lunes, 21 de marzo de 2022

1924. K. Kollwitz y su grito en una entrevista ficticia (Serie negra, 81)

 



Periodista Hans W. Señora Kollwitz, ¿volvería a empuñar el grito de Nunca más la guerra?

K. Kollwitz. Sin duda. Si de algo estoy arrepentida es de no haber hecho este llamamiento antes de iniciarse el conflicto de consecuencias tan trágicas.

Periodista Hans W. Usted perdió un hijo.

K. Kollwitz. Que fue tanto como perder una parte de mi vida. No solamente porque fuera hijo sino porque una parte de mí, del pensamiento y las ilusiones a los que me había aferrado hasta entonces, se venía abajo. Todos perdimos en mayor o menor medida.

Periodista Hans W. ¿Se arrepiente de no haber tenido más claridad antes de apoyar la guerra?

K. Kollwitz. Me arrepiento de no haber hallado a tiempo la luz, sí, de haberme dejado arrastrar por los cantos de sirenas, de no haber sido más incisiva y exigente con los míos para haberme opuesto cuando debía a la barbarie.

Periodista Hans W. Pero usted ha corregido su propio rumbo personal. Sabe en quién no debe confiar. Y ahora arriesga en apostar por aquellos que no quieren que se vuelva a repetir no solo una guerra sino las condiciones que la propician.

K. Kollwitz. Vivimos tiempos más oscuros que los de antes de la aventura que causó tantas muertes y ha dejado al país maltrecho, entregado al infortunio y a las voces más falsarias.

Periodista Hans K. ¿Teme que se repita la barbarie?

K. Kollwitz. La historia es siempre una historia encadenada. Una condena. Hay guerras con victoriosos y perdedores pero siempre queda abierto un futuro de revanchas. Temo que ciertas clases y poderes vayan fraguando un desquite en el que los primeros perjudicados seremos los que disintamos. Si fuera así volveríamos a sentir análogas atrocidades y seremos convertidos en enemigos de nuestros propios paisanos.

Periodista Hans K. La guerra ¿es inevitablemente algo recurrente, si no frecuente?

K. Kollwitz. No ha dejado de serlo nunca. De hecho es la paz lo que resulta excepcional.

Periodista Hans W. Sus grabados y sus esculturas, ¿los considera un arma, una protesta o simplemente una disidencia? 

K. Kollwitz. Ante todo los tengo por expresión propia. Debo manifestar lo que me inquieta, lo que me disgusta, lo que me resulta insoportable. Y en la coyuntura actual del país me genera ansiedad y hastío todo. Tengo que expresar con mis manos lo que ven mis ojos, que es un paisaje humano bastante negro.

Periodista Hans W. ¿Cabe en este mundo la esperanza?

K. Kollwitz. La esperanza, ¿y qué es la esperanza? No veo que sea ningún don del cielo ni tampoco algo tangible. Las sociedades se reclaman de esa palabra, pero a su vez miran para otro lado. Si las gentes no se apartan de los embaucadores, que una y otra vez llaman a armarse y a enfrentarse, negándoles su respaldo, ¿qué cabe esperar? 



(Cartel de Käthe Kollwitz: Nie wieder krieg. Nunca más la guerra. Año 1924)  


30 comentarios:

  1. Creí que era más actual y que la entrevista era real.
    Bien escrito.
    Saludos.

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    1. Pues en cuanto a lo primero parece ser que puede ser actual, pues aún al personaje le vino otra gorda después. En cuanto a lo segundo, ve a saber, me invento opiniones ajenas, pero tal vez, o mejor dicho, sin duda, fueran sentidas con mayor gravedad por los que padecieron aquellas bestialidad colectivas. Moraleja: Mira el panorama actual.

      Saludo.

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  2. La guerra ¿es inevitablemente algo recurrente, si no frecuente?

    K. Kollwitz. No ha dejado de serlo nunca. De hecho es la paz lo que resulta excepcional.

    Estoy de acuerdo, así lo demuestra la historia e incluso la prehistoria.

    Saludos

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    1. Pero nos engañamos, y más porque en la Europa de la UE y en España (aquí con matices) se llevan décadas no bélicas. Hemos creído que sería así para siempre.

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  3. Lo más triste de todo esto, es reconocer que la paz es una excepción en la relación entre pueblos.

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    1. Maravillosa pero precaria excepción. Los niveles de confort nos ocultan los riesgos que hay detrás. Mira lo de estas semanas y cómo influye todo en todos.

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  4. ¿A quién podríamos entrevistar hoy?
    Quizás, por ejemplo a otro expresionista como Daniel Richter. Pero tendríamos que esperar un tiempo para ver como le influye lo bélico en su proceso creativo.

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    1. Voy a hacer un repaso de este artista actual, ya que me informas de él. Claro que el tiempo tal vez no lo veamos nosotros.

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  5. O tema é actual...As sociedades gritam, pedem paz, mas ao mesmo tempo, ignoram quem verdadeiramente grita de dor....
    Interessante...
    Beijos e abraços
    Marta

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    1. No estoy seguro de que las sociedades pidan paz claramente. Ni que hagan lo posible por mantenerla. Se entregan a sus niveles de comodidad y a los gobernantes que les den seguridad, mercancías y despreocupación. Tempos incierto.

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  6. Hay una respuesta que es "la respuesta" : La historia es siempre una historia encadenada.
    No hay más, nos guste o no. Y de aquellas lluvias, que dirían nuestros antepasados, vinieron estos lodos.
    Salut

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    1. Y los que vendrán, Miquel. No quiero decir más, pues no es fácil ser optimista y tampoco debemos ser presas ni de ansiedad ni de angustia ni de ese sentimiento de impotencia que puede provocar dislates en nuestra mente.

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  7. Es deprimiente ver que no aprendemos, que no hay excusas para una guerra. Que el precio es en sangre.

    Un abrazo

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    1. Ni queremos aprender (si es que sea cuestión de aprender, porque ¿no será que los aprendizajes humanos siempre son duales, un lado para producir y construir y otro para guerrear y destruir?)

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  8. La verdad? Siempre he creído que el apoyar y voluntariamente ir a una guerra era cosa de ignorancia porque, es tan absurda siempre. Y cuando digo absurda no me refiero a que uno de los dos bandos tenga razón o no. Me refiero a que jamás me pasaría por la mente sentir orgullo de ver partir un hijo hacia la guerra que sea. El día que las mujeres se unan en verdad y decidan que ya no darán más carne de cañón y críen a sus hijos libres de banderas y símbolos patrios comenzarán a ser guerras más conversadas porque entre los altos mandos no se disparan. No puedo soportar la brutal matanza de Putin pero tampoco puedo soportar que Zelenski obligue a los hombres a pelear.
    Es una entrevista que seguramente se daría en esa forma Fackel, madres agobiadas por la culpa las hay por millones. Haré un llamado a todas aquellas que tengan jóvenes fáciles de convencer o que se vean obligados a que les quiebren las piernas o los brazos antes de dejarlos ir a una guerra. Al menos seguirán vivos. Saludos desde Uruguay.

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    1. No sé si las mujeres se unirán alguna vez, tal como propones y anhelas, pero eso no significa que por ser hombres estemos a favor de la agresión, la violencia y la guerra, por situar extremos.

      Zelenski, ¿prefieres que ponga la otra mejilla en plan Jesucristo? Si nos viésemos en la tesitura ucraniana, ¿qué decisión tomaríamos?

      Ese último párrafo me asusta un poco, el recurso a violencia para evitar otra violencia mayor, ¿cómo debe entenderse? Bueno, entiendo tu repente emocional, no pasa nada.

      Por cierto, indaga sobre el personaje real Khate Kölwitz, su obra me apasiona y su vida y la de mucha gente de su tiempo en aquel país fue tormentosa.

      Disculpa, soy polemista, y los temas se prestan. Pero te aseguro que he perdido mucho fuelle respecto a lo que he sido. Ahora el escepticismo y la incredulidad también anidan en mí.

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  9. Te contesto que, dudo mucho que las mujeres se unan alguna vez en todas las ideas y hablé en forma personal claro, como mamá. Pero ya que las mujeres se han empoderado para tantas causas ésta podría ser una de ellas.
    Sobre Zelenski y Putin por mi que pongan las nalgas, ninguno de los dos tiene derecho a jugar a la guerra y con la vida de las personas. Habría que preguntar a los Ucranianos si vale la pena. Vos y yo sabemos que están en juego muchos países decidiendo por ellos también.
    Y el último párrafo es una forma de decir, nadie en su sano juicio haría algo así.
    Sobre Khate imagino que una artista creando entre dos guerras mundiales y la muerte de un hijo realmente su vida fue tormentosa. Leí sobre un viaje terrible a Rusia y me afectó realmente saber sobre la inmensa miseria que los llevaba al canibalismo. No conozco su obra, solo una llamada Miseria que utilizamos para hacer un texto. Pero voy a conseguir saber más de ella. Gracias por compartir tu cultura Fackel.

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    1. Stalin a principios de los años 30 condujo a una hambruna con resultado millonario de muertes en Ucrania. Este país no ha levantado cabeza, salvo en contadas y no largas excepciones, desde que exista, perteneciera a los zares, a los soviéticos o ahora mismo.

      Recuerdos para el Río de la Plata.

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  10. La esperanza es la nave que naufraga en un mar de revanchas y agravios.
    Hola, Fackel, me a dado por contestar a la pregunta que lanza Kollwitz y me he quedado tan fresco. Ya sabes que la ignorancia es atrevida.
    Buenas noches.

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    1. Y tanto que es osada; me ocurre lo mismo; tu respuesta es poética: pobre nave máufraga.

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  11. Una entrevista ficticia muy interesante.

    Solo puedo decir que las guerras son la punta del iceberg. Debajo de ellas hay crisis económicas, políticas, étnicas, religiosas.

    La opinión que más de acerca a lo que yo pienso es la de Eduardo Galeano. Este escritor dice que la guerra de hace siempre por un motivo del que no se habla mucho: robar al país enemigo. Robar sus materias primas, robar sus recursos energéticos, robar sus territorios...

    ¿Qué hay de valor en Ucrania? Se hace necesario investigarlo...

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    1. Hay mucho detrás, antes, bajo, entre y después de las guerras, no lo dudo.

      Galeano, al que no quito razones, estuvo siempre muy marcado por el imperialismo USA. Pero el colonialismo y el imperialismo y las hegemonías mundiales en general son eso: aprovecharse de, condicionar a, limitar a, robar a, etc. Nada nuevo, otra cosa es que se quiera ver y admitir.

      Hay valor en Ucrania, sí, indaga. Y no todo son bienes y riquezas naturales.

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  12. Ucrania tiene muchos minerales y cereales importantes y... Es el primer productor de Uranio de Europa. ¿Nos dice algo esto?

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  13. Nunca más la guerra, ninguna guerra. Ojalá.

    Un abrazo, Fackel.

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    1. Suena a plegaria, a súplica. Pero mucho me temo que los rezos no han parado jamás las intenciones agresivas ni las guerras. ¿Qué hacer?

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  14. Hola, Fáckel:
    le estado viendo y leyendo los enlaces que me pusiste en mi blog sobre Emiliano Barral y Antonio Pascual. Muchas gracias.
    La estatua rota de Barral me recuerda a la Victoria de Samotracia, con esos pliegues tan perfectos que se ciñen al cuerpo. ¡Menuda pericia hay que tener para esculpir así! Sus bustos también son muy expresivos y realistas.
    En cuanto a A. Pascual, la estatua de la calavera con cuerpo de caballo me resultó chocante. La volví a ver cuando estaba ordenando y revisando fotos, porque estuve en Sepúlveda hace ya bastantes años. Me recuerda un poco a algunos cuadros de Dalí.
    Buena tierra aquella. ¿Y qué frío, pardiez!

    Ya puestos, también he estado viendo algunas obras de Kathe Kollwitz. No me extraña que sean tan trágicas. Reflejan horror y desesperación.

    Como bien dices, los tiempos se encadenan. Sólo espero que la guerra no dure mucho y que no vaya a más. Poco más podemos hacer salvo ayudar en lo posible a las víctimas.
    ¡Maldito zar soviético!
    Salu2.

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    1. Ha estado bien que te hayas pasado, paseado, por esos enlaces. El monumento al poeta con forma de lira lo suelo visitar cada vez que entro en el parque, porque además crearon un espacio muy interesante.

      Como la guerra dure mucho la destrucción del país va a ser total. Ya en lo que llevan destruido va a durar mucho tiempo en recuperarse si es que los invasores permiten reconstrucción. Ya decía un proverbio que las guerras no traen nada bueno para nadie. Pero para los invadidos siempre es peor. Saludo, Dyhego.

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  15. "Tengo que expresar con mis manos lo que ven mis ojos": com tu fas amb el que escrius.

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    1. No es nada fácil ver; o, mejor dicho, interpretar lo que se ve.
      Bona nit.

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