martes, 30 de abril de 2024

El desprovisto

 


El desprovisto. (Il derelitto. Brevissimo racconto di Pier Nicola di Bacucco)


"Vistieron a un santo tras dejar al otro en pelota picada. Y el viejo quedóse en los huesos, exhibiendo a mayores el costillar vano. Pero mantuvo la dignidad de un rostro severo e hizo gala de un tan poblado como noble mentón barbudo. Si algo no soltó, en el vaciamiento al que le sometieron, fueron los grilletes que había mantenido en su cautiverio. Largo había sido este y perdida tenía la esperanza de recuperar un estado anterior ya olvidado. Te desproveemos de casi todos los atributos, le dijeron. Pero te permitimos que te quedes con los hierros que tan dócilmente has llevado todo estos años. Total, esposas sobran en este reino carcelario y muchas de ellas terminan oxidadas a causa de los sudores y llagas que a sus portadores les producen. El santón miró complacido a sus liberadores, no tanto por la bondad de permitirle salir a una vida incierta como por el obsequio a través del cual él había cavilado que iba a predicar a los gentiles.

El hombre, precario, se debate siempre entre la esclavitud y la libertad condicional, empezó por pregonar ante sus carceleros a medida que estos le abrían el portón. Se suele decir del agónico que se debate entre la vida y la muerte, pero esta expresión se debe a una mirada superficial. Si un individuo ha llegado a un extremo de no recuperación es porque la vida ya la ha jugado y solo le queda apagarse. Sin embargo los hombres vivimos creyendo que somos lo que no somos ni tenemos. Y tan lamentable es la situación de aquellos que se acomodan en la servidumbre como la conducta de quienes ven en el margen de libertad de que disponen, engañosa y limitada, la realización total de su espíritu.

No queremos aquí locos, le dijeron los esbirros. ¿Por qué crees que te soltamos? Y el hombre se puso a andar, sujetándose a los muros de aquella ciudad podrida por los vicios. Atravesó las calles donde abundaban las meretrices ofreciendo sus carnes y los efebos sorteando sus modales y guiños. Liberado de prejuicios tras tantos años privado de una vida exterior no sentía complejos por pasear su enjuta desnudez. Sin embargo ante todos aquellos seres ofreciendo la mercadería de sus cuerpos temió ser sometido a escarnio. Pero a su paso todos los personajes callaban. Algunos se santiguaron. Otros se cubrieron sus partes mollares. Alguien dijo: es un santo varón que ha sobrevivido a las penurias. Hubo quien, perturbado por su vida libertina, de la que sabía que le abocaba a la destrucción, osó dirigirle una súplica. Ruega por nuestra salvación, ya que nuestros cuerpos están perdidos, imploró. Todos observaron su paso con profundo respeto, como si se tratase de una procesión sacra.

Acertó a llegar al trote un condotiero de buen porte. ¿No tienes nada con qué cubrir tu pestífera escualidez?, espetó al pobre hombre. Este alzó la mano mostrando los grilletes y respondió: señor, con mi flacidez me visto, con mis grillos me basto. Tu ingeniosa respuesta es profunda pero los ciudadanos no verán con buenos ojos esa facha. El santón liberado se atrevió a replicar al militar. No sé lo que es ser ciudadano. He permanecido largo tiempo en el inframundo. Se me ha negado todo menos la respiración. No sabría comportarme entre las gentes bienpensantes y tampoco quiero ser un vagabundo mal visto y peor temido. Solo quiero predicar. ¿Predicar?, dijo sorprendido el jinete. No eres clérigo, los tonsurados se te echarían encima por competir con ellos. Puedo hablar del bien y del mal, de la posesión y de la carencia, del dominio y de la opresión, del disfrute y del dolor, insistió el hombre. ¿Acaso eres filósofo o académico?, volvió a cuestionarle el condotiero. Pero él, doblando la cerviz,  apostilló: señor, fuera del mundo también se llega a saber mucho de lo más oscuro del mundo.

El caballero tiró de las bridas del animal, azuzó la cabalgadura y retomando el trote dijo al viejo: no tienes cura. ¿Acaso desconoces que las gentes ya no escuchan a predicadores de tu laya?"


(Traducción libérrima de Max Maxius)


*Fotografía tomada en la exposición "Almacén. El lugar de los invisibles", del Museo Nacional de Escultura de Valladolid en 2019.

28 comentarios:

  1. Y aún y después de tanto, su temple para continuar es asombroso, Fackel.
    Un buen día para ti.

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    1. Su temple es fuerte, pero no sé si sus prédicas e intenciones le valdrán. Buena joranada, Maia.

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  2. Tal vez en la desnudez esté le secreto de la buena vida, pero veo difícil que la gente lo sienta así.

    Es complicado. Bien hallada esa imagen. Un abrazo

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    1. Todo depende de la capacidad de cada cual para descubrirse ante sí mismo y ante ojos ajenos. Hay que ser consciente de nuestros pasos.

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  3. La gente ya no ve ni al rey desnudo. Ingeniosa la frase que le suelta al condotiero: señor, con mi flacidez me visto, con mis grillos me basto.

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    1. Todo está más desnudo de lo que parece. Lo revestido siempre es una trampa. En cualquier institución. Pero la soberbia es tanta...

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  4. Los ciudadanos, tampoco tengo muy claro lo que es eso, no estamos preparados para escuchar lo que no queremos escuchar. Nuestros oídos sólo captan las mentiras agradables, nada que nos mueva, nada que nos haga pensar...
    Mal futuro le aventuro al anciano, no tendremos piedad.

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    1. Seguro que tú como yo disponemos de un margen -o más de uno- para ejercitar pensamiento y movernos en algún sentido, o simplemente ver cierta claridad. Desconfío de los engaños agradables, la publicidad se ha impuesto como una estética nefasta y ha impregnado la política. ¿Y si los ancianos se revuelven o incluso se rebelan?

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  5. Al final ¿que pasó con el santón vestido?, no por el hecho de estarlo sería mejor persona que el desnudo.

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  6. Creio que há um certo grau de invisibilidade em todos...Há quem veja apenas o que lhe for conveniente, há quem ignore tudo e há quem sofra com tudo...
    Mas quem é mais feliz? Não sei...
    Beijos e abraços
    Marta

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    1. Muy aceertada, Marta. Olvídate de comparaciones sobre la felicidad. Hay mucha apariencia en las tribus humanas. Salud y buen uno de mayo en Porto.

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  7. Con qué poco de puede e finir una identidad: rostro y grilletes, solo eso, lo demás resulta accesorio y en tren de ser venerado pareciera que los demás atributos de santo resultan ser intercambiables. Algo así como una Barbie que identifica su oficio cambiando su ropa. La parte de abajo sería apenas una base atornilla le que le daría estatura?

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    1. Ya que te centras en la imagen, da la impresión de que al personaje solo se le iba a ver la cabeza y las manos, pues hasta los brazos son meros mecanismos de sujeción de algún ropaje. Tal vez ni siquiera estuviera concebido para ser una figura completa sino para lucir un simbolismo de torso en algún altar o relicario. Ciertamente no lo he indagado pero si doy con ello en algún momento te lo contaré. Buen uno de mayo a pesar del monstruo que arrasa por ahí, si bien el monstruo lo tenéis desde mediados de la década de los 40 del siglo pasado, ya sabes, empieza por P.

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    2. Variedad de monstruos y "monstruas" tenemos por aquí!

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    3. Por qué contarán, ahí y aquí, con el apoyo de tanta gente. ¿Serán igual de monstruos que ellos?

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  8. Ya nadie está dispuesto a escuchar, es cierto.
    Siempre me han llamado la atención estas imágenes desnudas. Debajo de su ropa, el esqueleto. ¿Se venera en ellos la ropa?

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    1. Habrá que indagarlo, Pedro. Cuando la exposición pude entearme más pero luego lo dejé, y ahora con esta entrada o estas fotos, mejor dicho, los comentaristas hacéis que renueve mi curiosidad.

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  9. Fáckel:
    el escultor puso tanto empeño y dedicación en tallar la cara (y le ha salido perfecdta) que se dijo, el resto del cuerpo ya no importa.
    Los "medios cuerpos" es una técnica más frecuente de lo que uno cree: presentadores de televisión en directo que llevan chaqueta y corbata, pero de cintura para abajo llevan chándal o pantalón corto; compañeros que asisten a una reunión virtual con camisa y... gayumbos, ...
    Salu2 enteros.

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    1. Muy bueno, Diego, en tu interpretación sobre el empeño del escultor. Acaso era tan místico que desdeñaba el transcurrir corporal. O que el personaje en su cautiverio se había quedado demediado. Y muy inteligente tu observación sobre los presentadores sentados. Porque luego hay presentadoras y presentadores de pie, andantes "e mobiles", no lo olvides. En esto de los medios tv ya no saben qué inventar para desmarcarse unos de otros, pero resulta que enseguida son todos iguales en cuanto a exposición.

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  10. Excelente narración tanto por el tema como por la forma de la expresión. ¿Por qué no te planteas autoeditarte un libro con todo ese caudal de escritos que te caracterizan? Cuesta un dinerillo, pero vale la pena...

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    1. Gracias. Es que soy un escéptico, Luis. Pero me anoto tu opinión por si cambio de criterio.

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  11. Hay algo en esta historia que es como si pidiera más, y me supo a poco.

    Ander

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    1. Tal vez, Ander, tal vez, pero mejor dejar dosis cortas y puerta abierta a nuevas dosis.

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  12. Pobre viejo. Puede ser que haya entendido la obscuridad de ese mundo; quizá entendió hasta su propia obscuridad. ¡Suerte en tu prédica, viejo!

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    1. Cierto, obscuridad que debería compensar con la búsqueda de la claridad, que no es precisamente revelación celestial. La suerte siempre es obscura, en el sentido de que no se ve venir, incierta.

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  13. "El hombre, precario, se debate siempre entre la esclavitud y la libertad condicional": em recorda Kafka a El procés quan diu allò de "l'absolució aparent" al costat de "l'absolució postergatòria". O sigui, l'absolució impossible, facis el que facis.

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    1. No sé si la absolución es imposible o también precaria. Es un término que más allá del contenido jurídico -tan necesario para los inocentes- suena tantas veces a metafísico...

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