"...Y es que en la noche hay siempre un fuego oculto". Claudio Rodríguez





sábado, 18 de julio de 2009

Feísmo


No sé si ha sido casualidad o que de repente la fecha histórica se me ha cruzado en el camino. Pero al subir esta tarde por las escaleras de un palacio del siglo XV me he topado con esta fea e inaudita obra de azulejería. Por supuesto, el tema nada tiene que ver con el palacio. Y de paso diré que éste tiene una inmensa biblioteca secular que acoge desde la Biblia Políglota Complutense hasta la Enciclopedia de Diderot y D’Alembert. Y que su tesoro blindado favorito es el Beato de Valcabado, del año 970, que para sí quisieran los monjes de El nombre de la rosa, de Eco. Uno, que ha visto y tocado esos libros, da fe.

Del feísmo de esa azulejería cutre y malsana, mejor traer el refrán de no hay mayor desprecio que no hacer aprecio. ¿Podría tener algún aprecio un escudo labrado a sangre y fuego? Pero, por si no se creen que aún queden huellas tan funestas, la foto y yo somos testigos.

5 comentarios:

  1. Por la errata y el maldito pensamiento asociativo entendí: "la foto y pp son los testigos."
    Cosas tiene mi cabezica mal pensada.
    Fuerte abrazo en tan funesta fecha

    ResponderEliminar
  2. Aragonía. Su subconsciente sabio le hace ver probablemente lo que es. Yo le comprendo. Los de siempre se empeñan en que Antonio Machado siga teniendo razón: una de las dos Españas...porque ahí siguen, ellos no dan el brazo a torcer jamás. Cara nuevas pero chistes viejos, que decían los tebeos de mi infancia. Mientras su ética siga siendo la mentira y el poder al precio que sea, habrá dos Españas.

    Fuerte abrazo y que se adhieran quienes quieran, para que no pasen de nuevo.

    ResponderEliminar
  3. Maldita sea la España cainita, feísta, mezquina y ferozmente tribal.

    Abajo el fascismo, la necedad y la intolerancia. No permitamos que los hambrientos cachorros de los asesinos vuelvan a gobernarnos impunemente, desde la soberbia, la ignorancia y el desprecio a las virtudes más elementales.

    ResponderEliminar
  4. Vamos, vamos, Stalker, no me digas que no te ha gustado la insignia neoimperial (aunque de la época colonial sólo quedaban Guinea, Ifni y Sahara, a cuyos habitantes el neoimperio franquista dejó traidoramente con el culo al aire) Al menos, admite su gigantismo, su construcción ciclópea, la altiva mirada del águila desafiando a los países liberales del mundo occidental y a los bárbaros soviéticos, aunque creo que mira sobre todo al Oeste, con su testa canonizada por los clérigos herederos de Dios en la Tierra, y cuyo generoso y amplio regazo acoge los símbolos de los reinos históricos de la patria, que ya no a sus pobladores, postergados en la ignorancia, la persecución y la miseria. Me río de mi propia ironía, basada en el lenguaje al uso de aquel tiempo.

    Recuerdo mis años de universitario; pasaría cientos de veces por delante de este escudo legendario para llegar a una biblioteca, y te juro que para nosotros los estudiantes pasaba desapercibido, y mira que es grande. Tanto que, cuando años después, tras estar bastante tiempo sin verlo, volví a subir aquellas escaleras para acercarme a un museo precioso y nuevo, me sorprendí, porque ya no me acordaba de él. Si no hubiera sido por mi propia memoria y por todo lo que había de ignominia detrás de aquel símbolo me hubiera parecido algo meramente kitch.

    Por lo demás, no sufras. Aquél régimen se descalificaba también por sus propias creaciones pretendidamente "artísticas". Tus gritos enérgicos de juventud, no los ignoro. Y me gusta la precisión y los términos que utilizas. Realmente, creo que lo interesante de ellos son los conceptos que resguardan. Mira, Stalker, cada vez me convenzo más que ignorancia y maldad van vinculadas. Que la ignorancia más los pecados capitales (siento el símil, pero es muy ilustrativo) de cada humano pueden dar lugar a la abyección más acusada. Y ojo, porque cualquier catedrático, ejecutivo de empresa o "persona de bien", jaj, puede llevar ambas caracterísiticas en su piel, y a veces ni disimuladamente; no hay más que escuchar conversaciones. Lo que sucede es que además, se quiere ser ignorante. La defensa a ultranza de privilegios, influencias, parcelas de poder y propiedades oscuramente obtenidas sigue siendo el Norte de muchos ciudadanos españoles. Por supuesto, así resulta de fangoso luego el lado ético de la vida (corrupciones y corruptelas a diestro y siniestro entre la derecha española, principalmente, y quiene quieren emularla) Y no te cuento el lado estético. Dudo que haya creatividad y belleza, y comprensión de las mismas, si el alma acoge maldad, envidia, prepotencia y afán de dominio.

    El tema da para mucho, pero yo invito a cuantos lean estas líneas a que miren con ojos abiertos e incisivos, escuchen, interpreten y analicen críticamente. Se ha hecho de la cultura actualmente una palabra falsamente mágica cuando es además algo sustancialmente mercantil, integracionista y claudicante. ¿Quién se acuerda ya de la política activa como elemento de los humanos para transformar la vida? En fin, creo que me he pasado.

    Salud y buen humor.

    ResponderEliminar
  5. Nota Bene. Ah, y lo tremendo es que también se está corrompiendo el lenguaje. Y de qué manera. Y los conceptos ya no se entienden de la misma manera en que cuajaron para comprendernos. La negación de los hechos, la mentira como respuesta sistemática, la inobservancia de una moral clara y única y el rehuir la profundización de los análisis y del debate se está extendiendo en esa oleada de derechización torpe e hipócrita por la sociedad española. Y la derecha ansiosa y aberrante por recuperar los resortes de la gerencia de gobierno es principal responsable ética y política de esta situación, a la cual no siempre la supuesta izquierda del gobierno sabe dar alternativas.

    El tema no es baladí. Habrá más oportunidades de seguir. Y esa lírica tranquilizadora y egotista que rezuma en nuestros blogs no debería rehuir afrontarlo.

    ResponderEliminar