viernes, 15 de abril de 2016

Aquellos estos árboles




"El enigma de lo invisible es el enigma
de la memoria. Lo invisible es precisamente lo que
nadie recuerda. Como esa canción
que conocías, como el chiste que una vez te hizo
llorar de risa...

Y dices que hace un tiempo estos árboles
no eran como estos árboles, que hace un tiempo
estos árboles en el viento eran mucho más
árboles que estos árboles...

Pero el lenguaje, por supuesto, es un tipo de canción
de cuna."


Charles Simic escribió este Poema hacia 1974. Entonces en aquellos árboles que debieron existir, y que ahora nos parecen invisibles, buscábamos cobijo. También diversión, también el ejercicio del pequeño héroe de juventud que cada cual quiso ser. Porque ser es sentir, es imaginar, es vivir a los dos lados de una línea imperceptible saltando de uno a otro azarosamente. Nos desbordaba el ramaje, nos atraía el tronco, nos seducían sus raíces. Yo era joven entonces, aún. ¿Veíamos más un árbol, varios árboles, sin distinguir la espesura del bosque? Pero sin saberlo, nos íbamos adentrando en él. Allí también había seres invisibles y extrañas figuraciones que acechaban. Entonces, aún, éramos jóvenes. Hoy nos parece, pues poderosa es la invisibilidad de la memoria, que en la fronda se distinguían ciertas sendas. No recuerdo si había caminos, aunque luego creímos haber seguido uno o varios, en lugar de los demás. Aquellos árboles, estos árboles. Seguimos sin distinguir la luz que dicen que habita más allá de sus copas. Lo invisible es indescifrable. Aún cada día hacemos del enigma al menos una motivación, la atracción que nos entretiene. Escuchando el canto del pájaro invisible.



(Dibujo de Inés González Soria)


6 comentarios:

  1. Esa luz que habita más allá de sus copas....ojalá no dejemos de buscarla nunca ni dejemos de oír el canto del pájaro invisible.
    Un abrazo, Fackel.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Esa luz que nos habita, pero no siempre sabemos cohabitar con ella. Un abrazo.

      Eliminar
  2. Lo invisible es indispensable, pero muchas veces incluso nos cuesta observar lo visible y lo posible con los ojos afines, desbordados por intangible novedad. Estoy seguro que la invisibilidad de la memoria tiene un porqué y, tal vez, esa razón sea estrictamente necesaria para regresar.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estoy de acuerdo, mientras sigo buscando razones...

      Eliminar
  3. Estimado Fackel: Muchas gracias por estos versos y texto que has elegido para regar de palabras a esta imagen.
    También en mi obra se trata de un diálogo invisible, el personaje femenino escucha el canto de la muerte. La mira con tranquilidad resignada, buscando cobijo tal vez en esos árboles que alguna vez existieron.
    Un apunte: no es un grabado, es un dibujo a tinta china.
    Gracias nuevamente.
    Saludo cordial

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias a ti y a tu comprensión aunque te haya robado el dibujo, no sé por qué se me fue el término grabado. El canto de la muerte es una cancioncilla que se va imponiendo a medida que se avanza en edad, por lo que voy viendo.El canto de la muerte tiene muchas lecturas, unas naturales y otras a manu humanae, y éstas son las más odiosas. Salud siempre.

      Eliminar