Mentiría, Safo, si negase cuánto me tienta la juventud. Sus risas y las insinuaciones seductoras tienen esa malicia que tanto nos cautiva a los hombres maduros. Mas qué podrían darme los jóvenes que a estas alturas no me hayas proporcionado tú. No es por prudencia ni por sensatez que ignore las propuestas y vadee las alusiones acerca de mí. Más bien desearía en ocasiones abandonarme a locuras sin fin, como si con ello pudiera prolongar un tiempo vigoroso que hoy se me niega. No lo doy a entender. Prefiero la sazón que me brindas, aunque vayas por libre conmigo, que la aventura efímera que obliga más que concede. Al menos, amiga, tú sabes lo que quieres y lo que puedes dar. Y sabes qué pedirme y qué conseguir de mí. Aun cuando pretenda todavía obtener placeres de tu cuerpo sensible, bien distingues que busco las satisfacciones que tus palabras, tus ideas y tu talante me aportan.
No hemos venido en vano hasta este cabo avanzado de la isla. Al atisbar en el horizonte las tierras orientales nos hacemos preguntas pero respondemos con silencios. Puede que la serenidad sea la última conquista que nos queda por hacer a nuestros temperamentos.
(Fotografía de Herbert List)
También en el cabo. Con la mirada crepuscular de quien sabe que la juventud es un espejismo de mi imaginación. Un abrazo, querido amigo, y mis mejores deseos para esta noche mágica, hecha de sombras y sueños.
ResponderEliminarSiempre permanecen ciertos destellos de otro tiempo que si bien tienen mucho de espejismo también alientan fantasías. También para ti mis mejores deseos de una noche-espejismo cuyo recuerdo evoca en nosotros sensaciones que no volverán. Salud siempre, ya que los sueños llegan por añadidura.
EliminarNuestro paso por el tiempo, los sueños , los deseos, los recuerdos,la madurez, la búsqueda del equilibrio...la lucidez...
ResponderEliminarHermosos tus textos para quien tiene sed...
Salud!
Y sin embargo, Sonia, todo eso -conceptos, calificación, estado, tiempo individual...- es contradictorio, alterno, bumerán...la vida un constante bumerán donde el cazador siempre es cazado y cuando deja de estarlo descansa. Asumir la condición final es lo más sabio que existe...bueno, tema para otra ocasión, sin querer al responderte he percibido sugerencias. Gracias, mis letras son un tenue hontanar, todos bebemos de todos, de los que hablan y de los que callan, o simplemente escuchan...ver la hermosura de la existencia (la fealdad, siempre acechadora no viene a cuento un día como hoy, o eso quiero)
EliminarSalud y Fuerza.
cuanta fuerza interna albergan tus letras
ResponderEliminarSolo es fluir, y cierta perspectiva en el movimiento continuo de la existencia. Gracias por pasar y comentar.
Eliminarlos blogs crecen comentando
EliminarProbablemente. Son parte del flujo permanente de la vida, en este caso de su reflejo cultural, ¿no crees?
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