sábado, 14 de junio de 2014

Imaginario, 93.



Atravesaba el puente de piedra en medio de una tormenta que se avecinaba. Apenas me encontraba a la mitad cuando estallaba furibunda y luminosa. El caudal del río crecía y a punto estaba ya de tapar los ojos de la formidable estructura. Cuando me disponía a alcanzar el tramo final, un rayo había destruido el último pilar. Yo saltaba al vacío, pero un extraño ser que decía pertenecer a las profundidades del río me recogía en el vuelo al abismo.



2 comentarios:

  1. No hay que perder las esperanzas aún cuando todo parezca perdido...el poder de la fe no sólo mueve montañas sino que logra completar puentes
    =D

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