martes, 19 de marzo de 2024

Ejercicios de instinto (Consejos de los muertos)

 


Los muertos, con sus voces serenas,
me piden mansedumbre:
es por tu bien me dicen,
que de sobra te conocemos.  
Son tercos los muertos.
También prudentes, y curados como están
de los vaivenes de sus vidas gastadas
me insisten: no merece la pena
inquietarse por las palabras necias
y las obras desdichadas de los hombres.
Yo miro de reojo a los muertos, sabiendo 
que su posición es cómoda y se permiten 
consejos a diestra y siniestra con ventaja.
Todo es más inmóvil de lo que parece,
me susurran, y debes descubrirlo por tu bien
antes de llegar a la definitiva quietud. 
Empeño generoso el de los muertos
en apaciguar mis iras cotidianas
y este empeño propio en urgir,
funesta condición humana, 
quehaceres evitables y amargos desasosiegos 
que no conducen sino al hastío.




28 comentarios:

  1. Los muertos, cuando nos hablan, nos dan consejos, porque ellos ya tienen todo el tiempo del mundo, y lo de las prisas no pueden entenderlo. también ofrecen tolerancia, lo cual es bueno.

    Un buen poema. Un abrazo.

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    1. Y sufrieron análogas circunstancias a las nuestras, pero mia que no les hacemos caso, eh. Saludable vida, mientras.

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    1. Es que son muy listos, o eso, juegan con ventaja.

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  3. Me sorprendes. ¡Felicidades!! Lamentablemente, sigo sin encontrar ni uno solo que me dirija la palabra. Está clarísimo que caigo mal.

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    1. Será que les rehúyes sistemáticamente, aunque no voy a decir que haya que sentir empatía por ellos, solo con aquellos que en vida la hubo.

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  4. Me imagino que ante el espectáculo del cotolengo patrio aunque ya estén curados de espanto seguramente no terminan del todo de asombrarse aunque saben de sobras que al final estos actores terminaran por comprender la gilipollez de sus actos. Y es que dentro de 100 años todos calvos y sonrientes.

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    1. O acaso mucho antes, Erik. Precisamente estoy leyendo estos días una novela muy satírica, divertida y fantasiosa titulada La nube púrpura, de un tal M P Shiel que sin quererlo me hace pensar en lo que denominas cotolengo patrio y yo añadiría mundial, aunque de cotolengo (casa de caridad para enfermos y necesitados) no sé si tiene algo, pues compasión, caridad y ayuda mutua están a la baja.

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  5. Este poema tuyo a pesar de estos muertos un poquito castradores y llenos de advertencias, tiene cierto humor, o así lo percibo yo. La verdad no sé si tienen ventaja, porque muertos son, creo que prefieres sentirlos así para seguir siendo vos, un ser humano con todo lo que implica : desasosiego, bronca, pasión, rebeldía. Sigue mirándolos de reojo.

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    1. Por supuesto, las voces de ultratumba no siempre son las de sabiduría y menos las de divinidad alguna, y sí representaciones de nuestras propias contradicciones. Ciertamente son las emociones y las pasiones las que probablemente nos hagan más profundamente humanos, pero la discordia, la bronca, el desentendimiento con otros humanos acaba agobiando en exceso, ¿no crees? No dudes que sigo mirando de reojo a los muertos, no son ellos precisamente los que me inquieten.

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  6. Imagino que han conseguido la sabiduría eterna.

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    1. En absoluto si se mira desde un punto de vista viviente. Pero la nada debe ser muy sabia también.

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    2. Cómo quieras, pero eterno seguro.

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    3. La nada seguramente es eterna.

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  7. Por lo escandalosamente pronto que olvidamos a los muertos, me adjudico el derecho a disentir de ti. Pero cada vez que leo algo tuyo me digo lo mismo: "Este tío sabe escribir..."

    Chiloé

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    1. Yo disiento de mí mismo, tal vez por ello escribo, pero me ha pasado desde mi juventud, solo que entonces escribía...otras cosas. No creo que olvidemos a los muertos -por otra parte no es objeto de ese texto el olvido o el recuerdo de ellos- puesto que nunca nos desprendemos de ellos (al menos no de aquellos que más nos afectaron)

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  8. Esas voces o consejos ¿no serán del muerto que llevamos dentro y que se quiere comer al vivo?

    Ander.

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    1. Pues no lo descarto, me quedo pensando en ello. Gracias, Ander.

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  9. Fáckel:
    y no aprendemos, oye; no aprendemos.
    Salu2.

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    1. Siempre queda algo, es que como perpetuos escolares que somos a lo largo de la vida unos somos más lentos que otros en el aprendizaje.

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  10. Los muertos no se cuentan ni cuentan, salvo que uno ande por Comala.

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  11. Tengo la esperanza que estén de vigías como ángeles de la guarda.
    Me ha gustado mucho, Fackel.

    Un fuerte abrazo.

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    1. Me parece que como no nos guardemos nosotros... (ellos de todos modos son parte de nosotros, de alguna manera, vía buen recuerdo, espero)

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  12. "Todo es más inmóvil de lo que parece": tant de bo. Jo sóc molt de Parmènides.

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    1. Sobre todo cuando los evocamos (o les invocamos para involucrarlos en una opinión)

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