sábado, 1 de junio de 2024

Aleksandr Mijáilovich eterniza a la vieja

 


"Es absurdo que viva angustiada
y que los recuerdos me acosen.
No visito a menudo la memoria,
pero ella siempre viene a asombrarme".

Del poema El sótano de la memoria, de Anna Ajmátova.


Acaba de una vez, Aleksandr Mijáilovich, que me canso. Ya sé que te gusta probar una y otra vez ese artilugio diabólico. Y luego encerrarte en un cuarto sin luz. Vas contando por ahí que tus imágenes son algo natural. Pero yo ahora mismo estoy posando -¿lo llamáis así los de tu gremio?- para ti. Te estoy mirando por encima de la lente y me río por dentro de tanto movimiento que te traes. Esa cara risueña y a la vez atrevida que pones se te turbaría si supieras que soy yo quien te observa y te capta. Y entro en el juego de hacerte creer que lo que esa máquina plasma es lo que existe. Pero tal vez no es lo que es sino lo que parece que es. Sí, Aleksandr Mijáilovich, piensas que al mirar a la vieja, tú lo llamas eternizar, estás viendo su pasado, el pasado que, de alguna manera, también es tuyo. Pero no necesito de esas estampas que pretendéis que las cosas, o las personas, son tales como son. Si quiero verme, me contemplo dentro de mí. Y recuerdo.

Tú y tu Varvara y ese grupito de muchachos que os coméis el mundo hacéis grandes cosas, al menos lo que nunca se había hecho antes. Pintáis, diseñáis, escribís, confeccionáis trajes para los trabajos, os volcáis en mil imágenes que llegan a todos. En pro de la nueva era, repetís. No hay un caramelo de niño o una cajetilla de tabaco o un anuncio de pasta de dientes o un escenario de teatro que no lleve la marca de vuestra imaginación. Para unos es divertido, otros no lo entienden. Pero todos dicen: son los nuevos tiempos. Esa exclamación que deseáis colectiva os compensa. 

Aunque te parezca ausente yo sí entiendo lo que hacéis. Y lo aplaudo. Porque ya estaba aburrida de un mundo viejo y poco imaginativo en que los periódicos, por ejemplo, a los que tan aficionada he sido, solo sabían ensalzar a zares y popes y calcular los réditos de los propietarios seculares. No caigáis vosotros en los mismos vicios que cayeron antes los paniaguados y falsos intelectuales que justificaban los actos de los caciques. 

Pero no me estás escuchando, Aleksandr Mijáilovich, y entiendo que mi voz interior no te llegue y cuando acabes tampoco tendré ganas de sacarla. Tal vez otro día, si volvéis por aquí y traéis a ese poeta gigante y a su novia y al marido de su novia, yo os cuente mi versión sobre la vida, a vosotros que con tantas ganas enunciáis que hay que cambiarla. Al menos en algunos de sus aspectos formales y, como decís, estéticos. No os parece poco porque consideráis que la estética es la expresión del alma noble de quien no se rinde a la mediocridad ni a la sumisión. Y esta actitud puede ser la mejor senda para tocar algo de verdad.

Mas, ¿acaso la vida se puede cambiar de la noche a la mañana? Sin duda, muchas de las maneras y condiciones en que se vive deben modificarse simplemente para que la gente no padezca tanto. Otros dice que para ser felices, pero a mí me suena a palabrería de estos advenedizos funcionarios que ahora prometen y prometen. ¿Quién no ha prometido nunca antes? 

Me parece hermoso lo que os traéis entre manos,  Aleksandr Mijáilovich, aunque no me entre todo en la cabeza. Me tendrás que ayudar a entenderlo. El que sea vieja no significa que esté fuera del mundo. Y te habrás dado cuenta que vida y pasión por vivirla no me ha faltado nunca. ¿Ves cómo me permito leer aún los periódicos que tanto se llenan de propuestas de incautos y de órdenes veladas? Pero yo solo me creo lo que me apetece creer, que es casi nada. Leo entre líneas para saber. Leo lo que no está escrito para intuir.

Además es como si leyera la mitad. Este ojo casi del todo opaco me obliga a esforzar al menos malo, que es con el que me valgo. ¿Sabes que ese amigo vuestro que se dedica a otro de los inventos modernos, lo llama cinematógrafo, siempre me dice que lo mejor de ver con un solo ojo es que no ves sino la mitad de lo malo? Y yo le digo demoledora: ¡y de lo bueno! Y él siempre se ríe, con lo serio que parece, porque le gusta provocarme. Así que termina este trajín que te traes, Aleksandr Mijáilovich, que no soy una venus. Aunque lo fui.  



*Fotografía de Aleksandr Mijáilovich Rodchenko

28 comentarios:

  1. En no haberlo experimentado, no lo sé, pero revelar fotografías a la antigua usanza, debe de tener algo de mágico.

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    1. Supongo, y de esfuerzo y dedicación personal. Gente habilidosa.

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  2. Me gusta fotografiar pero no ser fotografiada. Creo que en general cada quien prefiere un lado de la cámara: mirar o ser observado, o simplemente disfrutar un momento eternizado intentando bucear en el lenguaje oculto entre luces, formas y sombras. Un abrazo

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    1. Creo que a la señora del retrato le daba igual, ella sacaba sus conclusiones con otra visión.

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  3. Fáckel:
    no sabría explicarlo, pero estoy convencido de que la señora era consciente de que la estaban retratando.
    Creo que Umberto Eco tiene un ensayo sobre el significado de las obras de arte. Un profesor de la universidad nos lo explicaba pero no estaba yo lo suficientemente atento...
    Venía a decir, o eso entendí, que la experiencia del que observa una obra la llena de significado. Imagino que si esta foto la observa un niño, verá a una vieja que lee un periódico. Si la ve un adulto verá a su madre, a su abuela, a una señora que ha vivido muchas experiencias, que sigue sintiendo curiosidad por el mundo, etc ,etc.
    Lástima que las locuras y tropelías de Putin estén haciendo que lo ruso esté mal visto hoy.
    Salu2.

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    1. Si tenemos mentalidad abierta y libre no tenemos por qué ver mal nada de la cultura rusa, pienso. Yo creo que no hemos caído en prejuicios al respecto, la cultura rusa es más potyente que el trance político por el que pasa la gobernación de aquel país. Si mañana llegan tropelías y locuras de Trumpo, algo sobre lo que hay altas probabilidades y de enorme riesgo mundial, ¿renunciaremos a la cultura estadounidense que también nos nutre?

      No me cabe duda que cuando observamos una obra proyectamos parte de nuestra mentalidad en ella, eso es siempre muy interesante, y supongo que el artista se sentirá o sentiría más satisfecho al saber que más allá de lo que haya pretendido el observador la dota a mayores de significados particulares. ¿No se produce siempre un diálogo con una obra?

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  4. No las he contado nunca, pero deben ser varios miles, las horas que he pasado encerrado en la oscuridad del laboratorio revelando mis carretes y también los de los clientes y positivando copias, también tanto propias como de ellos. Efectivamente, tiene algo de alquímico. Y cuando no es trabajo (hay que saber diferenciarlo) y se trata de proceso creativo y personal, también tiene algo de transformador. Es difícil de explicar en pocas palabras, pero desde luego, con el avance de la foto digital, esa magia solo la continúan unos poco.

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    1. Interesante lo que aportas en pocas líneas sobre tu experiencia al respecto. Tuvo que ser muy gratificante.

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  5. Y también el "ritual" del fotografiar (sujeto u objeto) se ha perdido.
    Aún conservo mi Linhoff de placas (9x12cm) Y te puedo asegurar que fotografiar con aquellos dispositivos, con la posibilidad de tomar como mucho media docena de fotos ( y no cientos o mas en una camara digital) es muy diferente. Si lo comparo, lo de hoy dia no tiene sustancia. Quizás por eso hay una cierta tendencia entre los artistas de la fotografia, a usar los métodos de la fotografia química, (mal llamada analógica) y los grandes formatos de cámara.

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    1. La Linhoff ¿era aquella cámara como de fuelle?

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    2. Sí, efectivamente. Y es Linhof (se me coló una f de más) Técnicamente se llaman "Cámaras de banco óptico" Se componen de una base de soporte con rail micrométrico, una pletina para soportar los objetivos y en la parte posterior un contenedor estanco a la luz donde se colocan las placas sensibles. En medio un fuelle que permite las distorsiones necesarias (cuando lo son).
      Aquí tienes una foto del modelo actual; la mía ya tiene 40 años y es un poco más sencilla y además está hecha caldo.

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    3. La Hasselblad ¿está inspirada en este modelo?

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    4. No; para nada. La Hasselblad es una cámara réflex para película del llamado formato medio (120, 220) Sus negativos no son rígidos como los de la Linhof y miden 6x6 cm. o con chasis especial 4,5x6 cm. Las cámaras convencionales usan el llamado formato de paso universal y su tamaño es inferior (2,4 x 3,5 cm.)

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    5. Dije una bobada, no sé por qué imaginaba que habría alguna relación en la evolución de las máquinas en ese sentido. Tu explicación me vale tanto como me desborda, gracias.

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  6. La mujer está atenta al sonido del obturador, para poder descansar de la pose de lectora empedernida, en la que intenta estar identificada, tal como le indica el fotógrafo.

    Tuve de joven y de eso hace muchos años, un laboratorio casero de aficionado, en donde revelaba aquellos carretes de 36 o 72 si era una cámara que reducía el formato. En aquel cuarto oscuro, con una tenue luz roja, en que apenas te veías los dedos, te sentías un alquimista, en busca de la imagen perfecta.

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    1. No fui nunca tan manitas, así que tuve que confiar los revelados al comercio y alguna pasta me gasté al cabo de los años en guardar recuerdos fotográficos que hoy me place volver a ver y...recordar. Con muchos ayes mientras.

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  7. Fáckel. El tiempo de Rodchenko y sus amigos fue complejo, y no lució a todos por igual. Las ilusiones iniciales se perdieron. y por eso la anciana sabía. Ander

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    1. Vaya, veo que lo has captado, Ander, un tiempo complicado y muy duro para mucha gente, con ilusiones rotas muy pronto.

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  8. Lo fascinante de la vejez es que (casi) todos llegaremos a ella lo queramos así o no.
    Solo unos pocos "valientes" deciden lo contrario.

    Saludos,
    J.

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    1. Lo interesante de hoy día en el Occidente de calidad de vida es que hay mucha gente vieja pero en buen estado, creo que España está en segundo lugar de población envejecida en Europa. Lo de los 'valientes' depende si te refieres a los que optan por dejar la vida por motivos equis o los que les ha tocado la lotería negra.

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  9. Las primeras cámaras de fotos eran como una magia. Eternizan el instante, eso seguro.

    Un abrazo

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    1. Sin duda que son portentosas, todas lo han sido, incluso mi primitiva y sencilla Werlisa que nos abrió como poco la mirada a las cosas (o nos ayudó a ello) La eternidad de una imagen está en parte en los recuerdos. Toda foto de nuestro pasado no evoca a lo tonto sino que proporciona claves; a mí me interesan mucho, reflexiono y saco conclusiones. Buena jornada de actividad o de ocio.

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  10. Eternizar el instante. Qué pánico las primeras cámaras de fotos.

    Un abrazo

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    1. Lo tremendo de eternizar los instantes es que también se hicieron infinidfad de fotografías sobre situaciones terribles de los humanos, por ejemplo las de los Auschwitz o los Gulag.

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  11. El problema de la memoria, a mi entender, es que se convierte en nostalgia, y creo , a todas luces, que eso no es bueno.
    Me ha gustado la poesía.
    Salut

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    1. No lo veo del mismo modo. Todo consiste en controlar miradas, emociones, sentimientos, y no dejarnos afectar sino lo justo, pero no necesariamente condicionarnos la vida, es decir, la acción. A mí me sirve para reflexionar. Si solo me limitara a dejarme llevar por recuerdos y suscitar nostalgia probablemente naufragaría. Pero pensar en lo pasado es seguir intentando comprender parte o el todo de la vida, aunque aquello ya no sea tangible. Nos puede ayudar a la racionalidad del día a día, a la capacidad de comprender a personas y sucesos. Quiero hacer, en fin, lecturas constructivas de ese repaso de lo que quedó atrás. Mientras uno tenga capacidades. Si un día fallan estas, Miquel, puedo naufragar porque ya no tendré dónde aferrarme. Les ocurre a muchos. Pero se trata de demorar el naufragio.

      La poesía de Ajmátova y la de Tsvietáieva, que padecieron tanto por el estalinismo, es de una fuerza moral y poética enorme. Acércate a ellas en algún momento. No son poetas de concesiones lírícas precisamente.

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  12. A fotografia capta o momento, torna-o eterno...e sim, dá pistas para o passado e para o futuro...
    Nem todos entendem...que as memórias estão lá...
    Beijos e abraços
    Marta

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    1. Las memorias están en cada día y en cada hoira y en cada individuo, bien de manera efímera y circunstancial, pasajera, o de modo recurrente y hasta obsesivo. No puedes desprenderte del pasado, pero no puedes permitir tampoco que sea un caballo desbocado, Marta. Y, ojo, que el pasado es también lo que hicimos y vivimos ayer.

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