sábado, 30 de marzo de 2024

Ejercicios de instinto (Tiempo es materia. Materia es tiempo. Y Richard Serra)






¿Fueron sus curvaturas?¿Acaso sus concavidades? ¿Tal vez las espirales? ¿Sin duda lo elíptico? ¿O unas rectas que se distraían formando paralelepípedos? La geometría es forma y medida. Preserva la solidez de cualquier mineral en su estado bruto. Sortea así la materia del tiempo, tan sinuosa. 

¿Recuerdas cuando jugábamos al esconderite lerite lerón? Los espacios más cavernosos nos atraían. Era el instante de la fuga, de la ocultación de lo ordinario, del escape a la conceptual rectitud que se nos imponía. 

La capacidad del artista orfebre. Lo grande es pequeño. Lo pequeño es enorme. Lo simple es complejo. Lo complejo se reduce. Los volúmenes son lo que la mente del hombre quiera que sean.

Yo no salía nunca. Se me daba muy bien la permanencia en los recovecos de la casa ruinosa, bajo las higueras, acostado en la estrecha acequia junto al muro. Todos me llamabais a gritos. Yo me perdía en mí mismo. Me separaba del grupo. Me dejabais por imposible. Ya entonces la tribu me llevaba a la soledad.

Las vidas de los materiales. Sus movimientos en dos sentidos. Uno temporal: cualquier avance se detiene antes o después. O se demora. Otro espacial: permanecen en un espacio preciso.

Nuestra imaginación nos hacía estar en otra parte. O tendíamos a ir ese otro impreciso lugar. Hubo quien al crecer resultó ser práctico, seguir lo rectilíneo, y asumió otros juegos marcados y sus distancias medidas. Otros concebimos la vida como juego continuo. Se trataba, se trata, de adecuarnos ficticiamente a sus modalidades pero a la vez trazar los signos que nos enseña la naturaleza interior. Y construir una morada que nos permita sobrevivir sentidamente. Auto instigándonos a un descubrimiento sin fin.

La observación y el pensamiento son aliados de las obras. La materia se ofrece pero los hombres deciden qué hacer con ella. El creador puede transformarla para su íntima interpretación. O puede prestarla para que la obra sea aplicada con lo que la sociedad llama la practicidad. En cualquiera de los dos casos a los individuos se les ofrece la posibilidad de la contemplación. Y también el acogimiento.

Me dices que sigo empeñando en jugar al escondite como entonces y que acaso por eso nunca llego a nada, a nada reconocido por la grey, a nada enaltecido como valores ad hoc. Pero ¿a dónde hay que llegar? ¿Cómo buscar tu propia materia si no te apartas de la que se te vende como falsa?

Cualquier progreso no es lo que parece. El progreso es un concepto cultural y no sé si existe como biológico, pues ¿en qué sentido se avanza y hay superación? Pero también la cultura es materia. O una elaboración de la materia con los perfiles que el humano ha ido marcando a lo largo de su recorrido temporal.

Te has avergonzado de que en el museo me moviese entre las portentosas figuras de acero como un crío. Ágil, inquieto, yendo para adelante y para atrás, tocando. ¿De qué otro modo podría haberme comportado para poder sentir aquellas estructuras que ora me parecían gigantescas, ora adaptadas a mi proporción, pues era yo quien crecía?

La obra del artista se somete al individuo que la mira. Metáfora. La forja no es más que el desarrollo que cada individuo logra de sí mismo. Metáfora añadida. La oxidación nos habla de la transformación de nuestros cuerpos. Envejecer  no es abandono, es epifanía de nuestras posibilidades.








* Richard Serra retornó a otro estado de la materia el pasado martes 26. 


miércoles, 27 de marzo de 2024

Ejercicios de instinto (Helénicas)

 




"Quédate frente a mí como un amigo
y despliega tu gracia ante mis ojos".

Safo de Lesbos, Poema Quédate.



Yo estaba de paso allí cuando se inauguró el santuario. 
Vosotras, servidoras de la divina madre Deméter, 
sumergidas en la sutil transparencia del peplos,
caminabais de puntillas sobre el silencio de lo sagrado,
y al ritmo del baile flotante se despertaba el paisaje de olivos de la vieja patria, 
no ignorando que la patria verdadera se halla donde se pisa.

Deslizándoos en torno al inabarcable pórtico de columnas sin fin
llegó la noche y Dionisos ungió con sus artes terrestres
vuestros ligeros pies y regó con exquisito néctar vuestras entrañas. 
No quiso Eolo ser menos y os levantó travieso los rizados cabellos,
mientras vosotras, henchidas por la seductora melodía del aulós de un púber,
os entregabais a la convulsión despojándoos de los vestidos de fiesta.

Advertidas de que yo permanecía atónito ante el misterio oferente,
sin detener la danza me enredasteis con el dulce tono de estas palabras:  
Extranjero, ¿no sabías que la esencia de la celebración de lo divino 
está en la vaporosa desnudez y en las flexibles torsiones del cuerpo concedido?
Tuya es la contemplación, caminante, pero nuestra la naturaleza gozosa que la procura.
Ni dioses ni mortales podrán ser nunca otros amos que de sus propias fantasías.

 



*Fragmento de una posible metopa del santuario arcaico griego de Griso Laboccetta, Calabria, con representación de mujeres danzando.

lunes, 25 de marzo de 2024

Ejercicios de instinto (Ebriedades)

 



gustaba de raer la sequedad del borde de sus labios, él decía son como una ganzúa los tuyos, aunque me resista logras vencer la resistencia, por qué, masculló la mujer, te ibas a resistir a dejarte abrir la pequeña puerta del goce, no hables, dijo con voz tenue el hombre, y ellos se entregaban a escanciar sensaciones, como si en ambos fuera la primera ocasión de probar una boca, y en cierto modo lo era, pues cada paisaje, llámese labios o torso o espalda, no se califica tanto por su aspecto exterior como por el calor que emiten porque el calor es diferente en cada mujer y en cada hombre, no solo el calor que se recibe sino el que se concede, y al parar por un instante el ejercicio de instinto ebrio, se miraban con miradas largas, y el misterio residía en que él miraba con los ojos de ella y ella con la retina de él, y los dos veían lo oscuro, y en ese intercambio circulaba el misterio del placer, la antítesis del desastre del cuerpo que en otras ocasiones solo sabe de dolor, y ese toma y daca volvía a precipitarles en ensoñaciones derramadas, conjurando hechos y dichos de sus vidas, renunciando a los tiempos, pues ambos sabían, saben, que su proximidad de hoy puede ser la disgregación de mañana, es el sino, pensaban sin decírselo, tal vez nos falta el calor cotidiano, por eso hacen acto de presencia pensamientos que no conducen a ninguna parte, por eso se exhiben impotencias que nos incapacitan para reaccionar, y ella dijo de pronto: estamos viviendo el tabú, la imposibilidad de que el disfrute sea una permanencia, y ellos se ensalivaban y al no distinguir qué líquido era de uno o de otro se crecían en estímulos, se sumergían en precipitaciones físicas que se adueñaban de la razón, acaso hacemos de la razón, y el dijo entonces racionalidad, y ella insistió, no, la razón, tal vez la integramos con la belleza de esta animalidad y entonces la pensamos sin abandonar nuestra condición y la ignoramos sin rehuir el entendimiento, y a medida que el sudor de sus cuerpos hacía que estos patinasen, el uno contra el otro, aguanosos y beodos, comenzó su delirio, somos peces, dijo el hombre, te das cuenta, nos perseguimos como animales acuáticos, añadió ella, y haciendo de la espiral de cada uno una única espiral se sentían despeñados a lo abisal, donde la temperatura es más cálida cuanto más honda es la materia íntima, sin resistencias por ninguna de las dos partes, porque las especies marinas, como ellos estaban siendo en esos momentos, juegan a atraerse y rechazarse para reencontrarse de nuevo, buscando una alimentación mutua, porque ningún ser de las profundidades debería quedar a merced de nadie,  e incluso si uno perece el otro no debe sobrevivir, y ella dijo casi sin pensar, no huimos, verdad, y él movió la cabeza de un lado a otro, por intuición, porque no era el pensamiento el que les dirigía sino que aquello que les arrojaba al delirio era la sustancia que los humanos llaman deseo   




 



*Fotografía de Éric Marváz

sábado, 23 de marzo de 2024

Ejercicios de instinto (Desasosiegos)

 



Qué buscamos mientras soñamos a quiénes 
se nos brinda la oportunidad 
de recuperar en su plenitud tangible
me pregunto si perseguimos lo mismo de lo que huimos
o si nos damos a la fuga de una perpetua persecución
donde se disuelven las voluntades y los deseos
sin embargo en los sueños nada alcanzamos 
que no hayamos antes perdido y nada obtenemos
que no esté a nuestro alcance palmario
en los días contados donde lo visible se oculta
donde lo recóndito se revela como un don
y al alargar la mano se nos escapa
con la presteza y la fragilidad de lo acuoso
imprudente y aciaga esta disparatada condición nuestra
que lo más obvio no sabe interpretar 
cuya salida no encuentra siquiera en su cenital nitidez
desasosegados por las fuerzas que tiran en direcciones opuestas
mutilados por la incapacidad de prevenir a tiempo
el modo de no perecer al hostigamiento 
al que nos someten las bestias insurrectas





*Ilustración de Liliana Inés González

jueves, 21 de marzo de 2024

Ejercicios de instinto (Deslizamientos)




Blanco es el río de los exterminados, 
dijiste, y demasiado calmo su curso
para tanta agitación de las vidas perdidas.
¿Será este el perpetuo destino de los humanos sin sosiego?
Abstraído en la contemplación de las impolutas pirámides 
que flotantes se deslizaban hacia la ciudad
imaginé que aquellas vidas soterradas
no habrían sido distintas a las de los depredadores y asesinos. 
Y luego exclamé: ¿Qué convierte a individuos normales y próximos
en aniquiladores de sus vecinos? 
Tú fuiste incisiva de nuevo: Acaso
jamás llegaron a conocerse sinceramente
y vivieron de espaldas entre sí, nunca cara
a cara ni hombro con hombro,
secuestrados todos por banderas y creencias.





*Fotografía de Inés González.

miércoles, 20 de marzo de 2024

Ejercicios de instinto (Cornejas de Sarajevo)

 



Fue al bajar por la ladera hacia el Miljacka
cuando se te ocurrió: ¿olvidarán alguna vez estas gentes
el martirio de aquellos días funestos?
Tu agudeza nos sumergió en el silencio de la niebla.
Pero de pronto, al ver el vuelo de las aves 
detenerse sobre el mármol de las lápidas
obtuve la respuesta:
habrá que preguntar a las cornejas.

  


*Fotografía de Inés González Soria

martes, 19 de marzo de 2024

Ejercicios de instinto (Consejos de los muertos)

 


Los muertos, con sus voces serenas,
me piden mansedumbre:
es por tu bien me dicen,
que de sobra te conocemos.  
Son tercos los muertos.
También prudentes, y curados como están
de los vaivenes de sus vidas gastadas
me insisten: no merece la pena
inquietarse por las palabras necias
y las obras desdichadas de los hombres.
Yo miro de reojo a los muertos, sabiendo 
que su posición es cómoda y se permiten 
consejos a diestra y siniestra con ventaja.
Todo es más inmóvil de lo que parece,
me susurran, y debes descubrirlo por tu bien
antes de llegar a la definitiva quietud. 
Empeño generoso el de los muertos
en apaciguar mis iras cotidianas
y este empeño propio en urgir,
funesta condición humana, 
quehaceres evitables y amargos desasosiegos 
que no conducen sino al hastío.




lunes, 18 de marzo de 2024

Ejercicios de instinto (Descripciones)

 



Vagido en el limo
Trazo en el aire 
Letra en la arena 
Señal en el agua
Muesca en el árbol
Quejido en el fuego
Huella en la senda
Silencio en el trance

Así representamos la inmanencia de los días 
          confusa descripción de lenguajes relevándose
en medio de suspiros




*Hoja encontrada dentro de un libro de fotografía de Aleksandr Mijáilovich Rodchenko.

domingo, 17 de marzo de 2024

Ejercicios de instinto (Arcillas)

 




Que la poesía sea barro, ¡barro! 
Para que nuestras manos recreen las vidas
                       que no están sabiendo
modelar las palabras.






*Fotografía de Tony Catany.

sábado, 16 de marzo de 2024

Ejercicios de instinto (Ménade)

 


Cuando pronunciar su nombre
es un acto 
               de enajenación

(Cuando invocar tu nombre
es una caída
               en la exasperación)





*Ménade furiosa, copia romana de un original atribuido a Scopas de Paros.

viernes, 15 de marzo de 2024

Ejercicios de instinto (Erosiones)

 



yo contemplé absorto su anciana presencia
la fuerza rediviva de los grandes maestros

no pude reconocer ni a los dioses ni a los héroes
pero sí a los esclavos y a los artesanos hacedores

poco a poco vi caer frontones y arquitrabes
los fustes se mellaron y en el basamento rugió la hendidura

me habló la voz sensata: no temas las implacables marcas del desgaste
la acción tenaz del viento también nos erosionará a los mortales

si entre tanto legado belleza hubo un día 
admiradas para siempre permanecerán sus ruinas.





*Fotografía de Frederic Gardner para Albert Kahn en Los archivos del planeta.

jueves, 14 de marzo de 2024

Ejercicios de instinto (Libación)

 



Beberé la luz fría 
               de tus ojos de invierno 
hasta vaciar sus cuencos 

después quedará nuestra ebriedad
               en el fondo de un pozo
que cubriremos de arena






*Grabado de la Suite Vollard, de Pablo Picasso.

martes, 12 de marzo de 2024

Ejercicios de instinto (Repeticiones)

 




pulso de tus escrituras 
lejano y viajero 
          quién te ofreció sus tintas ocultas
para nutrir al viejo cálamo 

calígrafos de la cuña
que enlazaron el barro y la palabra
          y escribas de zocos y bazares
te enseñaron las primeras siluetas de sus alfabetos

a aquel sonido de labios 
murmullo de trazos rectilíneos o caricia de una curva sutil
          lo llamaron letra
y abrieron territorios transversales

tú solo repites los ancestrales signos
          mascullando torpemente pensamientos desordenados



lunes, 11 de marzo de 2024

Veinte años después del 11M : el color negro, Malevich y Michel Pastoureau

 


Al recordar un año más el alevoso y cruel crimen terrorista del 11M en el año 2004, cometido por mano islamista radical, pienso en un color: el negro. Y lo relaciono enseguida con el cuadrado de Malevich y con Michel Pastoureau. Aunque el negro es un color que a quien más o quien menos de los españoles de lejanos tiempos nos persigue: lo identificamos con la siniestra oscuridad de la época o con las casullas de los curas en los funerales, es decir, con algo relacionado con la muerte. Tal vez por ello el negro también lo asocio con el comportamiento falaz y oprobioso de un gobierno que mintió descaradamente a la sociedad española en el momento del suceso fatídico y, con apoyo de medios de prensa acólitos, siguió propagando dudas. Porque el engaño, la manipulación y la negación de la realidad son siempre negros.

El historiador francés Michel Pastoureau en su Diccionario de los colores, dice del color negro:

"He aquí cómo podría presentarse un cuadro sinóptico de las distintas funciones y significados del color negro en la cultura occidental:

1. Color de la muerte.

2. Color de la culpa, del pecado, de la deshonestidad.

3. Color de la tristeza, de la soledad, de la melancolía.

4. Color de la austeridad, de la renuncia, de la religión.

5. Color de la elegancia y la modernidad.

6. Color de la autoridad."

Estos son los enunciados que hace Pastoureau, luego los desarrolla. Por ejemplo, en el color de la muerte cita: infierno, diablo, tinieblas, luto, rituales funerarios, etc. En el color de la tristeza y la melancolía señala: pensamientos negros, tétricos, ideas negras, color de la vejez, del miedo. Etcétera.

En aquel lamentable y horroroso episodio del 11 M, ¿cuántas de estas categorías afectan al suceso y al posterior comportamiento que negacionistas, conspiranoicos y políticos de derechas se han empeñado en mantener en su negra oscuridad?

Pero las víctimas están ahí: 192 muertos, 2.000 heridos. Gente común e inocente que iba a trabajar, a la que no se puede olvidar. Solo los portadores de la miseria moral olvidaron a las víctimas desde el día siguiente.



* Cuadrado negro sobre fondo blanco, de Kazimir Malevich.


sábado, 9 de marzo de 2024

El pájaro es pájaro. Acompañando con la canción Txoria txori, interpretada por Mikel Laboa




No está mal haber cambiado los pájaros de Sarajevo por las aves de la Patagonia. En paisajes tan diferentes también se encuentra el hombre. No solo el hombre abstracto o el natural del lugar, sino el más preciso, es decir, tú y yo. El pájaro es pájaro, cantaba el inolvidable y dulce Mikel Laboa. Y el hombre es hombre allá donde llega o donde resiste. Los que no sabemos de pájaros creemos saber de hombres. Pero tampoco. Los vuelos de esta especie son mucho más complejos y a medida que la vejez nos va proporcionando mayor perspectiva, o eso se supone, porque la vejez es la distancia, también nos engaña en nuestras apreciaciones. ¿Vemos lo que es o lo que nos gustaría ver? ¿Volamos guiados por instinto o por racionalidad? Del río Miljacka, aún sangriento, al desierto olvidado al que cobija la Cruz del Sur, los hombres no cambian. Sentados al borde del río bosnio hablamos mucho sobre las glaciaciones y cómo estas propiciaron o refrenaron las migraciones de aquellos primeros hombres erguidos. En parte la conversación era ficción. ¿No es siempre una ficción cuando hablamos de los demás? ¿No hay acaso una simulación cuando hablamos de nosotros mismos? Pero ahora, en la Patagonia, ¿qué se impone? Tal vez solo el silencio. El silencio humano. Porque las otras voces, las de los pájaros, se encuentran en otra dimensión donde nunca llegaremos.


En tiempos de pájaros de mal agüero, de pajarracos y de carroñeros viene bien escuchar una melodiosa canción de Mikel Laboa, Txoria txori (El pájaro es pájaro) Dulce y conmovedora en su letra y en su tonalidad de canto. No sé si porque me retrotrae al pasado o porque la belleza se perpetua entre quienes la deseamos siempre que la escucho me emociono. El pájaro quiere ser pájaro y ya está bien de cometer tropelías. Su letra:


Si le hubiera cortado las alas
habría sido mío,
no habría escapado.
Pero así,
habría dejado de ser pájaro.
Y yo...
yo lo que amaba era un pájaro.



Hegoak ebaki banizkio
nerea izango zen,
ez zuen aldegingo.
Bainan, honela
ez zen gehiago txoria izango
eta nik...
txoria nuen maite.




*Ilustración de Inés González Soria

viernes, 8 de marzo de 2024

Barbara Kruger saca la lengua a la mujer objeto

 

(El dinero puede comprarte amor)


Pocas palabras bastan cuando se ven las obras de Barbara Kruger, artista y diseñadora gráfica harto conocida que aúna fotografías con mensajes. Y los mensajes, bajo una tipografía -la Futura Bold- se refuerzan y potencian. Lo sorprendente es cómo introduce en los textos críticos los pronombres. Esos yo, tú, te, nosotros comprometen al lector, hace que este se implique y se registren en su pensamiento. Varios lenguajes se superponen entre sí. La intención al elegir determinadas imágenes, el texto crítico que retuerce la imagen, el uso gramatical en las frases, el tipo de letra, todo constituye un solo cuerpo que llega al lector, al espectador. Al hombre común. A las fotografías las da un giro, si no un vuelco al proponer sus propios mensajes. Dando la batalla contra un mercado que hace que todos nos convirtamos en objetos. Contra el odio a las mujeres. Contra los abusos. Contra los estereotipos y tópicos que convierten la normalidad en injusticia. No son obras recientes, pero todas ellas han pasado ya al mundo de la creación clásica. Lo que vale, lo que permanece, lo que orienta hacia otros trabajos y esperemos que hacia otras actitudes de comportamiento personal y social. Una línea a seguir en las creaciones críticas, pero que también el mercado ha sabido utilizar en su provecho. El eterno juego de la compra y venta continúa abierto. Como el de la integración plena y reconocida de la mujer en la sociedad.


(No necesitamos otro héroe)


(Tu cuerpo es un campo de batalla)


(Compro luego existo)


(No lo suficientemente estúpida)


                                                                       Barbara Kruger



jueves, 7 de marzo de 2024

Entrada abierta: entren y vean y escriban sus impresiones

 

(Niños de Gaza esperando con sus cacerolas el suministro de comida)

A continuación, en el apartado de comentarios escriban libremente y, por supuesto, solo si lo desean, estimados blogueros, lo que les sugiera la imagen.








Muchas gracias por su aportación.

martes, 5 de marzo de 2024

Ejercicios de instinto (Persecuciones)

 


Tu semblante multiplicado
facciones que se recrean y mudan
gestos que interrumpen la quietud
agitadas ramas que sobrepasan las dimensiones de tu cuerpo
incontenible deambular por regiones incógnitas
persecución de los monstruos que acechan
pertinaces retadores desde la intemperie
impávidos vacíos insomnes
a los que apartas y desordenas confundiéndolos

mas yo te busco entre la maraña del viento y los bucles de las aguas
observante de tus pausas improvisadas y perplejas
  
¿deberé llegar hasta el Fujisan en persecución de tus huellas?
 



*En la fotografía Maya Deren.

domingo, 3 de marzo de 2024

La belleza de la cerámica griega que seduce y compensa a Max

 




Oye, la belleza ¿es única o se multiplica con la mirada? Max entra eufórico. ¿Viene la pregunta para contraponer la portada nada estimulante de la prensa de hoy?, le replico. Max tiene el resuello más agitado de lo ordinario. Algo así. Porque cuando me llegan ciertas noticias busco el  antídoto. Intento calmarle sin reprimir su entusiasmo. A ver, ¿qué belleza te ha deslumbrado esta mañana fría? ¿La llamada inesperada de una ausencia que te solicita? ¿El paisaje nevado? ¿El menú que anda rondándote en la cabeza? ¿Alguna obra de arte? Para, dice, es fácil. Me ha venido de pronto a la mente una pieza cerámica que vi hace tiempo en el museo de Ferrara. ¿Te acuerdas que a raíz de leer a Bassani no pude reprimir la visita a la ciudad del Po? Pues allí, entre tantas cosas interesantes, y bellas, por supuesto, encontré una especie de jarra, askós la llamaban los griegos, que no tenía pérdida. Ni en forma, ni en decoración de figuras y colores, y pensé que servir vino con aquella jarra excepcional debía ser por sí mismo la belleza personalizada en acto. Eres tan espiritual, le he dicho de sopetón, aun sabiendo que no le gusta que le llame espiritual. Luego he corregido: hedonismo puro es lo tuyo. ¿Y lo tuyo, no? Si admirar la belleza por encima o como contrapartida a las desdichas del mundo es hedonismo, seamos, pues, todos epicúreos en lugar de banales sufridores. ¿Ignorando los sucesos y los malos augurios?, salto contundente. No, dice, no se puede ignorar el estado dramático de las cosas porque todo lo que ocurre forma parte de nuestra vida y a la vez nosotros somos, y ya veremos si seremos, conforme a lo que acontezca. Te diré más. Belleza sí, siempre persiguiéndola, recreándola con la mirada y las sugerencias que nos produzca, hasta embriagarnos con ella. No para negar el mundo, sino para evitar que caiga en el desastre. Porque, ¿qué hacemos cada uno de nosotros por evitar los peores tiempos que pueden llegar? Max me ha dejado sin palabras y, de no ser por el askós, me hubiera hundido.



* Imagen: Askós con forma de pájaro, conservado en el Museo Arqueológico Nacional de Ferrara.