El instinto y la duda; uno primario,el otro añadido.La duda reprime lo primario,pero el instinto solo se apacigua;dentro, en un magma ancestral, sigue latente como el arma defensiva de la supevivencia.
Y yo que creo que la duda solo lleva a repensar lo primario y, sobre todo, a evitar la trampa de lo secundario, de lo prescindible, de lo inútil. Ay, ¿dónde el apaciguamiento del instinto? ¿No se llama hoy represión del ídem? Ah, otros dirían encauzamiento. Yo lo quiero vivo, ¡vivo, latente, hacedor!
"Yo he elegido ser un poeta troyano. Pertenezco decididamente a la facción de los perdedores: los perdedores, privados del derecho a dejar huella de su derrota, privados hasta del derecho a proclamarla. Ahora bien, acepto la derrota, no la rendición". Poeta palestino Mahmud Darwish.
EL PASEANTE VALLISOLETANO
LABERINTO MAR, DE NOEMÍ SABUGAL, EN LA FUNDACIÓN MONTES
Sigo creyendo (pese a tantas cosas que llegan a confundirnos) que somos más que instinto...
ResponderEliminarEl instinto y la duda; uno primario,el otro añadido.La duda reprime lo primario,pero el instinto solo se apacigua;dentro, en un magma ancestral, sigue latente como el arma defensiva de la supevivencia.
ResponderEliminarMuy salvaje tu.
Neo, nadie lo niega, pero el instinto acaso es la inteligencia más antigua.
ResponderEliminarUn abrazo.
Y yo que creo que la duda solo lleva a repensar lo primario y, sobre todo, a evitar la trampa de lo secundario, de lo prescindible, de lo inútil. Ay, ¿dónde el apaciguamiento del instinto? ¿No se llama hoy represión del ídem? Ah, otros dirían encauzamiento. Yo lo quiero vivo, ¡vivo, latente, hacedor!
ResponderEliminarBuena noche.