Míralo bien. Deléitate en su pequeño óvalo y en su rojez. Acaricia el fruto que has tomado de la vida y acostúmbralo a tus labios. Antes de que la nieve
Precioso poema, Fackel ¿Has de acostumbrarte al sabor del fruto? o ¿ha de acostumbrarse el fruto a tus labios? Es una duda, no sé si razonable. Fotografía muy delicada, inspira ternura, sí. Pases buen día, hermano.
Y puedes hacer mermelada con sus bayas antes de que lo cubra la nieve, porque diría que es un espino de fuego, también llamado arbusto ardiente, mmm...
Sagardiana. ¿Y que te digo? Estos pretendidos poemas con frecuencia son pretendidas metáforas y soy incapaz de sacarte de la duda, de verdad.
Y que gracias por tus observaciones. Las cosas más simples -esa ramita y ese fruto- me llevan a veces más allá de lo físico. O a otra física. No sé, los objetos y lo que nos rodea, en general, están cargados de significados ocultos, de representaciones particulares, que no dicen lo mismo a unas personas que a otras.
Lo que se agradece Rat que me digas lo que es eso. No tenía ni idea. Lo cogí ayer de un matorral, ignoro para qué sirve ni conozco sus propiedades. Si me aseguras que se trata del espino de fuego -la primera vez que lo oigo, no sé de botánica- buscaré sus usos.
De momento me gustó, lo toqué, lo metí en el bolsillo y lo convertí en estrella de mi cámara fotográfica. Tiene una forma y un color que me cautivó. Y mira que es simple.
¿Con tan pequeña dosis se puede hacer compota? No sé. A mi me ha dado sólo para unas letras que he sentido. Y tan a gusto como un arbusto.
Precioso poema, Fackel
ResponderEliminar¿Has de acostumbrarte al sabor del fruto? o ¿ha de acostumbrarse el fruto a tus labios?
Es una duda, no sé si razonable.
Fotografía muy delicada, inspira ternura, sí.
Pases buen día, hermano.
Y puedes hacer mermelada con sus bayas antes de que lo cubra la nieve, porque diría que es un espino de fuego, también llamado arbusto ardiente, mmm...
ResponderEliminarSagardiana. ¿Y que te digo? Estos pretendidos poemas con frecuencia son pretendidas metáforas y soy incapaz de sacarte de la duda, de verdad.
ResponderEliminarY que gracias por tus observaciones. Las cosas más simples -esa ramita y ese fruto- me llevan a veces más allá de lo físico. O a otra física. No sé, los objetos y lo que nos rodea, en general, están cargados de significados ocultos, de representaciones particulares, que no dicen lo mismo a unas personas que a otras.
Buen día avanzado, también tú
Lo que se agradece Rat que me digas lo que es eso. No tenía ni idea. Lo cogí ayer de un matorral, ignoro para qué sirve ni conozco sus propiedades. Si me aseguras que se trata del espino de fuego -la primera vez que lo oigo, no sé de botánica- buscaré sus usos.
ResponderEliminarDe momento me gustó, lo toqué, lo metí en el bolsillo y lo convertí en estrella de mi cámara fotográfica. Tiene una forma y un color que me cautivó. Y mira que es simple.
¿Con tan pequeña dosis se puede hacer compota? No sé. A mi me ha dado sólo para unas letras que he sentido. Y tan a gusto como un arbusto.
Gracias, pues.
Una preciosidad de foto y un bello poema.
ResponderEliminarFelicidades
Aquí...Si sólo pretendo expresarme...
ResponderEliminarGracias por leerme, pues.
Es una hermosa manera de hacerlo.
ResponderEliminarGracias a tí.