miércoles, 13 de diciembre de 2006
El árbol vive
Nadie como los dedos del árbol
sabe contar los días.
Nada como la mirada de un viejo
admira la majestuosa fronda del jardín.
No hay ausencias.
Sólo sucesión de luces
encarnándose en la tactilidad de las hojas.
Sólo frescores de auroras renacientes.
Sólo rumores que en la noche desplazan los silencios.
Más allá del otoño
todo reverdece en la piel de los vivos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarTodo sigue viviendo.
ResponderEliminarBuenas noches Fackel
Fackel, me sigue sorprendiendo la belleza de tu blog. Enhorabuena. ´
ResponderEliminarBuenas noches!
Daniela, PD: Hay árboles de ficción y árboles que hablan, escuchan y ven por sí mismos. Ese árbol tuvo sobre sí una larga mirada cargada de serenidad durante varios años. Hoy está más solitario.
ResponderEliminaren uno de esos "googlasos" buscando imagenes de musica, me eh topado con tu blog (Dios sabra porque!!), y simplemente me quede aqui disfrutando de el!!. Woow!!! Me gusto jajaja. xD
ResponderEliminarSaludos!!
Hay que aprender a sobrellevar las ausencias. Duele.
ResponderEliminarSe aprende, Neo, incluso muy pronto. Pero opera sobre nosotros una extraña cadena, nada dramática por otra parte, de recuerdos, ausencias, a veces incluso necesidades.
ResponderEliminarAy, esos árboles que nos lo dan todo y durante tantos años.
ResponderEliminar¡Ojalá pudiésemos oirlos!
Salu2.
Y a las personas que los contemplaban y ya no están. De ello va el texto.
Eliminar