domingo, 28 de marzo de 2010

Boquiabierto


En tiempos de fenómenos naturales devastadores, consuela encontrarse en una tarde lluviosa con el arco iris. El arco iris es uno de esos entrañables elementos que me acompañan desde siempre. Podríamos decir que resulta un elemento domesticado, aunque los hombres no intervengamos. Pero le otorgamos un carácter simbólico importante, vinculado a nuestras vidas. Antes se decía que cuando aparecía el arco iris es que ya dejaba de haber tormenta o simplemente cesaba de llover. No sé qué hay de realidad física o de observación social, pero solía suceder así. El arco iris se traslada a nuestro mundo simbólico y reviste un carácter pacífico. Acaso el inconsciente colectivo de una Humanidad repartida en naciones y potencias lo anhele, más allá de fronteras, intereses y divisiones, tras tantos avatares y guerras. ¿Funde el arco iris todos los colores fundamentales y al hacerlo eclipsa todas las banderas? Los lábaros, los pendones, los estandartes, las banderas...trapos teñidos de colores a los cuales se les ha concedido un carácter de representación sacra y de poder cuestionable, ¿quedan desplazados por el arco iris? Lástima que sea tan efímero. Y no obstante, su contemplación paraliza siquiera por unos momentos el trasiego competitivo, de lucha por la vida y de estrés que la especie practica. Como decía Brassens, ni un himno patriótico ni una fiesta nacional me levantan de la cama. Pero el arco iris me convoca con su fugacidad. Animista que es uno.


(Fotografía de Tania Ruiz)

7 comentarios:

  1. Ha de haber agua, en cualquiera de sus estados, para que el arco iris se deje mirar. Ha de haber luz, para que nazca. Hemos de tener ojos para poder verlo. Y emociones para interpretarlo.
    ¿Una bandera el arco iris? Todas las banderas son excluyentes. El planeta no tiene fronteras más allá de su relieve. El arco iris es un hecho natural, no es un constructo tribal, social, nacional...

    Yo creo que cuando lo contemplas tambien vuelves a aquella niñez, en la que el arco iris era algo mágico, algo casi con vida que aparecía cuando a él le apetecía; porque no siempre que llovía salía él, no.

    Quizá por eso de la sorpresa que nos causaba y por que le dimos un caracter de voluntariedad al hecho de que se dignase en honrarnos con su presencia, es una de las visiones que siempre nos agrada.

    Aparte, tambien creo que el hecho de estar unidos el agua y la luz, hacen de él un fenómeno pacificador, pues ambos simbolizan, al menos en mi mente y emociones, vida, esperanza, libertad, futuro, presente, cambio, camino, certeza, sustancia, alimento,...juis que esto parece un test de Rochard, perdóneme Fackel. Ya sabe que me enrollo fácilmente y me voy por los cerros de Úbeda mucho más rápido de lo que quisiera.

    He visto arco iris concéntricos y tambien entre las nubes, sin que haya llovido o vaya a llover o esté lloviendo.

    Bueno...que una guarda mucho de animista, y creo que se me nota.

    Un beso Fackel.
    Y sí, sorpréndase siempre, es buena cosa.

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  2. Bueno, un hombre sano es animista.
    felices dias venideros.

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  3. Saga. Claro que el arco iris es naturaleza. Pero ya sabes que los hombres desde nuestra cuna histórica nos dejamos marcar por lo natural y hacemos de ello no sólo banderas,sino himnos, representaciones, símbolos y otras historas. Es así.

    Es verdad lo que dices. No sé si es porque este fenómeno lo veo poco pero me quedo dulcemente petrificado cuando de ciento en viento se me planta ante los ojos. Reacción infantil que quiere decir curiosidad duradera. Caída postrada ante su magnánima e intocable belleza.

    Y hay otro fenómeno menos frecuente. Un segundo arco paralelo, en el que los colores aparecen invertidos. Los antiguos lo tomaban como signos positivos seguramente.

    Disfruta del arco iris interior, que también existe, aunque escasee.

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  4. Tula. Malo el día en que perdamos cierta dosis de animismo. Significaría que nos hemos desvinculado totalmente en nuestra conciencia de la Tierra. Sería psíquicamente desquiciante. Buenos, ya lo está siendo.

    Salud.

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  5. A mí me convoca esta foto magnífica.

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  6. A mi me enajenó. Gracias por entenderlo, Rat. Y por dejarte trasladar a las dimensiones que ofrece.

    Un beso.

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