transfigúrame
el laberinto permite la huída a los audaces
cabalgarás sobre mi hasta que el caballo azul
alcance el confín del desierto
las ciudades estarán esperando
el amanecer y llegaremos de improviso
entrarás en mi embocadura
y abriré para ti de par en par el universo
la sangre será dulce
y ambos seremos las víctimas del sacrificio
y la ofrenda tendrá sentido
pues es imprescindible perder la conciencia
el olvido dará en parir nuevos signos
sobre los cuerpos y las vidas de los prófugos
haré de ti otra materia y segregaré otra sustancia
que te fije en el barro de los orígenes
entonces, Asterión, habrás perdido tu destino fatal
mas no temas pues tu dominio no es ya la salvación
haremos del laberinto una de las ciudades enterradas
en la memoria impura de los hombres
dormirás a mi lado el sueño de las bestias perplejas
que supieron al fin encontrar el camino
y la luz de mi piel derretirá tu máscara fiera
y me pedirás que te dé hijas del deseo
mis brazos te ceñirán sin miedo a tu presencia
sólo excitados por la galopada sedienta
entonces oirás la historia nueva y haré sangrar tus labios
hasta la extenuación de mi misma
(Recogido por el viajero culto Ibn-al-Moussarek-al-Qtubi de una tradición grecolatina. Cuadro de Picasso)
el laberinto permite la huída a los audaces
cabalgarás sobre mi hasta que el caballo azul
alcance el confín del desierto
las ciudades estarán esperando
el amanecer y llegaremos de improviso
entrarás en mi embocadura
y abriré para ti de par en par el universo
la sangre será dulce
y ambos seremos las víctimas del sacrificio
y la ofrenda tendrá sentido
pues es imprescindible perder la conciencia
el olvido dará en parir nuevos signos
sobre los cuerpos y las vidas de los prófugos
haré de ti otra materia y segregaré otra sustancia
que te fije en el barro de los orígenes
entonces, Asterión, habrás perdido tu destino fatal
mas no temas pues tu dominio no es ya la salvación
haremos del laberinto una de las ciudades enterradas
en la memoria impura de los hombres
dormirás a mi lado el sueño de las bestias perplejas
que supieron al fin encontrar el camino
y la luz de mi piel derretirá tu máscara fiera
y me pedirás que te dé hijas del deseo
mis brazos te ceñirán sin miedo a tu presencia
sólo excitados por la galopada sedienta
entonces oirás la historia nueva y haré sangrar tus labios
hasta la extenuación de mi misma
(Recogido por el viajero culto Ibn-al-Moussarek-al-Qtubi de una tradición grecolatina. Cuadro de Picasso)
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