miércoles, 15 de febrero de 2023

Dos cabalgan en multitud

 




¿Voy a por ti o vienes a por mí? No se escucha bien si lo dice el persa o el macedonio. Hay ya demasiado ruido de cascos y atronadores bufidos que se agrupan inquietos. Las voces guerreras se suman a la irracional agitación. Las arengas y las pócimas letificantes excitan los instintos ante la inminente contienda. Todos dejan atrás los recuerdos de vidas anteriores, las imágenes de las familias, los paisajes que acaso no volverán a contemplar. Solo impera el estímulo del botín prometido y el culto al líder que creen que les conducirá a la victoria. Tras el tenso orden de las filas de los ejércitos, se extiende la sombra de una algarabía que todos saben que va a ser mortal. El macedonio y el persa han arriesgado mucho. Se tienen por conquistadores y desestiman la opción de pacificar sus disputas. Solo podemos quedar uno, cuentan que pronunció el soberbio heredero de una cultura secular que había absorbido otras culturas. O eso se creía. La batalla en ciernes no es de milicias y pertrechos, sino de materias. De una sola masa que una vez haya transcurrido el enfrentamiento se disolverá. De pronto el tono se rebaja paulatinamente. Los movimientos se detienen. Una contenida y aparente calma inunda el escenario extenso de la llanura. Todo parece decidido. Pero se envían emisarios en direcciones opuestas. Nadie sabe si por cortesía o por las oscuras reglas de la guerra. Solo los caudillos de ambas formaciones conocen el contenido de las conversaciones cruzadas. ¿Vas a atacar tú primero o lo hago yo? El emisario vuelve con una respuesta que no aclara nada y que además consiste en una pregunta baldía. ¿Podemos llegar aún a cierto acuerdo que no perjudique intereses de ambos ? El correo gira el caballo hacia la línea opuesta. No he llegado hasta aquí para volvernos cada uno por nuestro lado. Vuelta a la otra posición. El mensajero, que es un intérprete ducho de las lenguas, se concentra en no perder el sentido del mensaje. La cabalgadura hace lo propio en su ida y vuelta continua, como si se tratase de la simple partida de un juego. Yo tampoco; hemos invertido mucho dinero en armas y en impedimenta como para no justificar el gasto. El emisario suda imparable. El sol, la tensión, la corrección en transmitir las misivas hacen de él un bulto acuoso y maloliente. Aún podríamos salvar algo más valioso, las vidas de todos nosotros. Los mensajes ya no se sabe si van o vienen. Las vidas son el precio añadido. Nadie desea perderlas pero en este trance los hombres no son hombres, las vidas no son vidas. El correo siente que se le nubla la visión; teme que también se le obnubile la memoria. En ese momento ante el otro caudillo su habla se paraliza. ¿Qué ha dicho mi oponente?, le grita el jefe.  Que no sabe qué hacer, se inventa el jinete volante. Di a ese soberbio que yo también dudo, pero ¿qué dirían de mí los míos si renuncio a la tierra y al triunfo que les prometí? Exhaustos, el legado y su corcel van hacia las filas contrarias. Dice que no va a atacar si tú no atacas, transmite desfigurando con intención lo que le han dicho que transmita. Acabemos de una vez, sentencia el otro rey. Ve a tierra de nadie, emisario, por si te necesitamos de nuevo. Y vosotros, los de pulmón potente, haced sonar los cuernos para la disposición de ataque antes de que lo decida también el enemigo. Las crónicas relatan que por un momento se detuvo el tiempo.





* Fotografía del mosaico que representa la batalla de Issos, entre Alejandro Magno y Darío III. Procedente de la Casa del Fauno de Pompeya se halla en el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles.

15 comentarios:

  1. Cuesta de creer en semejante conversación, antes de un combate que puede ser decisivo para cada uno de los bandos.

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    1. Por eso mismo hay que inventarla (la conversación)

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  2. Ah, y de hecho fue decisivo para uno de ellos. Con el triunfo del macedonio los persas perdieron Egipto y territorios de Asia Menor y la salida al mar, es decir, todo lo que había supuesto antes la expansión aqueménida. Cést l'histoire .

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  3. A tensão na batalha... os pensamentos que ocupam cada um dos intervenientes....Acho que naquele momento o que interessa não é ganhar a batalha, mas sobreviver... Alguém sobreviveu para relatar a vitória de um e a derrota de outro...
    Como sempre interessante...
    Beijos e abraços
    Marta

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    1. Pero en este caso -y en todos en general- los contendientes querían alcanzar la victoria, porque eso conllevaba más extensión territorial, más poder e influencia, más botín, etc. Es decir una hegemonía clara y un reparto de aquel mundo. La tónica de los conflictos siempre es la misma y, por supuesto, los grandes perdedores no son solo los guerreros sino la sociedad civil.

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  4. Imagínate que los dos desistieran y abandonaran la contienda, y que luego les siguieran el resto de la tropa de ambos lados. Y así en todas las guerras, creo que la historia de una deserción en masa y encadenada a los largo de los siglos, nos habría convertido en una humanidad fraterna y mucho más desarrollada.

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    1. O acaso no existiría el concepto y conciencia de fraternidad. Fraternidad y adversidad, o amor y odio si prefieres, no pueden existir sin darse como contrarios...o complementarios. Nos gusta el idealismo, pero me temo que la humanidad no se ha forjado sobre virtudes o valores idealistas (aunque los utilice y creo que no para bien) sino como enfrentamiento con la dureza, la de la naturaleza circundante y la de la naturaleza de la propia especie. Cuesta desentrañar la esencia de las cosas, las ideas -sean abstractas, personales o ideológicas de masa- nos obnubilan día tras días. Un abrazo.

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  5. Cuidado!! si no fuimos testigos del acontecimiento porque se dice que 1- La historia la reescriben los vencedores a su gusto y 2- un tal Fomenko, rusito él, dice haber descubierto que mucha historia antigua fue inventada porque según sus cuentas faltan un porrón de años para llegar al s. XXI. Hay muchos científicos estudiando sus teorías y no me he enterado que la hayan descartado, sino más bien lo contrario.
    Por ej. los antiguos catedráticos a punto de jubilarse, se negaron a estudiar los temas cuánticos porque no los podían comprender, prefirieron que quienes tomaron su relevo lo hicieran, y mientras tanto se graduaron muchísimos estudiantes con conocimientos incompletos. Ahhh y en la materia de historia los profes se negaron a reescribir “lo recientemente descubierto” en muchas ruinas arqueológicas, entre otros medios.
    Solo se que nada se y lo peor es ni me preocupa, bastante hay con descubrir de frente las miserias humanas, inventadas o no, durante la pinza de vida que nos tocó vivir. Alabo, pues, tú imaginación porque la creatividad es el mayor de los dones. Y no me vale lo de engendrar hijos como muestra de creacionismo, que desgastan los cuerpos y los nervios de al menos la mitad de la población. Amén de disponer de recursos ajenos para su desarrollo. En fin.....aquí no escapa ni el apuntador, ni el vencedor de este aun colorido mosaico por mucho que creyera ganar. A mi modo de ver, solo se “embarraría“ mas.,

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    1. Pero parece ser que el resultado de aquella batalla rehizo dos mundos y dos situaciones hegemónicas enfrentadas. Si algún día se conoce más y con distinta perspectiva ya lo sabremos, o lo sabrán los que vengan (y se interesen) detrás de nosotros. Imagino que habrá habido mucha manipulación y resistencia al conocimiento en todas las esferas del pretendido (a veces pretencioso) saber. La Iglesia misma se ha resistido ¡y se resiste y opone! a los grandes descubrimientos humanos. Pero ya ves, se sigue sosteniendo sobre ideas no comprobadas, no hace falta que te diga cuáles.

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  6. Fáckel:
    interesante reflexión.
    ¿Qué pasaría si el intermediario cambiara las palabras que traduce a cada una de las partes? ¡Podría desencadenar la guerra o la paz!
    También me ha parecido muy interesante el momento en el que se dice ¿y ahora, cómo voy a detener la guerra con lo que les he prometido a mis soldados y con lo que ya llevo gastado en armas y demás utillería bélica?
    Me imagino al GHP (gran hijo de p) de Putin en ese dilema: ¿cómo voy a detener la invasión después de los rublos que me he gastado en armas, carros y obuses...?
    Ay, Señor, Señor, así se desviara un obús y fuera a parar a su dacha.
    Salu2.

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    1. ¿Por qué no jugar inocentemente con los hechos de la historia, Dyhego? El personaje emisario está tentado a cambiar los mensajes, pero no se decide del todo. Ese podría haber sido otro modo de redactar el texto. Preferí no alterar lo que se presume fue el resultado real, o sus momentos anteriores. Tal vez lo intente otro día, con otros o los mismos personajes enfrentados. Con los emisarios ocurriría (u ocurre) como con los traductores, cualquier desliz podría ser fatal. ¿Cómo los seleccionarían?

      Aunque en el texto imaginario y falso quiero dar un casi punto de duda o contrición a los caudillos, cuando se llegaba o llega a cierto punto ya inevitable, donde no hay marcha atrás, no creo que ni la caridad, ni la bondad, ni la generosidad imperen ni nadie se lo plantee. La acción bélica implica un despojamiento de valores y una asunción de otros basados en la violencia y la adrenalina; si queda algo de valores constructivos será en el interior de cada uno de los guerreros, en su fuero interno, pero sin posibilidad de romper el esquema de la decisión final del ataque. Tristemente las masas humanas se dejan arrastrar por los demagogos y acaban tragando lo que ya no tiene remedio. Sobre tu personaje real nombrado ¿qué puedo decir? ¿Crees que todo lo que acontece es decisión personal suya solamente, por mucha influen cia y poder que tenga? Hay intereses de empresas rusas detrás, hay clanes y castas que están por su labor, hay una jugada en el tablero mundial por hegemonías también, hay un partido a su imagen y semejanza, hay una falta de libertades colectivas que no pueden poner peros, hay un armamento en stock al que hay que dar salida y, en fin, hay carne de cañón en abundancia y, tristemente, los rusos saben mucho de eso (segunda gran guerra europea llamada también mundial)

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  7. Ojalá un día, hubiera diálogos que propiciaran la concordia, porque al final quienes luchan no son quienes toman decisiones alrededor de un territorio, ante mapas o maquetas, sino la gente.

    Un abrazo

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    1. Cada vez soy más escéptico, entre otras cosas porque quienes toman decisiones lo hacen porque la gente que nombras se lo permite, por acción u omisión.

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  8. "Las crónicas relatan que por un momento se detuvo el tiempo": és preciós, això.

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    1. Hasta lo imposible puede ser una percepción (imaginaria) entre los humanos.

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