle a la hebra con el prójimo. Que le cansa repetir lugares comunes o entrar en temas que no le interesan. Que hay asuntos que no tienen solución y que ni siquiera le entretienen en una charla común. Que le desalientan los comentarios ligeros, las opiniones irreflexivas y las descalificaciones especialmente falaces. Que no vale ya, vamos, para poner sonrisas diplomáticas cuando está en desacuerdo con un criterio de mal gusto. Me pregunté de pronto qué podía hacer, me confiesa. Y tampoco quiero caer en la apatía o en la insociabilidad. Me di cuenta de que debo probar a buscar las palabras justas, aunque corran el riesgo de sonar categóricas. Cuando hablo pero, sobre todo, cuando escribo. Al fin y al cabo, y me cita a un poeta estadounidense, cuando uno escribe ¿no escribe principalmente para sí mismo?
https://elescribienteperplejo.blogspot.com.es/
Parece como si corrieran tiempos de insospechables mutaciones para algun@s. Dígale a su amigo que cobije bien su integridad y recuerde que ni siquiera ese si mismo podría ser de fiar porque parece que nada es lo que parece. Ánimo vital es lo que necesita y perder un poquito de memoria, quizás, la justa para conseguir hacer oídos sordos. Le deseo lo mejor pese a no conocerle.
ResponderEliminarSinceramente no me atrevería a decir al perplejo que perdiera memoria. Sino que asimile sus recuerdos, no dé por bueno ni por malo en su totalidad lo que hubo ni lo que hay, la función del cerebro, o mejor, del intelecto, no difiere en sustancia de la intestinal, de la asimilación de los alimentos, del metabolismo integral. Seguro que conoce al amigo.
Eliminar"Pozzí, ezo mizmo". Lo has expresado mucho mejor, quizás no se trate de olvido sino de digestión, claro que el ultimo proceso de la misma consiste en eliminar un material que si se acumula podría resultar nocivo para la supervivencia.
EliminarCuando quiera me presenta a su amigo, le aseguro unas buenas dosis de humor colorido.
Perdona Fackel pero como no hablo con nadie y me das cancha de expresión pues parece que no callo ni bajo el agua.
Intentaré ejercitar mi prudencia.
No, por Zeus, este lugar es de expresión y barra libre, ni se reprima.
EliminarA veces sería bueno escribir de forma privada.
ResponderEliminarTodos tenemos una necesidad de expresión.
Besos.
Claro, internet permite hoy por hoy formas particulares donde expresarse y a la vez guardar la ropa. Bien por hacer saber de ti, Azzul.
EliminarCon el tiempo uno acaba requiriendo cosas más auténticas y no desperdiciar el tiempo en lo que no aporta ni en aquellos que no lo merecen, ¿eso es ser antisocial?
ResponderEliminarY sí, me parece una buena manera de expresar ese escribir para uno mismo, de forma privada o algunos prefieren hacerlo público, va a gustos.
Saludos
O un mixto, privado/público, aunque esto sea más bien de petit comité. La autenticidad de engañarse uno lo menos posible a sí mismo. Un abrazo.
EliminarPerplejo,sí, pero no pierde la orientación. Creo, como Emejota, que estamos mutando y cualquier día nos levantamos sin reconocernos. Más o menos como siempre. ¿Somos ya androides programados para pensar que nuestra condición es la de humanos libres?
ResponderEliminarPues mira, depende de la evolución de cada cual. Levantarme cada día para repetirme que soy el sumiso de mis primeros pasos educativos es un aburrimiento. Levantarme no reconociéndome en muchos asuntos, pero con maneras de pensar sueltas y sin método incluso, ya me viene pasando desde hace tiempo y no me siento mal. Ahora ser un androide robotizado por las formas de vida aquiescentes de hoy día...pues mientras tenga un margen de libertad de pensar, porque la acción nos la amputarán cada vez más, y ciertos resquicios de escepticismo me sentiré vivo. Nada de melancolía, la mayor locura de un hombre sería dejarse morir sin más ni más, dice Sancho a su amo (ve en la columna de la izquierda de este blog la cita completa)
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