miércoles, 29 de abril de 2009
Desequilibrio
Se sintió caer, tocado por una voz que era un mano que era un velo que era una fruta que era una lanza, los hombres como él llevan la debilidad en un punto oculto del costado, las almas como la de él se multiplican ante la presencia de lo sacro y se deshacen ante la cotidianidad de lo pagano, aleteando y lanzando alaridos no sabía si reír o descomponerse, se llevó el puño hacia las costillas, lo abrió y palpó la frialdad que emergía líquida a través de un agujero antes inexistente, notó la congestión, implacable resonancia de aquellas palabras flotantes, un rumor, una advertencia a destiempo, la impiedad de un abismo en cada peldaño, y el dolor espantosamente agudo de aquella fisura cuyos vapores eran imágenes eran recuerdos eran tibiezas, la fragilidad del tiempo arañando su carne, y el dudoso equilibrio, la caída desde un vuelo inútil, ansiando desaprender, deseando volver atrás, impugnando la fechoría que las palabras cometen y el acunamiento de las ilusiones y el castigo de los sentimientos, y en aquel retorcerse infinito no cabía sino la necesaria pérdida de la memoria, la inadvertencia de los pasos que no llegaron a recorrer el camino, la comprobable imprudencia de los saltos que le hicieron golpearse contra los aleros y los muros y los brocales de los pozos, animal desgarrado cuya pérdida de referencia le hinchaba de abulia, se miró los dedos untados en la sustancia viscosa que le hacía pesado, que le derribaba, mientras el aire trasladaba como agonía el último tono que era una caricia que era un abandono que era un silencio que era...
(Grabado de Alberto Martini)
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Creo que detrás de esos puntos suspensivos sólo queda el alarido, y quizá algo más...
ResponderEliminarQué dura la caída, y que poco preparados estamos para ella.
...bueno, también hay caídas paulinas, renacimientos, conversiones y reencuentros varios...mi pregunta es: ¿las caídas propician e iluminan la visión de las cosas, es decir de nuestra naturaleza, nuestros proyectos, nuestras aspiraciones, etc.?
ResponderEliminarCalla, calla, Fackel, no me hables de caídas paulinas. Si san Pablo no se hubiera caído del caballo, tal vez los males de Occidente no habrían sido tan graves e inextirpables.
ResponderEliminarMis amigos filósofos (o profesores de filosofía) tienen un dicho que comparto. Cuando algo les parece mal dicen: "¡Qué le den por culo a san Pablo!"
Más allá de la irreverencia late una profunda verdad...
Sí, el tal Pablo dio lugar a toda una institución que se pretende pedantemente eterna, y que por ahora es sólo secular (¿qué son veinte siglos en la misma historia humana o en la de la evolución de las especies?)Pero como sucede con todos los fenómenos históricos de envergadura -independiente de sus cometidos- nunca es obra de uno sólo. Hay muchos más fautores: caldos de cultivo, reacciones intrasociales y políticas, la cohorte de iluminados...el orden del caos en la historia de la Humanidad.
ResponderEliminarEn fin, coincido contigo en que el personaje se las trae, pero supongo que si no hubiera estado él habría habido otro que cumpliera un cometido semejante. Hay siempre unas fuerzas centrífugas y centrípetas en los momentos claves de la historia que generan situaciones y colocan a ciertos personajes en el disparadero de sus "misiones".
Por cierto, creo que hay buenos textos críticos y analíticos por ahí sobre el actor Pablo de Tarso.
Mmmm, cómo me ha gustado!
ResponderEliminarLas esculturas, las construcciones en general, deben ser vistas desde distintos ángulos para ser comprendidas y apreciadas.
Hablando de caídas, desde el suelo se ve la realidad con otra perspectiva. Es bueno cambiar de altura, si no uno puede llegar a creerse en la cresta de la ola como una seña más de identidad.
Lo malo es que suele doler...
Me alegro que hayas entrado en el tema del texto, Lagave. La caída es para mi uno de los elementos más interesantes del cotidano vivir. Sin caída no hay revisión profunda del recorrido. Hay muchas maneras de expresarlo, obviamente. Y tampoco es caída todo lo que aparenta serlo. En estos tiempos de triunfadores de pacotilla, de mercaderes en cuatro dias, de políticos corruptos que han sido votados, de ejecutivos que se creen que secomen el mundo, todos muy de irresistible ascenso ellos, es para meditarlo.
ResponderEliminarTe recomiendo especialmente el libro de Albert Camus titulado precisamente "La caída". Es lo más duro y preciso que he leído jamás sobre el asunto. Búscalo.
Buena noche.
Las trayectorias que creemos lineales están compuestas de una casi infinita sucesión de caídas y levantamientos que dotan a aquellas de una apariencia recta.
ResponderEliminarPrimer postulado de la Geometría Engañosa.
Ya se me ocurrirán los demás un día de estos.
Buscaré el libro, Fackel.
Buena noche y buen día del Trabajo.
Lagave, está muy bien eso, sigue avanzando en postulados. Me gusta el título...Tratado de Geometría Engañosa. ¿Para uso del saber rebelarse de las nuevas generaciones...? habría que añadir, acaso.
ResponderEliminarBuen día del Descanso, jaj.