Tenemos en nuestro país el privilegio de poder acceder al deleite de sus frutos. Conozco a una persona que eleva el vino a la categoría de alimento, y tal vez no le falte razón, puede ser alimento del cuerpo y del alma. Saludos.
Veo que no tienes mucho aprecio por el vino, en la imagen de la parra evocas sentimientos que trascienden a la imagen, bella en mi opinión, la parra trepadora que además de dar fruto ampara cuando el sol no da tregua. Pero el poema tiene una urgencia, un inconformismo que choca con la placidez de la fotografía, y supongo que ahí es a donde querías llegar.
No mujer, también soy de la cultura del vino. Pero le tengo un aprecio justo, tampoco lo elevo a los altares, hay mucho gato por liebre. Es que estoy por desacralizar muchas cosas...
"Yo he elegido ser un poeta troyano. Pertenezco decididamente a la facción de los perdedores: los perdedores, privados del derecho a dejar huella de su derrota, privados hasta del derecho a proclamarla. Ahora bien, acepto la derrota, no la rendición". Poeta palestino Mahmud Darwish.
EL PASEANTE VALLISOLETANO
DIÁLOGO DE MÁSCARAS DEL REINO DE OKU EN EL MUSEO AFRICANO DEL PALACIO DE SANTA CRUZ
TÚ, LA EVANESCENTE
El alma condenada. De Bernini a Bartolozzi
CHITÓN
El mar de Aral
LA SILLA DE K
TAKLAMAKÁN
DICHOS Y CONTRADICHOS
LA DAME AU CHIEN
EL INGENIOSO HIDALGO DON QUIJOTE DE LA MANCHA
"-¡Ay! -respondió Sancho llorando-. No se muera vuesa merced, señor mío, sino tome mi consejo, y viva muchos años; porque la mayor locura que puede hacer un hombre en esta vida es dejarse morir, sin más ni más, sin que nadie le mate, ni otras manos le acaben que las de la melancolía."
Muy sugerente...
ResponderEliminarAbsolutamente sugerente.
EliminarTenemos en nuestro país el privilegio de poder acceder al deleite de sus frutos. Conozco a una persona que eleva el vino a la categoría de alimento, y tal vez no le falte razón, puede ser alimento del cuerpo y del alma.
ResponderEliminarSaludos.
Alimentémonos del placer que ya llegará la desnutrición de las vidas (suena fuerte, lo siento)
EliminarVeo que no tienes mucho aprecio por el vino, en la imagen de la parra evocas sentimientos que trascienden a la imagen, bella en mi opinión, la parra trepadora que además de dar fruto ampara cuando el sol no da tregua.
EliminarPero el poema tiene una urgencia, un inconformismo que choca con la placidez de la fotografía, y supongo que ahí es a donde querías llegar.
No mujer, también soy de la cultura del vino. Pero le tengo un aprecio justo, tampoco lo elevo a los altares, hay mucho gato por liebre. Es que estoy por desacralizar muchas cosas...
EliminarNo está mal la sinestesia: el vino y lo sáfico.
ResponderEliminarSe lo agradezco profundamente.
Un abrazo.
¿Por qué no las sinestesias? De hecho, aunque no las pronunciemos las soñamos, las deseamos, las invocamos con el deseo.
EliminarYo agradezco tu matiz; hay tantas maneras de emborracharse...