domingo, 31 de marzo de 2013


























perdida la extrañeza
                                          solo queda permanecer a flote
evitar irse a pique

las aguas turbias no nos dejan contemplar nuestro propio rostro

tal vez ésa sea la ventaja
de este inclemente naufragio




sábado, 30 de marzo de 2013






















y en medio de tanta rutina
                                                      la ruina
nos expulsa
o nos sepulta

elige




(Montaje de DGTLK)

jueves, 28 de marzo de 2013

El crucigrama
























El crucigrama del periódico proponía:  Verticales, 1: Un sueño hecho realidad: no la perdamos.

Me ha costado dar con la palabra. Mientras no he tenido los vocablos de alrededor no me salía con claridad. Yo le daba vueltas. A ver, un sueño: he mirado en mi interior, en derredor, en el pasado; hay tantos sueños, me decía a mí mismo...Hecho realidad: qué sueño he, has, ha, hemos, habéis, han hecho realidad. Por más que buscaba aliar la persona con el tiempo del verbo, tampoco daba con la respuesta.. No la perdamos: ¿qué hemos tenido o tenemos que podemos perder? Asociación de ideas: el aprendizaje, la familia, el puesto de trabajo, la convivencia, la paz, la vida...

Buscaba ingenuamente lo tangible, lo inequívoco, lo que no tenía discusión. No iba por el mejor camino acaso. Cuando por fin gracias a As, a Circunciso, a Dañaran, a Reteñían, a Ian...es decir a lo envolvente, a los demás vocablos, menos importantes, sin duda, he concluido y dado con la palabra adecuada he tenido dudas. No he dudado de que es la palabra que me pide el autor del crucigrama. Simplemente no he tenido claro que sea una realidad del todo. Que no toda la sociedad la piensa y la desea con la misma sinceridad. Que si su contenido no funciona debidamente el sueño no está hecho realidad, salvo nominalmente hablando. Que si está secuestrada por entes minoritarios pero poderosos no está hecho realidad. Que si se impide su evolución acorde a dar respuestas de bienestar y justicia a la sociedad no está hecho realidad. Claro, por eso me costaba acertar. Era yo quien no veía el concepto plasmado con evidente consecuencia en un término.

No obstante, alabo ese no la perdamos. Hay tanto de deseo gratificante en esa expresión como de súplica, como de exigencia, como de necesidad.



miércoles, 27 de marzo de 2013

El ¿arte? de los carroñeros



















Cuando el surrealismo español encubre el impudor y al impúdico, ¿cómo denominar un comportamiento? Pues bien, me llega la noticia de que un procurador de Pamplona llamado Miguel Leache, que interviene en los desahucios como parte ejecutiva de los mismos, está exponiendo como artista fotógrafo con una exposición titulada Por los días felices, en el Centro Huarte de Arte Contemporáneo, de Huarte (Navarra),  teniendo como tema las viviendas de los desahuciados tras la ejecutoria. Si aprovechando su profesión y su encomienda se ha dedicado a fotografiar viviendas desalojadas a la fuerza, ¿cómo llamarlo? Si encima las autoridades navarras avalan la actividad ¿carroñera? de dicho señor al prestar su Centro de Arte para exponer ¿arte?, ¿cabe duda sobre de parte de quiénes están las autoridades territoriales? Si quienes encarnan representación judicial no son capaces de mantener su visión de defensa colectiva y un mínimo respeto púdico ¿qué defensa le cabe a la parte de la sociedad más desasistida? Si el gremio de artistas que suele pulular en una ciudad no abre la boca ante la obra de un aprovechado, ¿cabe esperar proyección del llamado trabajo artístico? Y así podríamos seguir enumerando interrogantes. A mí este tipo de sucesos, que no acontecimientos, me dan asco y me recuerdan la España cicatera e injusta del pasado. De la cual no cabe precisamente vanagloriarse.

Leo en el blog hordago!: "Como procurador, a Miguel Leache le conocemos de muchos papeles arrugados que las personas llevan a las reuniones de las Plataformas. Él, con su comparecencia diaria en los tribunales, es el mensajero de las malas noticias para un destinatario anónimo, impersonal para él pero no para nosotros. Él es el mensajero de las subastas, de los emplazamientos para desalojar la vivienda, del día y la hora del lanzamiento forzoso. Triste oficio el suyo. Pero lo lleva bien, con distancia. Mejor que los cerrajeros de Pamplona, que hace unas semanas se declararon objetores a los desahucios. Seguramente porque los cerrajeros son parte del pueblo que vive en carne propia el inmenso proceso de despojo, de empobrecimiento masivo al que estamos sometidos." 

Una serie de enlaces sobe el tema como información y opinión.


 http://15mpamplona.org/2013/03/25/por-los-dias-felices-y-miguel-leache-no-es-fotografo-es-un-desahuciador/http://15mpamplona.org/2013/03/25/por-los-dias-felices-y-miguel-leache-no-es-fotografo-es-un-desahuciador/
http://losdesahuciosmatan.wordpress.com/2013/03/24/por-los-dias-felices/
http://hordago.org/una-elipsis-encubridora-por-los-dias-felices/
http://vivirdebuenagana.wordpress.com/2013/03/07/los-dias-felices-de-leache-o-la-desverguenza/





martes, 26 de marzo de 2013

Café con Thomas




















Decía un presidente norteamericano  llamado Thomas Jefferson  -el tercero de los elegidos en la democracia de Estados Unidos, allá a principios del siglo XIX-   cosas enjundiosas, que remitían a la filosofía política de los clásicos. "En todo gobierno sobre la tierra hay algún rastro de debilidad humana, algún germen de corrupción y degeneración que la astucia descubrirá y la malicia abrirá, cultivará y mejorará de manera imperceptible. Todo gobierno degenera cuando se confía sólo a los gobernantes del pueblo. El propio pueblo es por tanto el único depositario seguro. Y, para que tenga seguridad, debe cultivarse el pensamiento."

Es esta última frase la que me obsesiona. Lo anterior, referido a los rastros débiles de un gobierno, peca de insuficiente y benévolo. No creo que por deficiente voluntad. Supongo que mantenía aún una fuerza optimista pareja y comprensible con el alma joven de una democracia nueva. Pero hay lugares sobre la Tierra donde la democracia existente, además de estar aún escasamente asentada, sufre no tanto la excepción como la regla de esa corrupción y degeneración paralelas. No son ya gérmenes sino procesos en desarrollo cuando no tumorales para todo el cuerpo social (ay con el lenguaje metafórico que aleja al individuo de la colectividad generando conceptos como si fueran ajenos) Lo perverso de la corrupción no es que toque solo a unos cuantos que tienen amplios recursos de poder y acceso a operaciones de envergadura, sino el modelo que transmiten  -que han venido transmitiendo-  para pautas de comportamiento más o menos generalizado entre los habitantes de Sansueña, que decía el poeta Cernuda. 

Ya no nos sirve el recurso a la naturaleza humana para justificar debilidades, vicios, engaños y todo el rosario de desatinos con el que nace un hombre. El antídoto lo señala Thomas Jefferson: ejercitar el pensamiento, dialogar, indagar dentro de uno y en agrupamiento sobre los asuntos de la colectividad. Entiendo que el combate contra la comodidad de la ceguera cuesta, y mira que es contradictorio sentirse cómodo y a la vez pasivo. Van siendo tiempos no tanto de esperar de los gobiernos las medidas que jamás llegarán, como de centrar el pensamiento y derivar propuestas hacia nuevas formas de cooperación entre los humanos. En otros tiempos estaba claro que el alcohol y la religión eran el opio del pueblo (por utilizar una frase célebre pero que se entiende bien)  Pero hoy día, ¿cuántos opios hay y con cuántas formas no se nos deja de ofrecer a cada uno? Cultivar el pensamiento. Enriquecerlo, imaginar siempre un paso más sobre lo existente. Tómate un café a la salud de la Humanidad, Thomas.



domingo, 24 de marzo de 2013

La libertad de morir (Cernuda)



Hay momentos en que uno necesita parar y dejar de ser. En que debe omitir su presencia, guardar sus palabras en el rincón del silencio y pensar: ya está todo escrito. Aquella peregrinación casual a la casa del poeta no fue de menor valor que las que los observantes de las religiones realizan conforme sus preceptos imponen. La diferencia es que esta búsqueda de una huella física no le otorga más fe a uno (también lo sentí así en mi homenaje al tuberculoso de Praga) En todo caso, más severidad: qué poco sabes de mi poesía, escuché decir a una voz secreta en aquel zaguán sevillano. Tiempo el presente que vivimos con poetas emergentes y jóvenes (sus leves  cantos de sirenas incipientes) Tiempo el nuestro en que el poema no se divide entre lírico y épico (acaso nunca la división fue tajante) Sino que el poema expresa, como el ejercicio matinal o el desenlace de placer nocturno y solitario, la sangre de cada individuo. Aunque solo le sirva a él mismo. Pero hay un puñado de poetas imprescindibles. Unos cuantos que, aunque no escribiéramos nosotros para practicar el experimento que nos pide el ritmo de las palabras bullentes, hablarían con nuestra voz. Porque en su momento la voz de esos poetas fue total. O llegó a la necesidad de las gentes como un rayo. Hay momentos en que hay que leer ¿solo? a esos poetas y concluir: lo acabo de escribir (aunque me engañe) 






viernes, 22 de marzo de 2013

Ciudades invisibles




















No sé exactamente cuántas son mis ciudades invisibles. No todas las que he visitado lo han sido. Otras no las conozco aún y sé que me esperan. Otras son invisibles dentro de la visibilidad y las hay invisibles dentro de lo invisible. Hay una invisibilidad para los ojos ajenos y otra invisibilidad para mí mismo. Esta última es la que me interesa sobre todo. En ese descubrimiento de ciudades invisibles a lo largo de mi vida, muchas no tienen nombre. Existe acaso un paisaje y unos individuos que las definen. Por ejemplo, mi propia infancia en sí puede ser la gran y extensa ciudad invisible, sobre la que aún sigo indagando. Es tan larga y profunda que aún sigue siendo objeto de interés y de búsqueda por mi parte. De alguna manera todavía la habito (el tiempo y el espacio no lo pueden impedir; podría hacerlo la memoria, pero ésta, caballo desbocado o fiel viene a beber de mi mano y a darme de beber a mí) La infancia no es un mero tránsito, ni se limita a unos quehaceres obligados, ni se justifica como el cumplimiento de los ciclos en una cómplice relación espacio-tiempo. La infancia es vorágine y es ciudad dentro de ciudad. También podría mencionar entes territoriales, pero para qué; son demasiado visibles y no tienen interés. Más que citar nombres de entes urbanos o agrarios, me quedo con mis nombres inventados o resultado de lo experimentado. Por ejemplo, veranos de mi infancia. Por ejemplo, la cabaña bajo la higuera ocultadora (y protectora: descubrir que lo oculto y lo protector tienen un maridaje fue sabiduría) Por ejemplo, los recorridos bajo la niebla de noviembre. Por ejemplo, otro cuerpo. Ah, y siempre siempre mi propio cuerpo. Mi concepto de ciudades invisibles se prolonga más allá de la luz y de los sonidos, pero se mira en ellas también con una determinada luz y se las escucha en sus ruidos familiares o misteriosos.

Me ha hecho pensar en el tema  -pero con mis expresas divergencias y desvíos-   estos días un librito (por su tamaño) pero un libro por sus agudas sugerencias y su atracción literaria, titulado "11 Cuadernos de Bitácora de la Ciudad Invisible", cuyo autor es Fernando del Val y que ha editado Polibea. Que un individuo de treinta y cuatro años haga pensar en ciertas materias a uno de...equis (me los callo) a mí me estimula. Pero no quiero hablar más del tema. Simplemente os remito a este enlace

http://elojoheterotopico.blogspot.com.es/2013/03/las-bitacoras-de-navegacion-de-fernando.html




















miércoles, 20 de marzo de 2013

A la tercera va la vencida...¡qué va!




















El ministro de Hacienda dimite por tener una cuenta en Suiza.

En Francia.

aquí no hay manera; el concepto dimisión no existe o se ha reinventado acortando su alcance o bien adaptado a la carta de cada interesado; siempre se nos ofrece prostituido; el último ejemplo  -malo-  de un profesional de la política catalana lo confirmaba ayer; así no hay manera; no la hay porque no hay intención; sigo creyendo en la Política; ¿será porque la vinculo a una actitud ética digna?; ¿será porque la coloco  hermana paralela de la Utopía?; emulando aquella frase de Joyce sobre el amor también yo digo: cuando oigo la palabra servicio me dan ganas de vomitar; y mira que la hemos escuchado desde el Rey al personajillo más mediocre de la corte; esos no sirven, más bien se sirven de; esa clase de gente vive en función de hacer negocios particulares o de medrar, que es una forma aparentemente inocua de hacer negocio; resultado, que esa gente que se cree esa clase ungida no practica la política, sino el chanchullo; sin embargo y en honor a la justicia de abajo diré que conozco a muchas personan que hacen, en lugar de aprovecharse (¿debo seguir poniendo cursivas?); gracias a la gente sencilla que se compromete no pierdo el norte; tampoco generalizo mi hastío en todos los políticos, como cierta mentalidad reduccionista de muchos españoles  -que, por otra parte, nunca se mojan-  tiene a bien difundir con ceguera y estupidez; cuando no con angustiosa maldad; hermano, si tú eres pasivo ellos aumentarán su actividad apropiándose de lo tuyo; como contrapunto a la mezquindad de los profesionales de la política española hay gente común que participa y trata de intervenir en pro de encarar y solventar sus necesidades pero sufre las cortapisas de una Democracia secuestrada; para ratificarme en mis principios  -adquiridos de modo autodidacta, puesto que la dictadura en la que nací y crecí no me los enseñó-  voy a volver a las fuentes; se me antoja recuperar la lectura de Platón y de Aristóteles, mire usted; tal vez la belleza literaria y utópica me ayuden a pasar la travesía del desierto en que estamos inmersos sine die; no aporto nada nuevo, ya lo sé; ni siquiera en dosis de indignación; qué se le va a hacer; hoy de azul esperanza  -nunca supe por qué demonios ridículos había que reservar el verde para ese tibio concepto-  solo queda la letra; y ya es bastante; y los girasoles 


lunes, 18 de marzo de 2013

Zen azul






















ha sido lo más interesante que hoy me ha pasado; tener una percepción visual como ésta; encontrarme en una calle la pintura que reproduzco; está hecha directamente sobre la pared de un edificio en una calle céntrica, aunque sin apenas tránsito; lo curioso es que estaba ahí hace un año o acaso más de un año; no ha perdido intensidad su cromatismo; la he fotografiado porque me ha parecido bella; me he detenido a admirarla; acaso necesitaba sentir hoy un cierto tipo de admiración por algo y ese trabajo ha venido muy oportunamente para mi calma; no me invitaba a pensar en nada; más bien me sentía llamado a dejar de pensar; no, no me ha llegado olor a salitre ni viento de poniente ni escuchaba graznido alguno que anunciara una costa; más de algún viandante habrá pensado que era un orate; plantado en medio, aguantando la gélida corriente que soplaba; me costaba alejarme; a veces la fascinación no tiene forma ni nombre ni situación; simplemente la algarabía de unos colores, la mixtificación de unos trazos como si la tinta sangrara, la expansión de una superficie que sin aumentar de tamaño crece; como un convite de la abstracción yo mismo notaba que me iba desproveyendo de cuitas, recados, objetivos y proyectos; la percepción por la percepción; el significado oculto sin el raciocinio consciente; la pasión por el azul; no me sentía ni fuerte ni débil, ni seguro ni temeroso, ni agitado ni frustrado, ni ocupado ni vacío; era y estaba; creo que volveré; apenas tengo que desviarme; y he mejorado; ¿qué he hecho después durante el resto del día?; absolutamente nada




sábado, 16 de marzo de 2013

Impúdicos





















Lo siento mucho. Con toda la trayectoria histórica y moral que tienen detrás, no me vengan a estas alturas conque quieren una empresa para los pobres. No hieran la sensibilidad del espectador, por favor. Sean pudorosos, ya que no resultan creíbles y tampoco se les ve humildes, sinceros o auténticos como para augurar que van a modificarse sus conductas de verdad. Tienen a su servicio la oleada mediática:  la de siempre, la de los púlpitos y la de los colegios,  y los modernos medios, más la connivencia con otros gobiernos mundanos. Pero ustedes distan de ser consecuentes. Y uno tiene ya muchos callos como para reblandecerse y fiarse de sus palabritas. La publicidad manda y ustedes están ante un lavado superficial de imagen por imperativos del guión, es decir, de su desprestigio. Esto que proclaman será aquello de chistes viejos con caras nuevas (relativas) O aquello otro de: cambiar algo para que todo siga igual. Su proyecto es tan netamente humano...y, por lo tanto, sometido a todas las apetencias que la propiedad y el poder han caracterizado toda la vida a su empresa. Siempre necesitarán un dios a su imagen y semejanza de hombres codiciosos. Un dios que no se distingue del becerro de oro. Un comodín para justificar su modus vivendi.  Después de todo, su empresa no se desarrolló ni se expandió por la pobreza, ni por el mero pensamiento, ni por la consecuencia con las metafóricas ideas sobre las que dicen fundarse. Sin el emperador Flavio Valerio Aurelio Constantino su negocio no habría llegado hasta nuestros días. Ahí supieron estar al quite. Creo que eso lo dice todo.



miércoles, 13 de marzo de 2013

Narciso





Narciso se mira a sí mismo y perece por su propia contemplación. Tanta admiración por su reflejo le lleva a tomar éste como la sola verdad. Se ve bello, inteligente, lúdico, concitador de entusiasmos. Se deja querer pero ¿él quiere realmente a alguien? ¿Quiere a otra posibilidad? Esa mirada fija, obsesiva, le absorbe y reduce la captación del panorama. Convierte el panorama en una pequeñísima parcela donde cree habitar. "Vivir en el presente, solo en el presente y no en función del pasado y futuro, es esa pérdida de sentido de la continuidad histórica", decía Gilles Lipovetsky hace treinta años en su obra La era del vacío. Que las sociedades occidentales han vivido las últimas décadas de un narcisismo sin horizontes es lo que ha conducido precisamente al vacío de aspiraciones y de una visión de progreso. El rostro que el espejo le ha devuelto al Narciso social ha tenido las características de despolitización, desindicalización, apartamiento de la construcción colectiva de pensamiento y debate. Las clases y capas sociales se han mirado el ombligo de la posesión de los bienes y servicios, bajo una forma limitada denominada consumo, para llegar a la actual coyuntura crítica y peligrosa en que ni pueden acceder fácilmente a los bienes y cada vez menos a los servicios, porque se los están robando. No darse cuenta el Narciso social que hay dioses por encima que deciden sobre sus vidas y convierten en propiedad particular absolutamente todo ha sido un fallo garrafal.  Si no lo perciben de manera inteligente no pueden rebelarse contra ellos y sus castigos.¿Será capaz el Narciso colectivo de apartar in extremis su mirada del río, que en realidad es agua enfangada, y con esa actitud iniciar un camino de salvación? ¿O perecerá una vez más para goce y satisfacción de los dioses que ríen? 



(Fotografía sobre una obra de Robert Wilson)


martes, 12 de marzo de 2013

Augustin Tschinkel o la geometría del trabajo




Los que crean imágenes lo hacen conforme a la trayectoria de su tiempo. Hay algunos que siempre se adelantan a esa representación. Se anticipan al tiempo e inauguran la visión. Como si la perspectiva casi la soñaran antes de comprobarla. O acaso porque captan mejor lo que viven. Porque proyectan los significados que para el común aún son secretos o desconocidos. Una imagen puede convertirse en icono. Bien porque su expresión impele cuanto flota en el ambiente. Bien porque sea útil para dictar desde el poder. Con frecuencia las imágenes más novedosas y ricas, creativamente hablando, son las más rebeldes. Las clarividentes, las que interpretan, las que intentan sintetizar una época, un afán, una estética. Y también eso es arriesgado. Lo que me intriga de Augustin Tschinkel es esa geometrización de lo figurativo. Tampoco tendría que sorprenderme demasiado de su manera de objetivar  los seres, los comportamientos y las vidas. Desde que la clase obrera fue succionada por los modelos de producción los individuos que la formaron perdían su identidad personal y se identificaban con las máquinas, los procesos productivos, los productos, el mercado. La geometrización ya se llevaba a cabo antes de que determinados artistas o ilustradores decidieran dar un salto en su enfoque y representarlos como lo que estaban siendo los trabajadores. La condición trabajadora, equiparada como mercancía, es de por sí una condición reducida. Por lo tanto, no fue una simplificación puramente formal la que ejecutaron las vanguardias pictóricas. Ellas interpretaron la esencia de aquello en lo que se habían convertido los hombres. A estas alturas, ¿ha cambiado algo que no sean las meras apariencias?






* Imágenes de Augustin Tschinkel, en este orden: Madre con niño, obreros en huelga, grupo de trabajadores.


Ahora sí, por fin




Ya era hora. Por fin un exministro va a la cárcel, aunque haya sido por mentir con una multa de tráfico. 
En Gran Bretaña.



domingo, 10 de marzo de 2013

Genuflexos

















mejor que no baje Moisés; no quiero iluminados ni caudillos ni salvadores tecnócratas ni pontífices máximos; tampoco quiero esa actitud genuflexa, rendida, vendida; ni ese culto ruin, esa fila interminable donde todas las máscaras bailan una adoración, una adulación, excesivas; venid y vamos todos a porfía y bien a porfía; autómatas de un paisaje egocéntrico y a la vez sacrificado; tanto mirarnos al ombligo para llegar la conclusión de que carecemos de él; del becerro áureo al big brother solo han pasado una centurias de nada; el becerro trajo en su momento un mesías controlador, dos, unos cuantos, hasta el mito definitivo; los becerros siempre traen a sus perros de presa; los becerros no son meros ídolos, no nos equivoquemos; los becerros tienen voz, voto, decisión y propiedad; los becerros tienen poder, no la riqueza en abstracto; miro y repaso uno a uno los personajillos de este grabado, que es obra del checo Augustin Tschinkel; un trabajo realizado entre la segunda y tercera década del siglo de las matanzas europeas por excelencia (hubo más siglos y más matanzas antes); una crítica efectuada en un tiempo que se iba vislumbrando decisivo; las llamadas a la reverencia eran incesantes; ¿cuándo no se obstinan en reclamar nuestro doblegamiento?; trato de cifrar y descifrar el simbolismo de cada muñequito arrodillado; el grafista reproduce un panel de clases y subclases de la Mitteleuropa que iba viendo, viviendo; perfila una adscripción religiosa, donde mulás, rabinos, brahmanes, popes, sacerdotes y pastores van en la misma dirección; otrosí los industriales, los tenderos, los intermediarios de toda estirpe; cómo no van a estar también los hombres de armas, pues sin ellos la procesión no estaría garantizada para el dios becerro; quiero distinguir la gente común, que la hay, y eso me preocupa todavía más, desde la mujer embarazada al recadero o los escolares; cada figurita humillada y humillándose sobre su rótula, agachando su cerviz, portando su atributo, definiendo un rol, una posición, una entrega, una dejación; ese punto satírico no tendría su acierto definitivo de no incluir en el extremo izquierdo una caracterización que es y no es de este mundo; y sin embargo se trata de la explicación definitiva, la guinda, la resolución última que el becerro del capital pone a sus pies: la muerte; entre esta figura extrema y el poderoso buey adorado media la supuesta vida; muerte y poder se erigen como los polos; hace tiempo que éros y tánatos cedieron el paso a este tándem en la penúltima versión de la estupidez humana.

sábado, 9 de marzo de 2013





















Nombra algo
                     tenue o insignificante
pero que emerja 

algo
       que aun siendo eco
estela
           rastro de aroma
                    o frágil pisada
tenga  voz

nombra trazo
por ejemplo
                       o susurro
rendija de luz
                        pálpito o borroso perfil 
tras sucesivas gotas
                            que una y otra vez reproducen tu rostro
                                                 en el vidrio de mi boca




(Fotografía de Eric Marváz)


jueves, 7 de marzo de 2013

Sobre la desesperación












"La tiranía actual vive con el miedo a la desesperación del mundo"
John Berger.


...no hago sino preguntarme sobre la desesperación del mundo; ¿existe la desesperación del mundo?; probablemente, aunque nunca lo había pensado; siempre creí que la desesperación era propiedad de los que carecían o estaban a punto de verse privados; cosa, estado de ánimo, propiedad de unos pero no de todos; pero desde hace tiempo sospecho que hay un cierto grado de desesperación en las alturas, en planos medios, en todas las clases y subclases al uso, en todos los paisajes terrestres; en parte, motivada por situaciones particulares, más o menos heredadas en la historia; en parte, compartida por una dinámica de desequilibrio generalizado, incierta, de oscura salida; basta ver las planas de la prensa para percibir la multitud de reacciones, expresiones, puntos de vista contradictorios, desahogos y visceralidades varias que percibimos no ya desde los que más razones tendrían para sentirse desesperados, sino desde instancias de los poderes públicos y de las direcciones empresariales; todos viven en una tensión que genera automáticamente inseguridad para ellos mismos; ¿será por aquello de que pretenden quitarse esos temores de encima por lo que los trasladan a los escalones inferiores?; ¿son comportamientos reflejos en todas las instancias sociales?; ¿caen como rayo sobre las individualidades, donde raen, inciden, hincan, atraviesan, exterminan?; fluyen como nunca las tonterías de iluminados religiosos, de los vendedores del ámbito de los negocios, de los rectores políticos que dicen pero no hacen; fluyen también las denuncias sobre la inestabilidad planetaria con una intensidad que nunca habíamos conocido; fluyen como jamás la auto eliminación, el suicidio; ¿efecto en un cuerpo del suicidio de todo el cuerpo humanoide?; algo viene diciendo a todo el mundo y en todo el mundo que la humanidad camina por un camino de desestabilización que no augura precisamente una meta estabilizadora; salvo que; este salvo que cuesta precisar, da miedo concretar, espanta visualizar la alternativa; probablemente porque es tenebrosa; la alternativa, que siempre son las alternativas, podrían ser positivas si la voluntad y la bondad rigieran el alma humana; no el alma abstracta sino: las intenciones, la toma de medidas que corrijan y afiancen expectativas constructivas, la perseverancia en acuerdos sobre los que el mundo pueda beneficiarse; el mundo amplio, me refiero; el mundo total; porque una de las hipocresías y cegueras más acendradas que existen es considerar el mundo solo a mi mundo, mi pequeño mundo, la limitación que me da mí garantías de modo de vida, de seguridad, de cobertura; desde que todo el mundo se ha ido imponiendo, el pequeño no puede pensar en sí mismo solamente; salvo que; el salvo que vuelve a mostrarse de nuevo y tiene rostro feroz; ¿alguien ha pensado que el rostro del desesperado es siempre feroz, se contiene pero muestra sus fauces y sus colmillos?; los desesperados de la carencia se enfrentan como nunca a los desesperados de la opulencia; ¿o es al revés?; entonces, ¿puede invocarse la mera voluntad, la generosidad y el esfuerzo acordado como el posible elemento que evite el siguiente paso de la desesperación?



(Imagen de Javier López Rotella)




sábado, 2 de marzo de 2013

Irmãos








Hoy la gente ha salido en masa a la calle en Portugal. 


Acordai
acordai
homens que dormis
a embalar a dor
dos silêncios vis
vinde no clamor
das almas viris
arrancar a flor
que dorme na raíz

Acordai
acordai
raios e tufões
que dormis no ar
e nas multidões
vinde incendiar
de astros e canções
as pedras do mar
o mundo e os corações

Acordai
acendei
de almas e de sóis
este mar sem cais
nem luz de faróis
e acordai depois
das lutas finais
os nossos heróis
que dormem nos covais
Acordai!




(Fernando Lopes Graça)




http://www.publico.pt/politica/noticia/ao-minuto-manifestacoes-2-de-marco-1586372#/0


viernes, 1 de marzo de 2013

Aforismo 1















Si no hablamos de lo tabú, lo tabú nos tomará como rehenes.



(Grabado de Jacques Caillot)




Aforismo 2














Si somos rehenes de lo tabú, no presumamos de ser hombres libres.



(Grabado de Jacques Caillot)