"...Y es que en la noche hay siempre un fuego oculto". Claudio Rodríguez





viernes, 2 de enero de 2009

Ocuparse


Y cuando esa encarnación crece, cuando los contornos se devoran, cuando ese habitar el espacio del otro se tiñe con el color de la vida, cuando el paisaje se despliega para roturar nuevas sendas, cuando las luces se extravían, cuando el aire desaloja una atmósfera enmohecida, cuando la presencia del tacto reconoce las corporeidades que se van formando recíprocamente, cuando las ruinas que hay detrás de cada figura se desgarran, cuando lo lóbrego abre paso a lo puro, cuando nada anda ni nada se detiene, cuando los gritos se ahogan para ceder al silencio, cuando las antiguas palabras se tornan en un eco que va alejándose, cuando las miradas resplandecen en medio de una lumbre que se enciende, cuando los latidos amenazan con prenderlo todo, cuando la materia de la carne no se reconoce sólida, cuando el aliento se desprende líquido, cuando el pensamiento es solamente sueño, cuando el sueño es la cúpula del hombre sin llanto, cuando uno no se ve a sí mismo, cuando el otro no se ve a sí mismo, cuando las palabras nuevas se mascullan con el lenguaje más íntimo, cuando sólo se vislumbra lo que se palpa, cuando la calidez del color de la vida desplaza todas las demás tonalidades, cuando se transponen los movimientos habituales de la tierra, cuando un aposento ocupa sin medida al otro aposento, cuando la voz ya no dice sino gime, cuando los elementos se diluyen y se expanden más allá de los huesos, cuando lo fuerte es apariencia, cuando lo frágil es fuerte, cuando todo se para, cuando todo se calla, cuando todo se muere.


(También es de Michal Hustaty el complot fotográfico)

3 comentarios:

  1. Mmmm! Pues sí. Divina ocupación la que expones, comparada con la infinidad de nimiedades que nos hacen perdernos, diluirnos en la agitación y el vacío.
    "Todo lo llenas tú, todo lo llenas", ¿no es cierto?
    Saludos, Fackel.

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  2. Se ve que tienes a Pablo Neruda y sus "Veinte poemas de amor y una canción desesperada" como icono, o al menos como admiración. No sé si los jóvenes de hoy siguen teniendo una referencia en el poeta chileno como la hemos tenido los de nuestra generación. ¿Tal vez nos entusiasmó en su momento porque era directo y exuberante? ¿Porque sus poemas iban a la ofensiva y a la par de nuestras ilusiones? Se supone que los golpes de la vida nos hacen refugiarnos hoy en poetas y expresiones más obscuras e incluso herméticas. Pero admito que Neruda sigue siendo mucho Neruda. Llenar, ocupar...verbos análogos, matices aparte.

    Salud pues.

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  3. .."El poema se amolda al cuerpo, el poema es afín a la voz, a la piel".
    Camille Laurens. "En esos brazos"

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