lunes, 10 de mayo de 2010
Primitivas convergencias (III)
Las sabanas ya no están sólo para ser recorridas hacia ninguna parte. Se quedan pequeñas para los afanes de búsqueda de los hombres de barro. No en vano en el grupo han confluido seres de procedencias extrañas y de condiciones diversas. No se entienden del todo entre sí, mas se necesitan. Unos aportan elementos de defensa. Otros conocimientos de técnica escasamente usados. Otros saben algo de sistemas de transporte rudimentarios. Alguno ha viajado lejanamente y se orienta mejor para conducir a los demás hacia territorios donde asentarse. Hay quien desde su posición cabalgante ejercita una actitud que se impone al resto. Tienen que ir más allá de la sabana o convertir una parte de ésta en una permanencia. Buscan incesantemente. Decididos firmemente. No tienen nada que perder.
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Cuando termine las convergencia, diré algo.
ResponderEliminarDe momento le diré que me están entusiasmando.
Saludos
No se extrañe si las convergencias no terminaran. Se manifiestan en las tendencias de la historia de la humanidad.
ResponderEliminarGracias.