Tu observación sobre el artículo de Argullol me ha llevado a una leve reflexión y adjuntarlo en el siguiente post para conocimiento de quien desee conocer.
Hay Arcángeles mensajeros, y por mi experiencia el luciferino en realidad era el de la espada de fuego, cuyo doble rostro talibán la versión genesíaca desdoblaba. Bienvenidos al desconcierto, hijos del r&roll y a la noche oscura te saludan, Ríos de maledicencia como primer apellido. Shakespearianos fuegos de la envidia y la rivalidad mimética, va siempre donde la gente como horrendo Vicente psicótico de segundas, como multiforme de mil caras siempre la misma marmórea e inasequible a la dignidad. Matón Rexona, auguro grandes momentos del humor antropológico...
Maestro de metáforas, yo te saludo y pido prestado, que no robado como se suele hacer en suelo patrio, parte de tu arsenal de palabras incandescentes y preñadas de humor.
Ha sido un gran error. Quería decir Proteo... Penteo era el rey descuajaringado por las enloquecidas bacantes dionisiacas por su exceso de racionalismo ilustrado...
Ni caso.
ResponderEliminarPD. Magnífico el artículo de Argullol que nos has invitado a leer en el blog de Francesc.
EliminarUn abrazo.
De eso se trata, de no hacerle caso, para que no se crezca.
EliminarTu observación sobre el artículo de Argullol me ha llevado a una leve reflexión y adjuntarlo en el siguiente post para conocimiento de quien desee conocer.
EliminarHay Arcángeles mensajeros, y por mi experiencia el luciferino en realidad era el de la espada de fuego, cuyo doble rostro talibán la versión genesíaca desdoblaba. Bienvenidos al desconcierto, hijos del r&roll y a la noche oscura te saludan, Ríos de maledicencia como primer apellido. Shakespearianos fuegos de la envidia y la rivalidad mimética, va siempre donde la gente como horrendo Vicente psicótico de segundas, como multiforme de mil caras siempre la misma marmórea e inasequible a la dignidad. Matón Rexona, auguro grandes momentos del humor antropológico...
ResponderEliminarMaestro de metáforas, yo te saludo y pido prestado, que no robado como se suele hacer en suelo patrio, parte de tu arsenal de palabras incandescentes y preñadas de humor.
EliminarHa sido un gran error. Quería decir Proteo...
ResponderEliminarPenteo era el rey descuajaringado por las enloquecidas bacantes dionisiacas por su exceso de racionalismo ilustrado...
Mira que equivocar un mortal, por muy rey que fuera, con un dios...escríbamelo cien veces: no volveré a confundir a dos teos...
EliminarTal vez vives cerca de una base aérea militar, o en el trayecto surcado por sus fantoches chulescos.
ResponderEliminarImaginarios interiores solamente, Loam.
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