Así es. Lo guardo como oro en paño. Lo leíamos en clase. El ejercicio de la voz era tan importante como la lectura en solitario. A través de la entonación teníamos que dar sentido al texto. En el tono estaba la medida de la comprensión de lo leído. Otras veces había que escribir un dictado según iba el maestro leyendo pausadamente. El vocabulario, aunque la adaptación había reducido términos difíciles o simplemente desconocidos, no era un obstáculo. Al final de cada capítulo había aclaración de vocabulario y fraseología, más sugerencia de prácticas gramaticales, lo cual hacía una edición bastante aceptable. El cuerpo de las aventuras y desventuras de los personajes se mantenía vivo. A mi favor la abundancia de ilustraciones de un tal Manuel Huete, que interpretaban la obra con un dinamismo y expresividad inmejorables, al estilo de los mejores tebeos de aquella época. Basta con observar la portada adjunta. Y eso ayudaba mucho. Si a otros compañeros los sucesos del caballero de la Triste Figura y su escudero les producía risa a mí siempre me apenaban. ¿Por qué me afectaban las desdichas ajenas? Cosa de la cultura emocional de uno probablemente. Lejos estábamos en aquel tiempo de comprender las dimensiones propuestas por el autor y nos quedábamos simplemente con una lectura lineal. A pesar de ello siempre he sentido su poso. Un poso que remuevo cuando leo y releo a saltos -El Quijote es una novela con novelas o, si se prefiere más sencillamente, con relatos- y que me hace comprender claves de la vida ahora que mi experiencia vital anda avanzada y, en cierto modo, me siento más quijotesco, que no quiere decir ni más loco ni más irracional ni más fantasioso. Bueno, miento, a la fantasía no se puede renunciar nunca -tal vez solo en ese in extremis que es el estertor, como hizo Don Quijote- porque es una tabla de salvación. Una imaginación controlada acaso, pues ya se sabe que la alocada constituye un problema neurológico que se nos escapa. ¿Y si a la muerte hay que combatirla con armas de figuración sin que la conciencia del fin sea un impedimento? Tal vez no queda otra.
Fáckel:
ResponderEliminarla primera vez que leí el Quijote fue en BUP. Me daba pena que le pasasen cosas tan desagradables cuando lo que quería era hacer el bien. Un incomprendido, un idealista, un ser extraordinario, tan complejo como si fuese real.
Salu2.
Y una formidable excusa y a contrapelo de muchos que utilizó Cervantes para sacar a relucir las cosas de este mundo y su revés. Para seguir leyéndolo toda una vida. Saludos.
EliminarTu ejemplar es diferente al de mí infancia, pero, como tú, he disfrutado mucho de ese personaje más famoso que su autor, creo.
ResponderEliminarPor la lectura, ese placer solitario que nos abre las ventanas de mil mundos, personajes y situaciones. Un abrazo
Yo estoy sorprendido, en la visión generosa que permite la distancia de la edad, de lo interesante que era la edición de aquel libro. Y que lo conservo en bastante buen estado, no saltan las hojas, aunque bien utilizado estuvo, sí. Y de lo que dices lo refrendo, no en vano El Quijote ha alumbrado a muchos autores de talla a lo largo de los siglos, Shakespeare lo debió leer también. Y Sterne, el gran Sterne, se reconocía en él. Etcétera.
EliminarNo pude pasar de las primeras páginas hasta ser muy mayor de edad. me aburría el principio.
ResponderEliminarCuando logré pasar de la página cincuenta empecé a reír como un poseso.
La he leído varias veces y nunca aburre.
Hay una parte que me lleva loco, que son las reflexiones de Sancho en el segundo libro, capítulo 53. Creo que son de rabiosa actualidad, pues el libro tiene la misma frescura que si hubiera estado escrito hace un año, al final habla de metafísica, del problema del ser, de las ilusiones, de política, del amor y de cultura.
Un abrazo
Naturalmente Cervantes empapó el texto de sus propias cuestiones de interés y cómo se proyecta todavía sobre nosotros y nuestra época no deja de ser cosa curiosa.
EliminarReconozco que hace poco la retomé, sin abandonos y con un inmenso placer. Fue cuando empezó la pandemia, hace ya un año largo. En las anteriores veces hubo de todo: lectura obligada en primero de universidad (aquí me salté las historias intercaladas: la de Marcela y Grisóstomo, la de El curioso impertinente, la de Cardenio y Dorotea, la del capitán cautivo); luego hubo lecturas a partir de una selección previa de capítulos, algo recomendable para los jóvenes que se acercan por vez primera a la obra y hemos de conseguir que no la abandonen. Como la estructura de la obra es episódica y hay muchos capítulos que son entendibles sin la lectura de otros, es una manera previa de acercarse a las andanzas del ilustre hidalgo. Esta forma selectiva se me ocurrió impartiendo clases de literatura española a un grupo de tercero de BUP. Mi pregunta era: cómo hacer que jóvenes que leen poco no aborrezcan para siempre la lectura. Pues ya está: les hago una selección de veinte episodios, los más divertidos y curiosos y luego comentamos cosas sobre ellos. Y así hice.
ResponderEliminarUn libro maravilloso que siempre nos descubre algo que no habíamos descubierto antes.
Saludos, Fackel.
Pues esa táctica selectiva fue una gran idea. Si cundió entre alumnos...Es un libro para leer cuando se quiera, a saltos, atrás y adelante, a lo largo del tiempo y del estado de ánimo, por entregas o página a página. Creo que cada lector debe tener su propio sistema. Además nadie nos tiene que examinar de esa materia. Salvo el exigente rector que cada cual llevamos dentro, ¿no? Saludos.
EliminarSi no quiere sufrir del
ResponderEliminar"Dichoso ruido del Quejido de la Panza"
lea después de las comidas, un capítulo de
"El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha"
(una baldosa colgada en la pared de la consulta de mi digestólogo)
Jajajaja !!!
Un doctorado graciosillo a lo que se ve. Ya sabes el dicho: "Tras comer ni un sobre leer". Aunque durante muchos años lo he incumplido por razones laborales, claro.
EliminarPrecioso homenaje pre día del libro... trasciende tu amor por la lectura, conmueve... refleja un espíritu quijotesco, contenido eso sí... ¿existe la muerte? Dulce jueves
ResponderEliminarPues mira, ninguno de los muertos ha negado la evidencia. No hay negacionistas que valgan con la muerte. Además es una propiedad inequívoca e inherente de la vida, ¿no? Saludable y calmo jueves.
EliminarHablan tanto de este libro que al final tendré que leerlo.
ResponderEliminarLleva un tiempo de moda, sí. Y además tenemos toda una vida por delante para acometer la empresa.
EliminarLos niños de mi época escolar en el pueblo, conocíamos muy bien a Don Quijote y a sus personajes principales. La maestra de los pequeños nos hacía aprender de memoria, pequeños diálogos de sus aventuras, que nos hacían recitar las tardes de los jueves dedicada a "taller creativo" donde aprendíamos también, pequeños poemas, y pequeños sainetes infantiles... Era realmente divertido y emocionante.
ResponderEliminarPor aquel tiempo de magia y deslumbramiento.
Por aquellos tiempos de magia y aventura.
Qué bonito lo que comentas. Ya ves, no es poco que retengamos aquel tiempo mientras las neuronas nos lo permitan. Después...¿traspasaremos la frontera quijotesca?
EliminarPues, tal vez, sea posible...Para entrar en otro mundo mas quijotesco aún?... Y, por que no?...
EliminarEn el desastre neurológico no quiero ni pensar. Conocí de cerca un par de casos al menos. Y más allá de la falta de oxígenación definitiva ya sabes que las neuronas acaban muriendo del todo, lo cual ya no me preocupa en absoluto.
EliminarPues que me han entrado ganas de volver al Quijote.
ResponderEliminarNo creo que lo hubieras dejado. Por cierto, cada vez que se retoma y se lee algo otra vez saltan matices que antes no había uno percibido, o bien descubre lo que no había prestado atención. Está repleto de intenciones.
EliminarUna maravilla con múltiples lecturas, que como ya habéis comentado cada vez que se lee descubres algo nuevo.
ResponderEliminarTengo el recuerdo de que se me hacia un tostón cuando lo leíamos en el colegio.
Un saludo.
En el colegio se hacían tostón muchos libros, sobre todo los de lectura obligada. Y si los profesores no eran muy duchos en incentivarnos no te cuento.
EliminarRecuerdo haberlo disfrutado durante la infancia y como me tenía que encerrar en el w.c. para poder leerlo tranquilamente.
ResponderEliminarEn cuanto pueda imitaré a Cayetano!
El WC siempre ha sido una biblioteca recóndita, te entiendo.
Eliminar¡Qué portada más bonita! Me gusta.
ResponderEliminarYo también me siento quijotesco... a veces demasiado ¿O nunca es demasiado?
Vísperas del día del libro y del quinto centenario de la derrota...
Feliz día comunitario.
Abrazo
Cuidado, I., es un estado sumamente peligroso. Pues puede que nunca sea demasiado, pero eso se sabe a posteriori y acaso entonces no haya remedio.
EliminarParece que hay una especialidad titulada Geología de guerra, que analiza las condiciones climáticas y situación del medio físico cuando tuvieron lugar batallas y un estudio reciente dice que el mal estado de las tierras, los barrizales generados por las lluvias y situaciones climáticas adversas influyeron en que los Comuneros perdieran la batalla. Ver:
https://news.freeads.world/es/la-lluvia-cambio-la-historia-de-los-comuneros-en-villalar-hace-500-anos
Un punto de vista añadido a lo sabido desde siempre.
Las cosas fueron como fueron y lo malo es que la despoblación aumenta.
Salud para la celebración.
Sí, ya había leído en otro sitio que la lluvia y el barro tuvieron incidencia en la batalla, en el despliegue de las tropas y en la intención de atrincherarse en Vega de Valdetronco...
EliminarQue las cosas fueron como fueron, es una afirmación tautológica que no admite discusión, pero tengo dudas de si se contaron tal cual fueron...
Yo creo que la causa comunera empezó a perderse con el movimiento que hizo Girón... descolocó todo el tablero estratégico... y nadie se explica por qué lo hizo... hay historiadores que defienden que lo engañaron y hay otros que dicen que traicionó a los comuneros... yo me inclino por éstos...
Salud.
No puedo despejarte las dudas, obviamente. Tampoco sé si serían ahora mejor las cosas ahora, o simplemente en los siglos inmediatos a aquello. Ya sabes que la Historia es bastante irrebatible una vez que los acontecimientos tienen lugar, que a posteriori se pueden analizar y poner dedos en las llagas, pero ...
EliminarPlatero y yo fue lo mío Mas simple narrativo
ResponderEliminarNo menos filosófico y reflexivo sobre la vida, Mucha, no menos. Es un libro el Juan Ramón Jiménez que tiene miga.
EliminarUm livro obrigatório no liceu foi " As Viagens na minha Terra " Almeida Garrett que nunca mais fui capaz de ler. Ou " Os Maias" de Eça de Queirós, como exemplo da escola literária lançada na época. Mas o verdadeiro prazer de ler Eça de Queirós foi quando o fiz sozinha, sem ter que me preocupar com a gramática, o estilo, a mensagem. Abriu ainda mais os horizontes.
ResponderEliminarConheço o livro, tenho que confessar que nunca o li, mas continua a ser actual - há quem continue a lutar contra moinhos de Vento e há quem ache que a resposta não está na esperança.
Obrigada pela visita
Beijos e abraços
Marta
Me apunto tu información. De Almeida Garret no he leído ese libro, solo textos sueltos. Eça es uno de mis favoritos, pero Os Maias es voluminoso y hasta la fecha no me he atrevido a leerlo. Eça bebe de la literatura francesa del XIX y es fresco y moderno. Me encantó El crimen del padre Amaro. Pessoa sigue siendo imprescindible, su Libro del desasosiego es para tenerlo cerca cada día. También me parece muy bueno Torga. En fin hay muchos y muy buenos autores en lengua portuguesa, sean de Portugal o de Brasil. Y especial interés a los buenos poetas. Pero no se trata de hablar ahora sobre todo ello. El Quijote es un libro con muchas lecturas y como todos los libros del pasado no resulta fácil, pues su lectura lineal es insuficiente. Hay mucho más que las aventuras.
EliminarAgradezco el intercambio de pareceres.
Te adjunto un enlace:
https://laantorchadekraus.blogspot.com/2016/12/no-4-andar-desta-casa-nasceu.html
En fechas próximas a esa entrada hay todo un tema relacionado con Lisboa. Te sonarán acaso las fotografías. Um abraço.
Yo también leí el Quijote en clases con lecturas compartidas. Fue mi primer libro y, sin duda, toda una aventura... Un abrazo.
ResponderEliminarLo interesante e importante, a medida que avanzamos todos en edad, es que sea algo a retomar. A todos nos embargan los recuerdos del aprendizaje, tan importante. Pero el aprendizaje ¿cuándo termina?
EliminarQué bonita edición la que nuestras. Dan ganas de volver a leerlo.
ResponderEliminarEl aprendizaje no termina nunca. Quizás una de las cosas buenas de "El Quijote" es que es caleidoscópico. Cada vez que lees un fragmento te parece un poco diferente. Ves otras cosas, otros detalles, otra interpretación...
Feliz Día del Libro
Estos días he leído alguno de los textos reducidos y adaptados para aquella tierna edad que usamos en el cole. Por curiosidad de ver cómo lo veo. Distancias. Sigamos aprendiendo y recreándonos.
EliminarEn mi caso, leímos el Quijote en su versión original en la secundaria, cuando tendría yo unos 15. En la primaria y de la forma tan didáctica que nos cuentas leímos PLATERO Y YO jeje...vaya diferencia! pero aún recuerdo algunos de los capítulos memorizados (Platero es pequeño, peludo, suave, tan blando por fuera que se diría todo de algodón, que no lleva huesos, sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro...) comparando con la forma insustancial y poco eficiente que hoy se aprende a leer y a escribir, uno diría con bastante vergüenza, que hemos retrocedido mucho. Uno de los puntos que más se ha resentido la educación de por aquí, es en la comprensión de textos. Es lamentable.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por compartir recuerdos
Pues esas frases del Platero nos da idea de la riqueza e imaginación del uso de léxico. Se recuerda siempre. De hoy no puedo opinar, lo de cerca me pilla lejos. Estemos contentos por lo que aprendimos, pues siempre podemos seguir volviendo a un tipo de textos que son inagotables. Gracias a ti, por mi parte era homenajear una fecha que no se debe de quedar como fecha.
EliminarA mi m'han explicat que Cervantes l'únic que volia és fer riure, que la idea d'allò quixotesc com a senyal de noblesa l'han creat els intèrprets de l'obra, que li han volgut trobar un missatge a l'obra. És com quan algunes persones li volen trobar un sentit al Coronavirus, una ensenyança de la vida. Una "moraleja".
ResponderEliminarPues vaya explicación tan simple como limitada te han dado. Quien haya sido se debería informar más. Hay interpretaciones en abundancia.
Eliminar¿Has leído algo de Tirant lo Blanc, de Joanot Martorell? En el Quijote se cita favorablemente en el capítulo del escrutinio de libros que le hacen entre el cura, el barbero, la ama y la sobrina para tirar los libros de caballerías, pues ellos creían que era lo que le había vuelto loco. Te paso el texto:
"Y, sin querer cansarse más en leer libros de caballerías, mandó al ama que tomase todos los grandes y diese con ellos en el corral. No se dijo a tonta ni a sorda, sino a quien tenía más gana de quemallos que de echar una tela, por grande y delgada que fuera; y asiendo casi ocho de una vez, los arrojó por la ventana. Por tomar muchos juntos, se le cayó uno a los pies del barbero, que le tomó gana de ver de quién era, y vio que decía Historia del famoso caballero Tirante el Blanco.
—¡Válame Dios —dijo el cura, dando una gran voz—, que aquí esté Tirante el Blanco! Dádmele acá, compadre, que hago cuenta que he hallado en él un tesoro de contento y una mina de pasatiempos. Aquí está don Quirieleisón de Montalbán, valeroso caballero, y su hermano Tomás de Montalbán, y el caballero Fonseca, con la batalla que el valiente de Tirante hizo con el alano, y las agudezas de la doncella Placerdemivida, con los amores y embustes de la viuda Reposada, y la señora Emperatriz, enamorada de Hipólito, su escudero. Dígoos verdad, señor compadre, que por su estilo es este el mejor libro del mundo: aquí comen los caballeros, y duermen y mueren en sus camas, y hacen testamento antes de su muerte, con estas cosas de que todos los demás libros deste género carecen. Con todo eso, os digo que merecía el que le compuso, pues no hizo tantas necedades de industria, que le echaran a galeras por todos los días de su vida. Llevadle a casa y leedle, y veréis que es verdad cuanto dél os he dicho". Etc.
Cervantes da idea en este capítulo de que controlaba lecturas que merecían la pena o que al menos le habían interesado e influido a él.