Los que crean imágenes lo hacen conforme a la trayectoria de su tiempo. Hay algunos que siempre se adelantan a esa representación. Se anticipan al tiempo e inauguran la visión. Como si la perspectiva casi la soñaran antes de comprobarla. O acaso porque captan mejor lo que viven. Porque proyectan los significados que para el común aún son secretos o desconocidos. Una imagen puede convertirse en icono. Bien porque su expresión impele cuanto flota en el ambiente. Bien porque sea útil para dictar desde el poder. Con frecuencia las imágenes más novedosas y ricas, creativamente hablando, son las más rebeldes. Las clarividentes, las que interpretan, las que intentan sintetizar una época, un afán, una estética. Y también eso es arriesgado. Lo que me intriga de Augustin Tschinkel es esa geometrización de lo figurativo. Tampoco tendría que sorprenderme demasiado de su manera de objetivar los seres, los comportamientos y las vidas. Desde que la clase obrera fue succionada por los modelos de producción los individuos que la formaron perdían su identidad personal y se identificaban con las máquinas, los procesos productivos, los productos, el mercado. La geometrización ya se llevaba a cabo antes de que determinados artistas o ilustradores decidieran dar un salto en su enfoque y representarlos como lo que estaban siendo los trabajadores. La condición trabajadora, equiparada como mercancía, es de por sí una condición reducida. Por lo tanto, no fue una simplificación puramente formal la que ejecutaron las vanguardias pictóricas. Ellas interpretaron la esencia de aquello en lo que se habían convertido los hombres. A estas alturas, ¿ha cambiado algo que no sean las meras apariencias?
* Imágenes de Augustin Tschinkel, en este orden: Madre con niño, obreros en huelga, grupo de trabajadores.
Si somos seres geométricos, ¿tú que figura serías? :)
ResponderEliminarYo sería la sin-forma, la espiral abierta y repetitiva...
Pues mira, también esa es una de las formas con las que me caracterizo. O con los círculos concéntricos. De todos modos estoy en ese cuadro de la rueda, por ahí debajo, ¿no me ves?
Eliminarcambian los métodos de rapiña, pero a ojos del que la sufre las garras parecen ser las mismas
ResponderEliminar.
un abrazo
Incluso más afiladas y con más disimulo, diría yo, Omar. A veces hasta acariciamos las zarpas que nos desgarran.
EliminarBuen artista.
ResponderEliminarLa fragmentación geométrica del cráneo (de la mente) es toda una sugerencia inquietante.
La seducción por la geometría caracterizó el arte de Leon Battista Alberti y todo el quattrocento.
Salud
Francesc Cornadó
Sí, la geometría está presente en las obras clásicas y renacentistas. Las vanguardias la retomaron de modo más descarnado. Salud.
EliminarNo conocía a Tschinkel. Me gusta; me llega. Muy interesante la relación que sugieres entre geometría y condición humana.
ResponderEliminarNo creas que yo sé mucho. Porque lo he descubierto en un libro sobre la gráfica en los años de Weimar. Pero la reseña es muy escueta. Lo que me choca de su creación es que se percibe como una estética actual.
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