miércoles, 25 de agosto de 2021

Los crucificados (Serie negra, 22)

 


El padre Ángel me riñe afectuosamente. No confundamos los términos. Estos hombres, dice, no están siendo crucificados. Solo ponen simbólicamente sus brazos en cruz. ¿Cuál es la diferencia, padre?, le digo desde mi ingenuidad. La diferencia, hijo, es que el verdadero crucificado -y aquí dudo si poner o no crucificado con mayúscula porque ha habido millones de ellos- dio la vida por nosotros tras sufrimientos, incomprensión y traiciones. Esta gente quiere agradecer al que nos redimió a todos desde una cruz extendiendo sus brazos cuan largos son, de Este a Oeste, y a la vez interioriza el valor salvífico de aquel gesto. Es un gesto de abarcar el mundo pero también representa el perdón. Yo no le digo en ese momento al padre Ángel que no sé por qué no pueden abarcar también los brazos de Norte a Sur, porque igual me da un cachete, pero es que pone cada ejemplo el padre, y yo me digo que al fin y al cabo los hemisferios existen y todo consistiría en cambiar la posición de los cuerpos. Tampoco le digo que no entiendo lo de redimir (mucho menos lo de salvífico) Aunque lo he oído infinidad de veces. Que si Cervantes obtuvo la libertad del berberisco debido al negocio de redención de cautivos que se traían entre los Mercedarios y los de Orán. O aquello de no te metas a redentor, que dice a veces enfadado mi padre a su hermano cuando este quiere terciar en una disputa familiar. También que si los presos trabajan en las cárceles redimen pena. Y en cuanto a lo del perdón, eso sí que no acaba de alcanzarme. ¿Tiene que pedir perdón el currante que está de sol a sol o subido a un andamio o bajando a una mina? ¿El obrero de una cadena de montaje o las mujeres de una fábrica de confección? ¿El repartidor que no para de ir para arriba y para abajo de casa en casa? ¿El soldado al que han llevado a la matanza para beneficio de otros? Son comentarios que escucho en casa, padre. Porque en casa se dicen cosas que no se pueden decir fuera. El padre Ángel se rasca el cogote y como es un hombre de sentimiento generoso adopta una actitud compasiva conmigo. Algún día, dice, lo entenderás todo. Entonces no me muerdo la lengua. Padre, de momento voy acumulando cosas que no comprendo y, una de dos, o me falta imaginación o mis entendederas van con atraso. Todo es cuestión de tiempo, sigue él, seguro y bonachón, templando el diálogo. A ti fe no te falta y muchas cosas solo se entienden cuando se va creciendo. Me callo y pienso: ¿y cómo le digo que eso de la fe también se me escapa? En realidad se me escapa todo. Esto de ser niño es cosa de decir que sí y luego obrar como que no. No entiendo las palabras que parecen pomposas y no dicen nada, no acierto a seguir los consejos para que seamos obedientes, ni sé por qué tenemos que cumplir reglas que nos hacen sumisos. Porque ¿solo en eso consiste ser buenos? Padre Ángel, lo que voy viendo, y en parte entendiendo, es que muchos hombres sí que están siendo crucificados. Por falta de salario a ingresar en casa, por malvivir en casas deplorables, por tener que emigrar, por trabajar en las condiciones que lo hacen, y porque encima si se quejan les dan con el garrote. Todo eso lo voy sabiendo por otras familias, y mire, hasta por la mía. Mi padre y mi hermano mayor andan estos días moviendo papeles para ir a Alemania o a Suiza a trabajar. Están temerosos pero también decididos, porque en casa andamos a dos velas, y un hombre no puede dejarse caer muerto por las buenas, ¿verdad? ¿No lo ve usted así, padre? ¿O es que nos falta eso de la fe? Me quedo con ganas de poner la puntilla, algo así como ¿acaso la gente come de la fe?, pero lo que quiero es salir al patio. Respirar el aire limpio de esta infancia, mientras dure. El aire y la infancia. 



(Fotografía de Ramón Masats. Cursillos de cristiandad. Toledo, 1957)

30 comentarios:

  1. El niño no es tonto, aun hay muchos adultos que las respuestas del niño no se las hace y viven en una fe que ni les da para vivir, es lo que hay, algunos tipos de educación hacen mucho mal.

    Saludos

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    1. Creo que de niños intuíamos sobre todo, más que otra cosa. Se iba viendo todo poco a poco y parcialmente. Se iban percibiendo contradicciones entre lo que se decía y lo que se hacía. La conclusión que saco a la edad avanzada que tengo es que nos enseñaron pocas cosas de bien. Abundó lo superfluo y la carencia de pensamiento racional. Pero en la vida las posiciones opuestas brindan la oportunidad del cambio, que es lo que muchos vivimos. Ahora ya ni sé de qué van los viandantes. Saludo.

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  2. El hecho trascurre en la prosguerra. En la prosguerra y en España la religión y el estado eran uno, el Caudillo lo era por la gracia de Dios, o eso ponía en las monedas "rubias" y en los "duros", y el padre Ángel pertenece al bando ganador, por lo que para él, el simbolismo de la crucificción llevando al realismo de los brazos en cruz, significaba la redención de los pecados por parte del hombre por eso, por ser hombre, y por tanto pecador.

    Para ellas un Rosario con su correspondiente "ora pro nobis".
    Hoy sigue el mismo rito en la religión de libro coránica y judaica; la cristiana se ha hecho más laxa, al menos por estas latitudes, pero no lo dudemos, si ganan los de Vox retomaremos la senda de la Orden de la Santa Faz, con sus sotanas y sus hábitos.

    Quien tuvo, retuvo.
    Salut

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    1. Pues en ese último caso -que Zeus Votante no lo quiera- la pelota estaría en el tejado eclesiástico. Y yo, qué quieres que te diga, de la institución no me fío. Nadaron y guardaron la ropa desde el siglo cero que nos hicieron bailar a todos para regirnos. Siempre jugaron a todas. Por cierto, me haces recordar la posición en las iglesias, casi estilo coránico, de las mujeres delante y los hombres detrás, separados, allá en décadas atrás. En los pueblos, que todo era más pequeño, era espectacular. Aquello proporcionaba cada domingo multitud de anécdotas. Y el pastor controlando el rebaño. Ay de los que escandalizaren, no sé quién me suena que lo dijo. En fin.

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    2. Es que, hermano...encuentrame en la foto una sola mujer, una sola, no podrás porque es una foto del 57. Hombres y mujeres separados.
      Hace unos pocos años, unos cuatro, cuando estaba en la Facultad de teología reciclando un posgrado de Aristóteles (entretenimiento al fin y al cabo que uno tiene de postjubilado), te encontrabas dentro del recinto con variedad de sotanas y clerimans. Desde franciscanos ortodoxos hasta jesuitas melenudos; desde los de la orden de la Santa Faz ( ultra-conservadores acérrimos), hasta dominicos que parecían obreros de fábrica, todos haciendo diversos grados en teología, pero poca , muy poca mujer.
      Quiero decir que no he visto cambio sustancial en lo básico, sólo en lo exterior, o sea, el traje, la vestimenta.
      Mientras las mujeres no ocupen una posición similar en el sacerdocio (ojo con María Magdalena de la que nadie habla pero de la que se sabe hay un libro atribuido a ella que no dejaron entrar en la Biblia en el Concilio de Hipona), mientras las tengan anuladas, la Biblia seguirá dando pábulo al sinsentido del sacerdocio masculino, y con ello , cuando las cosas sean proclives, a la vuelta atrás (esto está sucediendo en Afganistan con respecto al 1988) en cuestiones de libertad, y en ello, las religiosas.
      Un placer hablar contigo
      Salut

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    3. Yo vi cambios sinceros en muchos clérigos. Curas o frailes obreros que colgaron los hábitos, que se casaron o no, que siguieron siendo cristianos pero en otra onda, y también he conocido monjas que se implicaron en movimientos anticapitalistas (sic) Fue una etapa de ruptura y de mentes abiertas, otra cosa es si todos acertamos o no, pero ¿qué es acertar?

      La Iglesia ha sido muy fundamentalista y no está claro que sea algo diferente. Es lo que dices: la mujer es para la Iglesia segundona, relegada a otros roles. Allá músicas que a mí no me atañen, pero siento lástima que haya mujeres cristianas que sigan tragando el patriarcado eclesiástico.

      Ya hablaremos de esto y de más algún día.

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  3. Tuve la gran suerte, dentro de la desgracia de estar en un colegio de curas, que conseguí gracias a alguno de ellos poder ver otro tipo de sociedad y de forma de vivir. dentro de aquella nación gris, llena de contradicciones con una sola verdad absoluta, aquello de la lucecita nocturna de el Pardo.
    Supongo que esto daría para un largo y denso debate...

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    1. Te comprendo, yo también puedo decir que vi distintos tonos de la España de entonces, la arcaica y la que iba cambiando. Creo que la verdadera enseñanza de la Historia está en conocer lo interior, las pautas sociales, el comportamiento institucional de unos y otros, las formas de vida. No en un mero relato de etapas económicas o de próceres políticos. A mí me interesa mucho esa intrahisitoria del país que, afortunadamente, pudimos ver con contrastes y gracias a ello somos de unas generaciones que tenemos información visual directa y capacidad de criterios. Aunque no todos han aprovechado la experiencia.

      Da para largo debate, de hecho es algo latente todavía entre amigos o familiares que nos movemos en edades análogas.

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    2. Buena parte de mi educación desde primero de bachilleratos hasta las reválida de sexto, fue realizada en un colegio de curas, concretamente en los Padres Escolapios, esto ocurrió en la década de los 60, a finales de la década hubo una desbandada de curas que lo dejaban todo o se casaban o se marchaban al quinto coño a realizar otra evangelización más acorde con lo terrenal. Estos curas, en una época dictatorial, me enseñaron a conocer autores como Federico García Lorca, o Antonio Machado, autores abandonados por el franquismo.
      De todos modos los Iglesia es la organización empresarial que más tiempo está durando, ha sufrido todo tipo de vaivenes, cismas incluidos, pero ahí está, rechazando a las mujeres, que las tienen como "chachas" (perdón por la expresión) y siguen metiendo el mismo miedo a la sociedad católica gracias a una enseñanza sectaria, en España buena cantidad de colegios y alguna que otra Universidad les pertenece gracias a una política incapaz de eliminar la religión de la sociedad y colocarla donde corresponde, en las iglesias, sinagogas o mezquitas.

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    3. Así es, experiencias como las que conociste sobre desbandadas las hemos conocido muchos. Para mí los autores literarios o musicales llegaron de la mano del efervescente movimiento en la Universidad. Nunca estaré suficientemente agradecido a las pequeñas labores que, desde algunos profesores comprometidos hasta una minoría activa de alumnos, corriendo sus riesgos, por supuesto, hicieron para que descubriera arte, literatura y música. Los departamentos culturales -entes voluntarios del alumnado, sin una pela- promocionaron y difundieron cultura, con organización de recitales de grupos que los daban por la cara, con la elaboración de revistas efímeras, y todo ello era reprimido por la connivencia entre el estamento institucional universitario y la policía política. En mi casa no había habido libros prácticamente y fue ese el tiempo en que empezamos a hacernos con ellos (comprándolos o de otras formas) Había fiebre.

      Coincido en tu calificación de empresa a la Iglesia. Sus alianzas continuas, cuando no dominios plenos o de alta resolución, con poderes militares, feudales o monárquicos, es la clave de persistencia del ente. Aunque recuerdo que en el colegio nos decían: la Iglesia de Cristo lleva veinte siglos, por algo será. Como diciendo que era la verdadera, que había persistido por la mediación y el cuidado directo de Dios. Cuentos que seguramente contarían los del Islam a sus fieles y los de David a los elegidos. Sí, creo que la mujer no ofrece fiabilidad a la institución religiosa, y si alguna vez cede será porque el negocio va cada vez más a pique y hay que salvarlo con el ejército de reserva. Entiéndanse las metáforas y que nadie venga con cinismos.

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  4. Mi buena relación con la crucifixión redentora, se acabó el día que un hermano marista, mas marista que hermano y más hijo de puta que buena persona, aplicó su justicia sobre mi pobre cuerpo, dejándome de rodillas (no se cuanto tiempo, pero mucho) y con los brazos extendidos lateralmente (por no decir "en cruz") por el enorme pecado de no haber retenido adecuadamente la tapa del pupitre lo que ocasionó un sonoro golpe que al parecer hirió su sensibilidad auditiva.
    Es curioso pero al ver la foto de tu entrada, ese recuerdo ha aparecido en mi mente como si fuera un relámpago.

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    1. Me haces reír, anda que no teníamos como uno de los deportes favoritos dejar caer la tapa del pupitre, lo cual nos llevaba a estar crucificados, aunque antes habíamos pasado por otras torturas cristianas, tales que nos dieran con la regla en la mano, las piernas, los glúteos ¡o en la cabeza!, que de todo he visto. He visto verdaderas palizas que hoy habría sido de juzgado de guardia, pero entonces...Si lo comentabas en casa encima te podía caer otra. Afortunadamente, aunque pasamos etapas de miedos también se generaba una especie de surrealismo entre el alumnado, que procurábamos convertir hasta lo más violento en chanza y darlo la vuelta (salvo casos extremos) Recuerdo un compañero gigantón que fue perseguido por la clase por el cura y no sé si cayó al suelo o se dejó caer que cuando llegó el cura para sacudirle le puso el pie y el cura recibió en la espinilla un golpe que, creéme, además de retorcerse y rendirse le hizo arrancar un mecagüendiós que nos dejó a todos estupefactos. Experiencias que da la vida que diría el cantor.

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  5. Perguntas interessantes e importantes... Actuais, porque há erros do passado que ainda hoje se repetem.
    Beijos e abraços
    Marta

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    1. Habrá que evitar que al menos nosotros, que los padecimos, los repitamos. Buen día, Marta.

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  6. A mi la cristiandad me produce repugnancia, sobre todo, cuando veo a una mujer cristiana. La religión católica es misógina. Toda la biblia es un canto al odio a la mujer, desde Eva a María pasando por la mujer de Lot.

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    1. No solo el odio va dirigido a la mujer, va dirigido contra otros pueblos, filosofías, culturas, civilizaciones...La consolidación del monoteísmo arremetió contra el pasado. Este tema nos llevaría a debatir con más rigor y profundidad, porque nada es tan simple como parece. Lo que tengo la impresión es que en general todas las religiones confluyen en tics análogos.

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  7. Me ha gustado mucho tu relato. Recuerdo que en la ecuela -iba a una escuela nacional- debíamos ser obedientes y religiosas y prepararnos para ser madres el dia de mañana. Tuve la suerte de ir a un instituto público a hacer bachillerato a los 10 años escasamente cumplidos. Luego tuve que retractarme de mis propias creencias imbuidas en aquella época.

    Pero lo que me gustaría comentar es que si trataramos a los niños como personas y no como niños, qué ocurriría...
    ¿Les robaríamos la infancia, como algunos afirman?

    A los niños habría que responderles según entendamos hasta dónde quieren saber y no con esa frase, ya tan manoseada, "ya lo entenderás cuando seas mayor".

    Salud, Fackel.

    Anna Babra

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    1. Vivimos el nacionalcatolicismo a la fuerza y creo que aprendimos la lección y muchos escarmentamos. Estado e Iglesia estaban compinchados y ni uno ni otra han pedido perdón ni expuesto sus vergüenzas con talante precisamente evangélico. Qué se le va a hacer. Probablemente el Libro y el Evangelio es una coartada y para el franquismo una manipulación a medida de sojuzgamiento social.

      Yo he procurado tratar siempre a los niños que ha habido cerca -hijos, sobrinos, etc.- como personas, como personas-niño, acercándome y cediendo mi supuesto poder adulto. La infancia hoy se la van a robar los medios tecnológicos, me temo, ya lo están haciendo, claro que no solo la infancia, pues quien se entrega a ellos, sea de la edad que sea, ya puede saber distinguir y adecuar su uso, si no...

      Esa frasecita la oí tantas veces, tantas, y muchos otras frasecitas. Creo que quien las pronunciaba evidenciaba sus capacidades limitadas, quedaba en entredicho. El problema es que el poder y las influencia van vinculados siempre a la violencia. Por eso duró tanto, no solo por eso, claro, aquella dictadura hostil al ser humano español.

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  8. ¡Que afortunados fuisteis los que fuisteis al colegio en esa época...¡Que envidia de deltoides! y qué resistentes rodillas.
    Suscribo el comentario de Anna.
    Lo de la misoginia es común a todas las religiones (hasta la actualidad) y a todas las formas de gobierno político y economico(hasta hace poco el primero y aún dura el segundo).
    ¿El protagonista se hizo todas esas preguntas con 10 años?
    ¿Estamos juzgando otra vez hechos de antaño con los conocimientos y parámetros actuales?
    Saludos fackel

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    1. El deltoides y las rodillas no se resintieron nada en esa época, estaban a plena capacidad resistente.

      Nada de juzgar, en todo caso se valora ahora lo que no se pudo hacer del todo entonces. Entonces la percepción era muy parcial y limitada, intuitiva como mucho, quiero decir que la conciencia no llegaba más allá de la rebeldía que la infancia/adolescencia suele aportar cuando algo no gusta, no va, duele y muestra rechazo biológico. Y ya es mucho.

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  9. Qué decir . Simplemente me ha gustado mucho todos tus planteamientos, la forma de encararte al religioso.
    Lástima que en los tiempos que nos han tocado vivir, todavía existan situaciones similares, y no necesariamente dentro del circulo católico.
    ¡Existe tanta polaridad de religiones!
    Algo así como una brújula, que adopta la posición N-S, pero al cambiar la polaridad, se invierte el sentido de la corriente y la aguja se orienta entonces en sentido opuesto al anterior.
    Sobre dictaduras , no necesito comentar...casi todo, para bien o para mal, lo encontramos en los medios tecnológicos.

    Un abrazo.

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    1. La polaridad de religiones es más de diferencias formales que esenciales. Al final la esencia es la misma: el esoterismo, creer y no razonar, aunque algunos se empeñan en que se puede creer, incluso ciegamente, y razonar. Pero creo que no se lleva con toda sus consecuencia. Y no pretendo quitar la intención a nadie, allá cada cual (siempre que no pretenda interferir en el prójimo)

      Y los medios tecnológicos son utilizados por poderes supraciudadanos, como lo son por los poderes de mercado, de creencias equis.

      La fotografía da para otras versiones, me salió esa porque indudablemente tengo que hacerme eco de mi experiencia vital. Salud, B.

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  10. Aquella educación de ayer...que muchos sufrimos, y aquellos castigos, en la Escuela Nacional, y con el tiempo también en los "colegios", respondía a una filosofía: "la letra con sangre entra". El castigo, se veía como algo normal, y mejor sufrirlos o quedarse sin recreo, que decirlo en casa. Fuimos a la Universidad, encontramos trabajo, e incluso recordamos, aún algunos maestros de la infancia.
    No era ideal. En los recreos, jugábamos, nos pegábamos, la sangre nunca llegó al río.
    En muchos aspectos, prefiero aquella del esfuerzo a la actual (en general) como acertadamente dices en un comentario... "La infancia hoy se la van a robar los medios tecnológicos, me temo, ya lo están haciendo, claro que no solo la infancia".
    Yo aprendí a valorar la libertad y moverme por el mundo.
    Un saludo, Fackel.

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    1. La letra con sangre entra...Ratificado el abominable refrán por los padres, incluso. Y los castigos: con frecuencia más severos y dañinos los de orden psicológico -desprecio, poner en entredicho al alumno delante de compañeros, marginación, etc.- que tener que quedarte una hora más (que ya era de por sí grave) o poner la mano o la cara para el reglazo o las tortas. Normalmente el castigo físico directo iba acompañado del castigo directo verbal, cuando no por el acoso (que entonces decíamos manía)

      Por supuesto que muchos no sucumbimos a ese lado negativo u oscuro, la mayoría no nos traumatizamos, se le sabía dar la vuelta, es lo que tienen las edades tempranas: la capacidad de reposición y superación, como con las gripes. Y evidentemente recordamos con afecto a profesores, a otros preferimos olvidarlos hace mucho, valoramos el esfuerzo a veces mecánico, después más consciente, tropezamos mil veces y nos rehicimos otras mil. Si tengo que hacer valoración personal esta no pasa por odios pero sí que necesito cantar -dentro de mi mente y cuando dialogo- las cuarenta a las connivencias entre poderes, a los que se beneficiaron con creces del régimen corrupto, al atraso cultural.

      Me alegra escuchar que valoraste la libertad y moverte por la vida, creo que me adscribo a ese pensamiento, lo he sentido también así. Saludo, gracias por interpretar.

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  11. ...Por lo que leo, yo no lo pasé tan mal como vosotros, cuando entonces. Me limitaba a contradecir mucho de lo que nos contaba el bueno del cura, y éste lo arreglaba, mandándome a la esquina, calladita, y con decirle a mamá, que yo, a pesar de lo rebelde, no parecía de este mundo. Pero tengo tantas anécdotas...
    Creo que aquellos tiempos no volverán, gracias a... los dioses?. Pero me temo que lo que hay hoy y lo que venga, no es ni será nada bueno por desgracia y por supuesto, para los niños. Ojalá me equivoque.

    Buenatarde a todos.

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    1. Tampoco es que lo pasáramos tan mal, había eso que contamos, que no sucedía a todas horas ni con todos, conviene interpretarlo, pero había otras circunstancias gratificantes. Y anécdotas había miles, por supuesto, y divertidas, surrealistas. También existía el acoso entre alumnos, no me refiero al sexual, sino a que había mentes raras que la tomaban con algún compañero que les parecía frágil, ya sabes. Y no olvidemos que los primeros amigos se hacían en el colegio (o en las vacaciones estivales9, pues era de por sí un marco de camaradería aunque estuviéramos todos a merced del orden ad hoc.

      Yo no me atrevo a predecir los próximos tiempos ni tengo mayor interés; que cada palo venidero aguante su vela venidera, como nos pasó a otros.

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  12. Que maco aquest final! Sobre això de si es pot menjar amb la fe... no ho crec, però també diuen que no sols de pa viu l'home.

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    1. Ya ves, dichos y contradichos, que diría Karl Kraus.

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  13. Fáckel:
    creo que la "religión" debe servir para que la gente sea feliz y libre.
    Salu2.

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    1. Y sin embargo puede que suceda lo contrario. `No es la religión lo que ha transmitido algo e felicidad a los hombres, sino la cultura que estos han elaborado para darse respuestas -siempre limitadas- al acontecimiento del vivir. A mí eso no me angustia. Todo consiste en no esperar, y menos de mundos fantásticos, un cuerpo de comprensión global, absoluto y definitivo. No existe, pero allá cada cual con sus caminos.

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