domingo, 26 de diciembre de 2021

Seppuku (Serie negra, 59)

 




Tras el seppuku ritual tendieron al hombre sobre la nieve. Las vísceras comenzaron a expandirse fuera de su abdomen pero en contacto con la nieve la sangre y otros humores se volvían albos. ¿Cómo podía interpretarlo el forense? ¿Qué clase de líquidos son los de este hombre que palidecen apenas emergen?, debatían perplejos los sanitarios. Ningún hombre tiene la sangre nívea, ni antes ni después de ser expulsada, confirmó con su experiencia vetusta el anciano superviviente Issei, que había conocido tres guerras y había visto, y otros dicen que bebido, más sangre que agua.

(No siento mi cuerpo inerte, pero me llegan ecos del mundo que acabo de dejar atrás. Hablan sobre mí y algunos me descalifican. No entienden que en el suicidio ritual no hay abandono, sino solo cumplimiento personal. Otros se horrorizan por el horror que imaginan, y que dicen que les produce mi actitud y mi agonía. Un horror ajeno a ellos, al fin y al cabo. Pero, ¿qué saben del dolor como camino inexorable hacia la nada? Hay quien busca una justificación sobre mi acto extremo. Les oigo decir algo sobre el código del honor. Pero yo no he llegado a esto por ningún emperador ni Estado ni leyes ni designio alguno de orden religioso. Quien presume de haberme conocido ha mencionado algunas frustraciones decisivas mías, sin tener idea de que tales frustraciones me han enseñado, nunca desesperanzado para seguir viviendo. Alguno menciona los fracasos en mi oficio y la quiebra de mis negocios como razón determinante. ¿Algo tan efímero e incluso subsanable podría conducirme a olvidarme de mí mismo? Hasta un amigo íntimo me traiciona, sabiendo que no le voy a desdecir, al revelar el desdén de una mujer que siempre estuvo en mi pensamiento que no en el acompañamiento al uso. ¿Y qué decir de ese funcionario, con oscuras ideas que quisiera que todos adoptaran como él, que comete la imprudente contradicción de pedir la muerte para todos los suicidas? Como no poseo tampoco el don de la risa  con ganas me hubiera quedado de burlarme de él. Qué corto y lineal es el pensamiento humano a la hora de valorar los actos de los demás. Si supieran que me he hecho el seppuku para dar cumplida satisfacción a una curiosidad, eso sí, morbosa, que arrastraba desde hace tiempo...Lo reconozco: al hendir el tanto más allá de mi piel y rasgarme lentamente el abdomen de izquierda a derecha tuve un momento de duda que tampoco habría podido reparar. Afortunadamente no solté la presión de la daga y en un nuevo ejercicio horizontal volví a colocarla en el centro. Qué ardor. Qué fuego instantáneo y profundo. Solo me quedaba alcanzar la verticalidad y dejarme caer lo antes posible. La tierra y el cielo se juntaban en ese movimiento preciso para privarme de la vida. ¿Ha pensado alguien en cómo proyectamos todo en símbolos para justificar lo acertado y lo erróneo? Mi agonía no ha sido instantánea y el precio de la curiosidad fue la misma ingratitud de siempre, la del dolor más extremo que jamás hubiera imaginado. Me quedaba como compensación saberme cercano al fin. Incluso había elegido la soledad. No quise que nadie estuviera allí para ayudarme a morir, decapitándome como en las normas de honor del seppuku. Entre otras razones porque ya nadie lo practica y no hay verdugos voluntarios que conozcan el arte de la bondad final, aunque sea sangriento)




(El escritor Yukio Mishima fotografiado por Kishin Shinoyama)

47 comentarios:

  1. Uf, com colpeix aquesta entrada! Jo sóc molt sensible al tema del suïcidi. No puc llegir gaire cosa d'autors com Stefan Zweig, Sandor Marai o Primo Levi, simplement perquè sé que van acabar suïcidant-se, com si alguna cosa en els seus llibres ho preconitzés.

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    1. También yo soy sensible al tema. Desgraciadamente he conocido a varias personas con las que había tenido alguna vez algún tipo de relación que optó por su propia solución final. Eso no impide que pueda leer a autores que se hayan suicidado, sobre todo si tiene interés lo que narran. Primo Levi en particular me genera mucha angustia por lo que vivió.

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  2. Un areflexión exacta y muy idónea de lo que puede haber detrás eun suicidio. Y ne cómo las elucubraciones son absurdas. Me encantó la escena de esa muerte sobre la nieve.

    Un abrazo

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    1. Pues por eso puse esa foto que no logro saber de qué autor es. Estuve a punto de poner un nombre pero no la encuentro de nuevo y no quiero arriesgarme a poner lo que no es. La imagen conectaba con la blancura del suelo. Pero a punto estuve de poner una mucho más explícita de Mishima, teatralizando su harakiri, y ya sabes que luego puso final a su vida haciéndoselo de verdad.

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    2. Si no estoy equivocado la foto también es de Yukio Mishima (The Death of a Man) que decidió ponerse al tema al 100% después de que su colaborador, el fotógrafo Shinoyama (no sé si lo escribo bien) lo mandara a paseo cansado de su meticulosidad.

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    3. Fíjate que pensé que el personaje era Mishima -su exhibicionismo es de categoría siempre- pero pensé que la foto era de Eikoh Hosoe, uno de mis fotógrafos favoritos, que también fotografió abundantemente al escritor. Pero no hallé la prueba.

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    4. He continuado la búsqueda y me informan de que lo dicho antes es una leyenda urbana. El sujeto es Mishima y el fotógrafo es Kishin Shinoyama. Disculpas.

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    5. Muchas gracias por la info. Lo añado.

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  3. La antigua escuela japonesa lo tenía así delimitado. El honor se repara con el suicidio. Nosotros, occidentales, no hemos llegado, suicidarse no entra en la norma del pensamiento cristiano.
    Tampoco yo creo que el honor pueda repararse con la muerte, las posturas drásticas nunca han sido las acertadas.

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    1. Estoy de acuerdo contigo. Cuando Mishima se hizo el seppuku el general que tenía secuestrado y lo vio trató de disuadirle de palabra, según la película de Schrader, claro.

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  4. Bonito texto. Mis aplausos y elogios
    .
    Continuación de felices fiestas... Abrazar.
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    Crementos poéticos y ensoñaciones
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    1. Muchas gracias y a seguir festivos todos los que puedan seguir. Saludo.

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  5. Espero nunca sentir semejante curiosidad. Ante la idea del suicidio -más allá del nombre y la cultura en la que se lleve a cabo- no puedo más que responder con horror y preguntarme por qué tortuoso camino se puede llegar a semejante decisión irreparable. Además, como bien dejas traslucir en tu relato, tal vez sea imposible no atravesar ese instante de duda luego de iniciado el acto. Debe ser tremendo pasar por ese trance, pero las preguntas que me surgen buscan ser empáticas, cercanas a quien tanto dolor siente como para buscar acabar por mano propia, no quisiera caer en una liviana o macabra curiosidad. Siempre dando qué pensar con tus historias...
    Un abrazo y muy feliz fin de año, augurando un mejor principio.

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    1. Hay gente que antes del paso definitivo se ha arrepentido. Hay quien que lo ha intentado dos veces con salvación pero a la tercera le ha salido la jugada. Las razones suelen permanecer ocultas incluso para los íntimos. Tener curiosidad no implica cometer un acto de ese calibre por curiosidad. Es la libertad del relato de ficción. Pero no me digas que no tenemos curiosidad por saber cómo serán ciertos comportamientos, pasos, situaciones o vivencias que odiamos en principio. ¿No hacemos ficción en lo profundo de nuestra mente por cómo será nuestra misma manera de morir? Vale, vade retro, no digo más, pero no por hablar de estos temas tenemos que ser supersticiosos. Una cosa sí que he sabido de casos concretos: que las personas que se suicidaron sufrieron mucho psíquicamente durante mucho tiempo, tenían alterada probablemente su personalidad, aunque parecieran comunes, y masticaban la posibilidad hasta decidirse. La vida es muy onerosa para algunas personas, más de las que nos creemos, y no pueden aguantar. Buen año, por supuesto, aunque aún espero escribir otra entrada antes del 31, je.

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  6. Me he visto de joven viendo Harakiri (Seppuku) de Kobayashi, a finales de los 60, tuve que salir de la sala.

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    1. Pues mira, no la he visto, y voy a ver si la localizo por la red. Sí vi Mishima, pero allí el tema lo trata solo al final. Fue un exhibicionista en vida y lo llevó al grado superior pasando de teatralizaciones falsas a la verdadera.

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  7. Debe haber pocas formas más dolorosas de morir que haciéndote el harakiri. Hay que tener mucho valor.
    Un saludo.

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    1. Por lo que parece debe ser horrorosa, todo un ejercicio metódico que dura lo suyo, que está atacando el individuo a su propio cuerpo y es consciente pero no puede dar marcha atrás y que le espera una agonía lenta. Esto se sabía y estaba previsto el acompañamiento de un personaje detrás de él con la katana para degollarle y evitarle sufrimientos. Pues el acto de honor ya estaba realizado y no se trataba de prolongar el dolor. Qué cosas ha sido capaz de inventar la humanidad, en este caso en el viejo código de los samurais.

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  8. Alguna vez he pensado si la muerte no sobreviene cuando sufrimos un dolor tan intenso que el cuerpo no puede soportarlo, y sucumbe. Aunque segun dicen los que mueren congelados es como si se durmieran, y los que mueren sedados...pero quien dice que en el ultimo instante no sobreviene esa profunda punzada que nos saca de este mundo.
    Este señor nos podia haber ilustrado sobre el tema, pero se dedica a una actividad tan mundana como criticar a sus antiguos congeneres.
    Por cierto me voy a apuntar como norma ortografica "escribir entre parantesis cuando se reflexiona de ultratumba".
    Aqui se podria modificar el refrán (bueno, no sé si es exactamente un refrán) —bueno, esto no lo debería haber puesto entre parentesis, al menos, de momento—, y cambiarlo por
    "la curiosidad mató al japo".
    Saludos, Navidofilo😜

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    1. Se ve que ese señor estaba a lo suyo y post mortem prefería hacer cuentas del deficiente comportamiento de los mortales del entorno. Ilustrar sobre el dolor no creo que sea fácil. Pero sí hay escritores que han narrado muy aproximadamente las obsesiones de un proceso de enfermedad. Uno de los libros que leí y más me han gustado sobre el tema, pero no me he atrevido a volver a leerlo, se titula "El mal oscuro", en que el personaje protagonista está obsesionado con su cáncer. Pero está muy bien escrito y lo salvaré de mi biblioteca, entre otros, cuando llegue el ama, la sobrina, el barbero y el cura para hacer la purga. Perdón, rectifico, al cura lo tengo vetado desde hace tiempo.

      Las reflexiones de ultratumba van entre paréntesis. ¿Acaso por la esperanza de una resurrección?, dirás. No. Sino porque los paréntesis en muchos casos no son tales, y al estar los dos ( y ) en un extremo cada uno pueden llevar el texto a algún cielo místico como ángeles o demonios.

      Me han encantado lo de Navidófilo, como término, no me veo en la tesitura amatoria de estas celebraciones, simplemente me dejo llevar.

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  9. Aunque nos gustaría, no podemos ponernos en la piel de otro. Ideamos con nuestra lógica personal, los motivos o los intereses que puede haber tras los actos de otras personas, y no sé si alguien acertará, yo casi nunca.
    Es un relato trepidante, lleno de detalles que nos meten en la escena de lleno, me ha gustado mucho Y me ha llamado la atención la foto, supongo que por la desnudez del hombre, con su parche pudoroso en la zona más intima.
    El misterio de la sangre y otros humores blanquecinos queda en el aire, estaría bien conocer un poco más sobre el caso.

    Te deseo salud y abundancia. Buenas noches.

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    1. Hacemos siempre ficción sobre otro. Por mucho que nos den informaciones o recibamos confidencias o hayamos conocido el carácter de algunas personas nunca logramos saber con claridad -¿acaso ellos mismos lo sabrán?- las razones que pueden llevar a un acto violento. Pro no pensemos solo en el suicidio, sino en la agresión. La violencia, sea sexual o sea de agredir porque sí, incluso a desconocidos, está ahí, y lo digo por un par de casos que han pasado estos días por aquí. No puedo concebir que se pegue o se meta la navaja a otro, incluso en gente con 15 años, habría que saber más de sus padres, sus familias, el uso de las redes equis...

      La foto me parecía que hacía juego, luego que cada cual la vea como quiera, incluso con la hoja. Porque acaso no es una hoja y responde a la idea del texto de la sangre blanca que emite el abdomen, en fin, asociaciones de imágenes e ideas. Casi pongo otra, como he comentado antes, más explícita, pero por eso mismo no me convencía.

      Pues que sigan en el aire y en su misterio, pero acaso algún día vuelvan a aterrizar esos humores, chi lo sá.

      Bonita dedicatoria propicia de fin de año. Me quedo mejor con abundante salud (bueno apropiada y a salvo, solamente) y lo justo en otros órdenes, para que la salud no quede perjudicada. Buona sera.

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  10. El tema del suicidio ha sido siempre un tema muy desconcertante; todas las personas que conozco que lo intentaron sufrían de depresión o de otro tipo de enfermedad. Estando con una de mis hermanas, una persona que sufría de equizofrenia le llamó por teléfono pidiéndole ayuda desesperadamente, ya había intentado suicidarse con anterioridad, quemándose, mi hermana hizo todo por ayudarlo pero a los meses se suicidó. Es algo muy traumático para todos los que directa o indirectamente se ven envueltos en el suceso, y para qué hablar de la familia. Y después de todo esto que te cuento, quisiera felicitarte por tu texto; hace unos días terminé de leer el libro de "Mishima o la visión del vacío", de Marguerite Yourcenar y la voz de tu narrador se aproxima mucho a la posible voz del escritor japonés que Yourcenar nos describe. Para mí fue todo un descubrimiento, esa mirada estetizante de un acto que hasta ahora solo era un acto de violencia, sí, claro, el suicidio también puede ser, y esto siempre lo pensé, un último acto ético de libertad cuando no se tiene, pero estos casos de suicidio son, creo, excepcionales. Por cierto, de quién es la fotografía?
    Felices fiestas y mucha salud, paz y alegría para el 2022.

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    1. Pues tengo que dar con ese libro de la Yourcenar, no sabía que tuviese un relato sobre el escritor japonés. Y sobre el suicidio...habría mucho que hablar aunque no fácil de interpretar. También he conocido algún caso en que el padre de un suicida también se había suicidado años antes. ¿Hay algo en el código genético sobre la personalidad, digamos, o casualidad?

      La libertad de privarse la vida por enajenación, desesperación o perturbación compleja ¿es libertad? No pretendo obtener respuestas.

      Pues la fotografía no sé, cometí el error de no apuntar el nombre cuando la seleccioné y ahora no la encuentro. Seguiré buscando.

      Como quedan unos días para el fin del 2021 me reservo la devolución de deseos, no me gusta anticipar tanto (por si acaso)

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  11. No, en los casos de los que me hablas tampoco me parece libertad, yo había pensado en un caso extremo en el que una persona se pudiera ver en una situación en la que su integridad física o ética se viera totalmente amenazada y la persona optara por el "no", a seo me refería. Por ejemplo, muchos de los judíos huidos de la persecución nazi, llevaban una dosis de veneno consigo como última opción en el caso de ser atrapados. Como sabes W. Benjamin se suicidó con una de esas dosis de veneno. Sí, para mí no es una muerte en libertad si te ves obligado, es más su suicidio a la retrospectiva me parece un error y sin embargo pienso, o quiero pensar, que para Benjamin sí fue un último acto de libertad.

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    1. Un no consciente pleno, para evitar consecuencias peores física y psíquicas. Hace muchos años se supo de un médico de aquí al que diagnosticaron Alzheimer y se puso al tren. Sin comentario mayor. También pensaba en Benjamin. Tal vez en esos casos sean actos de doble sentido: las circunstancias te privan de la libertad personal -o están en riesgo de ello como en el caso del horror nazi y su persecución- y haces uso de una libertad -un atisbo, un margen, acaso- personal y última para huir del horror que espera. La libertad también es dual, Jano está por todas partes. Hoy mismo el concepto de libertad se utiliza aleatoriamente: para comprarte unos pantalones de marca, para no vacunarte, para votar a los que un día te van a causar daño, etc. Perdona la digresión.

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    2. Al tema de la libertad le he dedicado tiempo de mi vida, he intentado entender qué es lo que significa tanto en la reflexión como a nivel práctico y estoy, como con muchos otros conceptos vitales, que me ocurre que creo entender lo que es por un lado y se me escapa por el otro, así que creo entender lo quieres decir con que es dual, yo incluso sería más extrema y diría que la dualidad es una simplificación de una realidad mucho más compleja, la libertad es una realidad viva relacional y es por eso que, aún pudiendo respetar la opinión de las personas que limitan su libertad a su voluntad de poder no esté de acuerdo con ellas, y por eso te doy razón en que una libertad que se limite a eso, a un un consumir porque puedo sin corazón y sin cabeza para los demás no me parece realmente libertad. Nada que perdonar, más bien todo lo contrario, gracias por abrir el tema.

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    3. Mejor relativicemos el término libertad, pues todos disfrutamos mencionando su santo nombre absoluto (como felicidad, amor, divinidad, seguridad, etc.) pero incluso cuando creemos concretarlo en un "hago lo que me viene bien" o "hago lo que me parece" no está claro de qué libertad hablamos. No sigo, que me meto en la espiral y el vórtice me engulle.

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  12. La curiosidad, un motivo menos justificante que todos los imaginados, por los forense, funcionarios, etec.
    Saludos.

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    1. Que somos muy complejos los humanos, Demiurgo, y profundos aunque parezcan superficialidad ciertos actos. En este caso es una tontería mía en el relato, pero acaso no del todo. Quiero decir que hay un dicho: "La curiosidad mató al gato". Que muchas veces cometemos algo negativo simplemente tratando de aproximarnos a una situación límite. Simplemente por un impulso interior morboso o porque no hemos medido bien los pasos. Gracias.

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  13. Há quem diga que o suicido é um acto de coragem; outros que é cobardia... É um tema complexo, porque o ser humano é complexo...e a verdade é que nem sempre compreendemos a verdadeira razão.
    Um tema interessante...
    Beijos e abraços
    Marta

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    1. Comparto tu opinión, Marta. Y todo lo que podamos decir del tema seguramente es inexacto, improbable e incluso injusto. Más vale que nuestra vida tenga sentido y posibilidades de mantenerla. Un abrazo.

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  14. ...Por la Vida, Fackel. Por que nos sea y la sintamos, siempre, grata y aceptable. Egun on.

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    1. Por supuesto, no hay otra cosa, y aprovechemos el tirón de que en este tiempo y lugar no estemos en las peores condiciones históricas precisamente. Buena tarde y bien aprovechada.

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  15. Fackel, un tema muy doloroso que se suele tratar de encubrir y silenciar. Desde luego en Occidente sería un tanto sorprendente un suicidio por curiosidad o por honor, tal y como está todo, los problemas mentales, afectivos, económicos... y que sé yo, seguro que están detrás de la mayoría de los que se producen por aquí.
    La vida pesa, como dice Cándida la asistenta de G. Fesser "Cuando dios aprieta, ahoga pero bien" y vivimos ahogados una enorme minoría.
    Un saludo.

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    1. Qué buena esa cita: ahoga, pero bien ahogados. En nuestro tiempo y sociedad el agobio en unos casos y el ahogo en otros -son dos términos diferentes que pueden ir de la mano o por separado- son la norma. Cada vez me cuesta conocer y reconocer a algún paisano que viva feliz e ignorante de presiones, tensiones, desajustes y frustraciones varias. Pero hay que seguir, siquiera porque vivir tiene un componente rutinario cuyo vehículo es la respiración natural. Sin ella, adiós cuerpo, adiós haber pasado por este mundo. Esta tarde, mira por dónde, voy a leer a algún clásico que tenía medianamente claro el ejercicio de vivir. Oficio también, por supuesto.

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  16. Cuesta, en efecto, comprender ese punto desesperado al que se puede llegar. Lo de ese caso concreto que cuentas es lacerante, para su familia doloroso porque además el suicida lo clavó. Estas fechas tan de felicidades y dichas deseadas -ay, madre, qué verborrea tenemos, ¿verdad?- suelen sumar doble sentido doloroso a la tragedia. El día 24 en una residencia de ancianos cercana a la capital ardió una habitación y murió la anciana que moraba en ella. Accidente probablemente, pero sorprende que escape algo así al control de los gestores del negocio.

    Contra el dolor siempre, MCarmen. Nunca entenderé ni aceptaré a las religiones que subliman el dolor. Cuánta infamia.

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  17. Impactante relato, soy incapaz de ponerme en la mente de del otro, imposible, diría yo. Un tema desgraciadamente muy actual.

    Un placer siempre leerte, Fackel.

    Abrazos.

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    1. Pues sí, es difícil ponerse de verdad en la mente de ese otro, aquí es ficción, por supuesto. Te saludo, Rita.

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  18. Fáckel:
    parafraseando la famosa frase: "cada suicidio es distinto a su manera".
    Dicen que los occidentales no podemos entender el "suicidio japonés".
    Puedo entender que alguien termine con su vida por aburrimiento, desesperación, depresión, miedo, yo qué sé, pero lo que no entiendo es que alguien se mate sufriendo (tirarse desde una altura y cosas así). ¿No es más "suave" tomarse cien analgésicos o algo así?
    En fin, líbrenos Dios de esas vicisitudes.
    Salu2.

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    1. Sinceramente, no tengo ni idea sobre cuál será la manera menos dolorosa de tomar tal decisión, Diego. Los diversos casos que he conocido de gente de entorno más o menos próximo que se han ido así lo han sido todos por diferentes manera.

      Soy de la opinión, aventurándola, que cada sistema tendrá su dolor e intensidad, si bien la duración ya es otro tema, dependiendo de que funcione el sistema bien. Librémonos nosotros mismos de tener que recurrir a ciertas vicisitudes.

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  19. Interesante, ilustrativo y muy duro. Peco de hipersensibilidad para afrontar estos temas.

    Saludos cordiales

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    1. Precisamente la ficción nos permite soslayar las reacciones emocionales que se producirían en nosotros ante los hechos reales.

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  20. No podemos nunca juzgar a un suicida. Tampoco la técnica que emplea para morir. Cuando alguien elige morir supongo que será porque su existencia le parece un infierno. De otro modo no tiene mucho sentido. O por una cuestiòn de honor. Los suicidas no me producen pena sino respeto. En fin...

    Has mostrado el gran dolor de hacerse el harakiri con una mezcla de realismo y de delicadeza. Has conseguido cierto equilibrio entre el horror y la belleza.

    El suicidio: un tema para indagar en él y reflexionar sobre la vida y la muerte.

    Un abrazo

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    1. Tengo sentimientos encontrados respecto al suicidio. No soy capaz de juzgar a un suicida, y también me da pena. Por una parte se podría decir: él sabrá por qué lo eligió. Por otra: ¿hasta qué punto es producto de una conciencia clara y libre su elección? Probablemente se aun tema de amplia casuística.

      Lo del seppuku es entrar en las severas reglas del honor de los guerreros, difícil de comprender y dentro de un rigorismo cerrado.

      Pues sí, aunque para meditar sobre la muerte no hace falta estar pendientes del suicido. La vida siempre y a todos nos suicida antes o después, jaj.

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  21. No sabía qué era eso del seppuku, y buscando su significado encontré que era la forma culta de referirse al ritual que yo conocía como harakiri...

    Nunca he entendido ese ritual, pero claro, yo no soy samurái servidor de daimios ni japonés, supongo que para esa cultura ese ritual era fundamental para resguardar su honor y el de su familia; además de los bienes de su familia... Aunque el seppuku por curiosidad es abrazar "el destino del gato" del famoso dicho... Esa perspectiva que introduces en el relato del "casi muerto" escuchando a sus amigos o conocidos intentando buscar una explicación es curiosa y se me antoja opuesta al dicho "Dios me libre del día de las alabanzas", pues aquí, si no son crítica, están muy cerca de serlo ¿no? Bueno, no sé por qué digo esto, tal vez no tiene nada que ver...

    Sobre el suicidio no me atrevo a decir nada, creo que nadie estamos libres de que determinadas circunstancias traumáticas nos lleven a un desenlace fatal por esta "vía de urgencia"...

    Abrazo y Feliz 2022.



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    1. Muchas veces he imaginado a los muertos escuchando lo que dicen los vivos de ellos. Pero ya sé que eso es imaginar demasiado, pero resulta divertido el ejercicio. Prueba alguna vez, llega un momento en que no sabes si las opiniones son tuyas o del muerto. (Entiéndase para el buen entendedor)

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