viernes, 26 de marzo de 2010

Caprichos del creciente


Quien camina, comprueba su resistencia.
Quien resiste, concede perseverancia.
Quien persevera, obtiene flexibilidad.
Quien es flexible, practica el diálogo
Quien habla, expresa su tolerancia.
Quien tolera, fomenta la fraternidad.
Quien se hermana, logra la fuerza.
Quien es fuerte, practica la generosidad.
Quien es generoso, es premiado con la estimación.
Quien es estimado, recaba influencia.
Quien es influyente, arriesga su debilidad.
Quien aparece débil, se oculta en el silencio.
Quien calla, protege su meditación.
Quien interioriza, no cesa en la senda del mundo.
Quien acepta el camino, no tiene fin.


(Gozad de los caprichos de la música, como sólo Paganini sabía hacerlo)



10 comentarios:

  1. Bueno, el Heifezt no lo hacia mal incluso con Paganini.
    Quien acepta el camino no tiene fin, !!cierto!!.
    Fackel:
    esa fotografía, la de la sombra, es de 10, en serio.
    felices sueños.

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  2. Al fin y al cabo...cualquier camino resulta ser cíclico, y termina llevándote a nuevos caminos.

    ¿Será cuestión de azar ir eligiendo los aciertos y errores que nos determinan?

    Buenas tardes.

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  3. Tula, tengo una serie de fotografías con ese mismo tema, si encuentro casamiento de texto tal vez saque algunas más. Últimamente me estoy entregando a la mirada visual -vía cámara fotográfica- de una manera apasionada y obsesiva, lo reconozco. Pero veo las cosas de otra manera y me estimula mucho. Se producen tantas sugerenciasto persiguiendo objetos...Gracias por tu ánimo.

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  4. Pero lo ciclos, Inner, no son iguales nunca, y a veces ni análogos, y sus matices varían y esto es de agradecer a medida que transcurren nuestros ídem-ciclos personales.

    A veces creo más bien en el totum revolutum. Azar, necsidad y disposición se alían bajo formas incontroladas para producir esos errores y/o esos aciertos que todos tenemos. Afortunadamente, relativos.

    Buena noche. Por cierto. El sueño, los sueños, ¿qué tienen que no sea azar, al menos para nuestra parte consciente? ¿Hay mayor azar que el vuelo onírico?

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  5. Nada es azar, Fackel. Y menos los sueños. Causalidad...
    Felices sueños no casuales.

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  6. Por supuesto que en términos generales hay una causa para todo y una concatenación de causas. Otra cosa es que no las percibamos, ni conozcamos ni tengamos claro sus mecanismos. Y en este sentido es en el que se habla de azar. Hay tantos elementos en movimiento, interviniendo unos sobre otros para formar efectos, que no se sabe y no sé hasta qué punto se sabrá cómo interaccionan. Algunos elementos se van definiendo y muchos procesos se van conociendo, sobre todo en el terreno de aplicación científica. La causalidad de las representaciones oníricas, ¿es tal? Es probable, pero perteneciendo a un mundo que nuestro consciente no controla. Y ni falta que nos hace, jaj.

    No soy de los que sacralizan el Destino, ni elAzar en abstracto, Dios me sobró hace mucho tiempo, no creo en las predeterminaciones, ni en el día ni en la hora, etc.

    Al hablar todo es cuestión de saber si coincidimos en los conceptos, primero. Y luego, si nos posicionamos abiertos o clausurantes. Me ha gustado tu matización, pero me apetecía matizar tu matiz.

    Buen descanso, Lagave.

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  7. Siempre me asustan las afirmaciones tajantes.
    Unas veces será casualidad, otras azar, otras, mala suerte.
    O todas juntas, como es caso ahora.

    Besos

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  8. Bueno, lo tajante siempre asusta. Hay que ver si detrás hay razón, al menos, ¿no?

    Oye, Aquí. Casualidad, azar o suerte, ¿no son más o menos análogas?

    Y que conste que lo tajante me rechina. Pero ¿quién no es tajante a veces? Madera de humanos, oiga.

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  9. A todas las frases le añadiría...No siempre.

    Y hay diferencias, pequeñas. Por lo menos para mí.

    Buenas noches

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  10. Ah, claro. Se puede jugar a la duda, al enfoque escéptico o a la deconstrucción. Podría decirse: "Quien camina, no siempre comprueba su resistencia". O "Quien no camina, no puede comprobar sus resistencia" O "Quien camina, comprueba que no resiste". Y así, etc. Me haces pensar, tal vez lo intente, aunque sea para mi y mi otro yo.

    Pero sería sentenciar la intención del autor en ese momento. Y para una vez que tras esas aseveraciones -que no necesariamente son categoría comprobable en cada humano- el autor trata de darle cierto espíritu animoso a sus palabras...


    Buen día, Aquí.

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