jueves, 10 de marzo de 2022

El rostro de la pena misma (Serie negra, 78)

 


Alguien ha comentado al verla allí parada: si a esa mujer se le separa simétricamente una parte de la cara de la otra parte se verían acaso dos mujeres diferentes. 

Pero un rostro es un ente único donde los órganos que lo configuran dan paso a la expresión. Sí, un ente, condicionado pero con categoría ontológica, y que me perdonen los metafísicos si incursiono incorrectamente en su territorio nebuloso. La vida, mutante e intrascendente, está ahí. Las facciones se entregan a los sentimientos. Los gestos ceden a las emociones. La cara de la mujer, que incita a ser contemplada con una desgarradora lentitud, es la de la pena misma que se desliza casi imperceptible, impotente, atroz. 

Cuanto la perturba se precipita sin ocultación alguna. No es el rostro de ninguna escena épica. No hay detrás otra defensora más que la mujer que trata de mantener a salvo la propia vida. Es un rostro de tránsito, donde la conciencia de la pérdida va despertando contenidamente. Se advierte que sus vísceras están implosionando. De un momento a otro un lado de la cara tomará la iniciativa de arrastrar al otro lado hacia el agujero donde ella se verá perdida. Carente de casa, expulsada de la ciudad, separada de una familia, privada del esposo. 

Alguien ha dicho algo más: tal vez el embrión que se desarrolla dentro de ella le dé cierta esperanza. Sin embargo y de momento pensar en ese hijo futuro la acongoja más. Un más allá incierto, peligroso, acaso de abandono y, sin duda, de riesgo. 

El semblante del miedo ocupa todo el semblante de la mujer que parte no sabe a dónde. Qué tendrán las guerras que la mirada de los humanos se vuelve ausente. Abstraída hacia afuera pero reconcentrada interiormente por un elemento llamado angustia. No hay en la mujer que se dispone a escapar afectación fingida de ningún tipo, ni máscara, ni pose de circunstancias. Las circunstancias se han impuesto y la laceran profundamente. Lo que da o quita vida a su rostro juega a los dados con ella. Solo tiene ante sí la huida de la ciudad cercada como verdad lamentable e indiscutible.


(Fotografía tomada de The Guardian)

49 comentarios:

  1. Veo una profunda tristeza en su mirada, una sensación de desamparo, de desesperanza.

    Saludos.

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  2. No es necesario mirar a la cara, solo mirando a los ojos.

    Saludos

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    1. Como que condicionan el resto de sus facciones, ¿verdad?

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  3. El rostro de estar atrapada, en el miedo,la angustia, la incertidumbre... Estamos todos muy afectados,impotentes, sin aliento...p'a encima veo una foto de Putin con una cruz al cuello...Me quedó sin palabras, mi sangre que hierve se congela.

    Toda mi fuerza para Ucrania ,para los hombres de buena voluntad que puedan parar esta salvajada.

    Adriana

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    1. ¿Putin con la cruz a cuestas? De momento el calvario está siendo para Ucrania.

      Esto no lo para nadie por simple buena voluntad. Business is eso. Tal vez cuando se logren nuevos acuerdos de distinto tipo y mercantiles alguna de las fuerzas en litigio ceda.

      Recuerda otros casos: Siria o Georgia, sin ir más lejos.

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  4. Las guerras nos afectan a todas personas sensibles de una u otra manera. La manifestación de lo que sentimos también es muy personal. Dudo que la indiferencia tenga mucho campo de acción.

    Saludos cordiales

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    1. Estoy de acuerdo. Creo que nos debatimos entre esa sensibilidad y el miedo a que nos llegue algo, aunque solo sea por el camino de una crisis económica severa. Estamos desasosegados. Mucho me temo pero solo ha empezado el problema.

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  5. Que lástima, transmites demasiado bien todo lo que trasciende a la imagen. Cuantos rostros anónimos destilaran su dolor de forma similar.
    Un saludo y esperemos que escampe.

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    1. Por esperar que no quede, pero una vez que ha llegado Rusia hasta donde ha llegado, ¿tú crees que va a parar porque sí? La élite gobernante rusa ha convertido esta guerra en cuestión de honor donde se la juegan todas.

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  6. Como no vas a reflejar miedo, si en la situación en que se halla, no sabe que futuro va a poder dar a su hijo, en caso de que sobreviva.

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  7. Percibo en su rostro lo mismo que cuentas con tanta sensibilidad y justeza: angustia. Angustia pura y visceral. Duele y conmueve. Un abrazo

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    1. La situación tiene que desequilibrar mentalmente a mucha gente. Claro, los españoles no quieren acordarse del exilio tras el crimen del 36/39. Aquellas fotografías huyendo la gente a Francia siempre me han dolido, porque aquellos españoles eran además más zarrapastrosos y miserables que esta gente de Ucrania.

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    2. Fackel, los relatos de quienes estuvieron en Argeles, son espeluznantes. Mi tío me lo contó y todavía siento el frío metido en los huesos cuando lo recuerdo.

      "El hombre" no aprendre. Y se repiten las crueldades una y otra vez. ahora mismo hay ésta y otras que hace tiempo que duran.

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    3. Te recomiendo el libro EL TANGO DE DIEN BIEN PHU, de David Castillo, y te invito a este enlace:

      https://www.youtube.com/watch?v=Mcf485QCJ4g

      ¿No suena a Ucrania de otro tiempop?

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    4. Más: https://www.youtube.com/watch?v=5vkSRvFfHOg

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  8. Rostro tan triste que emociona verlo. Gracias por compartir.
    .
    saludos poéticos
    .
    Pensamientos poéticos y ensoñaciones
    .

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    1. Emociona, duele, y nos sentimos impotentes. Saludo Ricardo.

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  9. Así hay miles. Mientras, no escucho colectivos de izquierdas salir a la calle en contra de esta barbarie, no los escucho.

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  10. Lo dices muy bien, el semblante del miedo. Es duro verlo pero no puedo imaginar lo que debe ser sentirlo. Un saludo

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    1. Solo se me ocurre decir: pues que no lo veamos ni sintamos.

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  11. ...Pues sí, de inmediato me impactó, impacta, la distinta expresión de sus ojos, Pareciera que cada uno, perteneciera a distinta persona o a distinto sentimiento. Así, a primer golpe de vista, veo una inmensa pena en uno, una chispa de esperanza - tal vez la espera de un posible milagro en el otro-...
    Ojalá ese hilo o chispa de esperanza pueda hacérsele, hacerse real...

    Por la paz, siempre.

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    1. El rostro de la pena.

      Sospecho que Putin y su corte celestial no están por la esperanza, ni por la paz ni por los milagros.

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  12. Observo lo que observo, que no es lo mismo que ver. Y lo que observo no me gusta.
    Salut

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  13. Lê-se medo, tristeza, dor mas lá no fundo, há esperança...
    Tudo isso transparece na cara da mulher...
    Interessante a foto e a reflexão.
    Beijos e abraços
    Marta

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    1. Me parece terrible. Mujer contenida pero explotando interiormente.

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  14. No soy capaz de distinguir expresiones distintas en esos ojos. Quizás sea una deformación profesional, pero contrariamente a lo que veo expuesto por parte de algunos comentarios, creo que precisamente, en este caso son miradas bastante o muy simétricas. Otras que he visto, sí me parecen como de dos personas distintas.
    En cualquier caso me has hecho pensar en que el dolor, suele tener siempre dos caras: la que ve el que lo observa y la que ofrece el que lo siente.

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    1. Un ojo está a punto de arrastrar a otro ojo.

      Si llegas a tiempo y pones una mano tapando una parte simétrica del otro, no están ambos todavía en la misma espiral. Están a punto.

      El dolor tiene dos caras incluso para el mismo receptor del dolor: porque por un instante al menos la perplejidad le hace creer que no está aún donde está.

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  15. Solo viendo sus ojos que parecen expresar cada uno algo distinto se percibe en su mirada perdida la angustia, el miedo, la incertidumbre de esa jugada de dados que el desalmado ha tirado sin ningún permiso. La injusticia, la arbitrariedad, el ansia de poder, ... Y nosotros atónitos, temerosos, descorazonados, ... porque las guerras siempre son cruentas.

    Salud, Fackel.

    Anna Babra

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    1. Y esta vez el desalmado tiene también nombre: invasor ruso. Que parece que cuesta decirlo -reconocerlo- a ciertos ingenuos de la pseudo izquierda española. Salud y entendimiento.

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  16. Imoresionante cómo lo cuentas. El miedo y la desolación en un ojo. Un poco de fe en otro ojo.

    El no saber si la muerte va a atraparla en cualquier momento en el lado derecho del rostro. La esperanza en un futuro incierto en el lado izquierdo del rostro.

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    1. Y pensar que los españoles también pasaron por ese trago...

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    2. Ana: https://www.youtube.com/watch?v=5vkSRvFfHOg

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  17. Gracias, voy a ver ese vídeo que me indicas.

    Un abrazo

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  18. Potente relato. El miedo y la desolación y todo vuelve como si viviríamos en una rueda. El mundo se ha teñido de tristeza como la de la mujer de la foto. Sus ojos hablan.

    Un placer siempre leerte, Fackel.

    Un abrazo y buen fin de semana.

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    1. Hay quienes percibimos esa tristeza y hay a quien le da igual, pero si la tristeza fuera algo más que la percepción de unas emociones seguro que incumbiría a todos. Nadie estamos al margen de las desgracias. Saludo para ti.

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  19. Su rostro, sus ojos, nos revelan el intenso sufrimiento y la pena que siente. ¿Qué será de ella y de tantos otros refugiados de guerras y persecuciones?

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    1. Eso, y de tantos y tantos y tantos otros...que hubo, hay y habrá...y que no nos toque, que diría alguno de mis antepasados. Salut Marga.

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  20. Cuanto más acciones similares se suceden más me convenzo de que la humanidad no merece seguir adelante. Más que nada porque ya comenzó a retroceder lo poco que había logrado avanzar.

    Saludos,
    j.

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    1. Bueno, disiento de esa interpretación aunque comparto una especie de percepción emocional, tal como están las cosas. Pasos adelante y pasos atrás pero según qué coordenadas geopolíticas ha habido a lo largo de todos los tiempos. Tal vez en esta ocasión nuestro bienestar occidental ha durado tanto que lo creíamos eterno. Y eso que en otras partes del mundo, no tan lejanas, ha habido guerras y miserias durante las últimas décadas, pero no nos había afectado. Y no nos habían interesado no por solidaridad. Y ahora puede tocarnos, y eso nos vuelve sensibles y acaso miedosos (me incluyo, por supuesto) Hay un proceso precipitado en estos momentos de reconfiguración de poderes mundiales, o al menos el avance de posiciones por parte de uno de los aspirantes a nuevos imperios, como Rusia. Te recomiendo el artículo de Andres Rizzi en El País de hoy, página 4. Es doloroso cuanto ocurre pero o lo entendemos o caeremos en depresiones o, lo que es peor, en enfrentamientos civiles siquiera ideológicos. El panorama de tontos que domina en el panorama político español, sobre todo por parte de la derecha en sus dos versiones, que acaso solo es una, no propicia entendimientos futuros. Ciertos tienen y tratan a la sociedad española como a niños, y lo peor es que muchos aceptan el infantilismo irracional. Sic transit pero no la gloria precisamente. Gracias, José A. Y disculpa que discrepe.

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  21. Vaig llegir un cop que amb els ulls podem enganyar, amb la boca no. Té uns llavis com els de la Gioconda, sense somriure, però igual de misteriosos. Com pot ser tan bell l'efecte del terror?

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    1. Tal vez porque el terror no derrota la belleza (ni la exterior ni la interior plasmada en la fortaleza íntima)

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  22. Fáckel:
    veo el rostro de la incertidumbre, de la incredulidad y de la inmensa tristeza.
    Salu2.

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    1. No es para menos, me faltan palabras, pero mejor rendirme a su momentáneo silencio. Por respeto.

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  23. En la Universidad donde va mi hijo mas pequeño hubo una charla casual en clase sobre la guerra y preguntaron a los alumnos que opinaban de recibir Ucranianos. Según mi hijo derivó en otras muchas conversaciones y una de sus compañeras comentó (tontamente) que era una forma de viajar y conocer mundo. Una de las profesoras los espero al día siguiente y los sorprendió con un ejercicio de imaginación en donde les ordenó tomar su mochila y formarse. En la fila les informó que su casa ya no existía y que partían a otro país. Por supuesto que yo no los vi pero mi hijo volvió muy afectado y contó que muchos de sus compañeros lloraron. Esa carita es eso mismo, la incertidumbre , el miedo, el dolor, el horror. Es un combo terrible.

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    1. !Magnífico! El ejercicio de esa profesora. No nos imaginamos lo que puede ser la emigración o el exilio, por muchas imágenes que veamos. Estamos todavía instalados en el confort. Pero, ay, nada hay seguro. Gracias por la anécdota y testimonio, Lyliam.

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