miércoles, 23 de septiembre de 2020

Otra hoja roja que se lleva el viento. Entre Prévert y Juliette Gréco

 




Me telefonea a hora intempestiva una voz casi olvidada. Allo, Héctor, dice. ¿Recuerdas cuando escuchamos por primera vez Las hojas muertas? Era otoño, como ahora, y justo ahora cae otra hoja de nuestro pasado. ¿Siempre llamas a tus viejos amigos, respondo, cuando un personaje olvidado pasa a ser olvidado del todo? Mi tono entre incómodo y escéptico no parece alterar a la mujer de la llamada nocturna. Yo sí recuerdo, insiste. Fue un día a la salida del liceo nuevo de Montrouge. Tú parecías tan enternecido por aquella canción que ya había cantado Montand y que acababas de descubrir de voz de la Gréco. Me llevaste al bistró de tu abuelo y pusiste la gramola a todo pasto para mí. No pegaba allí, en medio de los humos y las voces de carreteros y taxistas, aquella melancolía hecha poesía y hecha mujer. Pero tú estabas emocionado. Sandrine, me dijiste, estoy leyendo a Prévert, y abriste aquel libro, Palabras, y recitaste un poema titulado El otoño, que entonces me pareció cursi y tú decías que era surrealista. No me acuerdo de tanto, replico algo desaborido. Pues yo no lo he olvidado, dice la voz al otro lado del teléfono, y lo recita a su vez:


Un caballo se desploma en medio de una avenida

Las hojas caen sobre él

Nuestro amor tirita

Y el sol también.  


Héctor, ¿por qué nos atraían las voces melancólicas  cuando apenas estábamos descubriendo la atracción de la vida? ¿Porque nos gustaban los poemas de Prévert o porque ambos éramos unos corazones frágiles? No lo sé, respondo a Sandrine. También yo podría preguntarte: ¿Me llamas por la muerte de Juliette Greco o porque la canción te vuelve más frágil? Sandrine: A estas alturas no podemos ser más frágiles de lo que fuimos, o acaso lo somos de otro modo, con otra naturaleza. No, no te voy a recitar los dos primeros versos del poema, ya sabes, Me gustaría tanto que recordaras / aquellos años en que tú y yo éramos amigos...Pero lo acabas de hacer, Sandrine. Y si te pones así, yo podría acabar con otros versos del final del poema, aquellos que dicen: Pero la vida aleja a los que se aman / muy dulcemente, sin ruido...Silencio al otro lado. ¿Estás ahí, Sandrine?, digo. Sí, brindemos por otra hoja caída de nuestra memoria, dice una lenta y pesada voz que apenas reconozco.








34 comentarios:

  1. que puedo decirte me encantas
    como escribes
    tambien lo que presentas me gusta

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    1. Se trata de pequeños homenajes a personas que fueron iconos en otra época y bajo cuyas aportaciones tuvimos tantas vivencias...Gracias por seguir.

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  2. No sabia que habia muerto, de hecho no sabia que estaba viva. Tenia Greco un magnetismo especial, con aquellos jerseys largos, la mirada interrogante, y sabia sostener un cigarrillo en los labios como pocas.
    Lo último que recuerdo de ella es su aparición en la seire Belfegor, y de eso hace mucho tiempo, demasiado tiempo quizás. Descanse en paz.

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    1. Cuánto me gustaba la serie Belfegor. El recuerdo más antiguo que tengo de ella es de la película Las raíces del cielo, dirigida y protagonizada por otros monstruos del cine: John Houston, Errol Flynn, Trevor Howard, Orson Welles. Sí, es de esos personajes que han envejecido, creo que ha muerto a los noventa y tantos, pero de la que no sabíamos nada desde hace años. Parte de nuestra educación sentimental de jóvenes que estaba bien nutrido de actores y cantantes, donde la canción francesa marcaba hitos.

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  3. Tal vez sea ese el auténtico romanticismo: esa mezcla de nostalgia con la que nos envuelve el recuerdo triste de otros otoños.
    Un saludo.

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    1. Y precisamente cuando hay algún icono tan representativo de por medio se nos encoge más esto que llamamos con eufemismo el misterio de la vida. La nuestra ante todo, no lo podemos evitar.

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  4. Diría que fue una de las escasas muestras de la estética del existencialismo.
    Salud

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    1. Que no es -fue- poco. Qué tiempos aquellos en que algo de todo cuanto acontecía en un mundo más avanzado que el provinciano nuestro nos tocaba y hacía milagros.

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  5. Magnífico texto, amigo Fackel, lo tienes que guardar en la cajita donde están los mejores.
    Salud

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    1. Pues no lo había pensado, mis cajitas -chinas, además, ya me entiendes- están en mi coco y no las controlo. Unas veces quiero abrirlas y no acierto. Otras veces se abren por un resorte encantado. Otras se cierran de pronto y me quedo dentro. ¿Qué hacer con mis cajitas?

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  6. También yo recuerdo en blanco y negro a la musa existencialista de la serie "Belfegor y el fantasma del Luvre".
    Era muy atractiva, al menos a mis ojos, y nos apañábamos para poder ver la serie en un bar del contorno, en una tele que según el dueño era como él, "Inter, el televisor de ley", rezaba la propaganda que jamás quitó del lateral.
    Salut

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    1. Inter, es verdad, una de las primeras marcas más conocidas entonces. Y pensar que la primera vez que yo supe con apenas nueve años de que existía una cosa llamada televisión, cuando nadie y digo nadie, bueno acaso en El Pardo, la tenía fue en el taller de un ingenioso manitas que sabía mucho, en la ciudad del Norte. Allí captaba, por esfuerzo propio, imágenes de la televisión francesa que saltaban los Pirineos. Cierto que se veía fatal, pero nos dejaba estar a los chicos con él, mirando sus movimientos de alquimista de lo eléctrico y nosotros alucinábamos. Fue en nuestra prehistoria personal, ya sabes.

      Juliette era Juliette, y con una vida muy azarosa hasta casi el final. Hace cuatro años tuvo un ictus pero perdió también a su hija única, y eso es muy duro. No sé si lo que dice Manuel Vicent de que fue amante de Albert Camus es cierto, pero eso habría sido un lujo, sin duda. Y piensa que cantó a poetas célebres de entonces, a Prevert, a Brel, Eluard, Aragon...

      https://elpais.com/cultura/2020-09-23/muere-la-cantante-juliette-greco-icono-de-la-cancion-francesa-a-los-93-anos.html#:~:text=%E2%80%9CJuliette%20Gr%C3%A9co%20se%20ha%20apagado,Ten%C3%ADa%2093%20a%C3%B1os.

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  7. Muy dulcemente, sin ruido...

    Qué delicia de texto, Fackel. Un bello homenaje a Juliette Gréco que seguramente a ella le gustaría.

    Y sí, cuando llegamos al otoño (de la vida) empezamos a ver cómo caen las hojas de nuestra memoria.

    Besos

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    1. Unas letras llevan a otras...de Prevert a Gréco...y de estos a Sandrine y a Héctor...a mí...En fin, es el viento que sopla y que derriba las hojas rojas, Alís.

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  8. Ya descansa y habrá dejado de padecer. Ojalá haya disfrutado el mayor porcentaje posible de su larga existencia, aunque en su profesión resulta complicado.

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    1. Con una edad tan prolongada de vida no es fácil que todo sea miel sobre hojuelas, en su caso se ve que no, pero todos sus amigos y cómplices cayeron antes. Ver fotografías de aquellos tiempos y las alegrías exhibidas y las desdichas ocultas impactan. Aquí estuvimos muy marcados por ciertas décadas y con ellas por autores de todo arte. Valga lo vivido.

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  9. Formaba parte de esa colección de intérpretes franceses que inundaron nuestra adolescencia. Haciéndonos más sensibles y receptivos a sus imitadores patrios. Luego llegó el pop y arrasó con todo. Pero esa sensibilidad se quedó por siempre en nosotros. Otro referente que se nos va y el corazón se nos encoge un poco más.

    Un abrazo.

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    1. Y mira que había autores en aquel tiempo. Y cómo coreamos tantas canciones y nos deleitamos con tantas bellezas y nos dejamos impresionar por tantos otros actores...Lo doy por válido, porque forma parte de nuestra educación sentimental. Un abrazo.

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  10. Uma voz que marcou uma época e que se tornou numa memória feliz... Em que não sabíamos como o Mundo podia ser tão pesado....
    Obrigada pela visita
    Beijos e abraços
    Marta

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    1. No sabíamos entonces nada del mundo, lo poco que sabíamos era por referencias y anécdotas que nos sonaban ajenas. Luego fuimos probando y comprobando y a veces el mundo pasó por encima de nosotros y nos desbocó y nos puso en riesgos. A unos no les dejó seguir, a otros nos permitió durar. Gracias a ti, Marta.

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  11. Según Manuel Vincent, fue amante de de Camus.
    LA DAMA DE NEGRO tuvo relaciones con Miles Davis, Zanuck (productor), Quince Jones, Sacha Distel y el corredor de coches Jean-Pierre Wimille, del cual tuvo un aborto al conocer su muerte.
    Pero lejos de considerarla una viuda negra, es una mujer interesante y completa, con una carrera musical y cinematográfica que la hace, en mi opinión, permanecer en el Olimpo de los grandes.

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    1. No sabía de tantos nombres en su vida amorosa, incluso he leído de otros que no citas, no sé, supongo que independientemente de su poder de atracción y seducción tal vez algunos hayan dicho sin haber tenido. Pocas figuras de ese tiempo deben quedar, de ahí que cada una que desaparece es como si nos faltase un trozo de suelo de nuestros recuerdos. C'est la vie, María.

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  12. He escuchado la canción que nos pones y me ha gustado mucho, esa sonoridad que tiene el francés siempre me atrae. Y he leído el poema de Prévert en castellano, tiene mucho sentimiento aunque es un poco triste. Casi como el texto que has escrito, con un regusto áspero aunque me ha gustado.
    Un abrazo.

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    1. Prévert fue un escritor interesante, rebelde en su tiempo, nada dado a veleidades sentimentaloides, se encontraba a gusto en los movimientos artísticos y culturales, lo cual implica también políticos incluso a su aire, más librepensadores. Como dice uno de sus poemas:

      "Uf
      no hay que dejarse vencer
      hay que aguantar"

      Hemos olvidado a los poetas del desencanto pero que eran y son luminosos, hoy todo es más aparente y liquido, no hay quejas y todos somos cómplices de la estupidez, así que no te extrañe que Héctor el del relato sea áspero, se debata contra los recuerdos, impugne la llamada telefónica y no quiera seguir porque en su memoria sabe que el pasado no retorna. Pero quién sabe...

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  13. Nuestras vidas son ríos que inexorables, llegan a la mar...
    Feuilles mortes... una de mis chansons favoritas, a lo largo de décadas, que aún hoy me conmueven hondo. Fíjate que en la presentación de mi poemario, -27-2-20- pedí a mi hijo un solo de saxo con esta melodía. Ay, la vida...

    Por Juliette, Fackel. Por la nostalgia.

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    1. Qué curioso. Cuánto coincidimos algunas personas. ¿Fueron los tiempos? ¿O fue nuestra aguda sensibilidad en cada momento?

      Por Juliette y cuantos bebimos hasta el fondo un tiempo y un espacio amplio. No está mal brindar por la nostalgia, siempre que no nos emborrache, claro. O si nos emborracha, ¿por qué no?

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  14. Maravilloso post. Con nostalgias de pasados, con vivencias del presente. Sabiendo que el hoy en impostergable

    Muy bueno. Un abrazo

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    1. El ayer, el hoy, el mañana...adverbios de tiempo, pero prefiero los adverbios de lugar. ¿Tú no?

      Gracias por la lectura y sus entre líneas.

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  15. No puedo decir que esta música tenga un valor tan íntimo como lo sientes, pero comprendo el encanto y la melancolía. "A estas alturas no podemos ser más frágiles de lo que fuimos, o acaso lo somos de otro modo, con otra naturaleza"... en esa frase me quedo pensando. Un abrazo

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    1. La conexión de ideas o sentimientos o emociones con el mundo es muy particular. Más que la música en sí la nostalgia viene por todo un ámbito vivido que ha ido desapareciendo a medida que se iban los que nos rodeaban. Siempre hemos sido frágiles, pero la vida obliga a las apariencias opuestas. Recuerdos al Paraná.

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  16. El temps de les cireres és el títol d'una novel·la de Montserrat Roig que he llegit. També és l'època de la vida en què he estat més infeliç, quan semblaria que la joventut ha de ser com les cireres, deliciosa.

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    1. Leí hace mucho ese libro. Roig era una mujer cabal y comprometida con causas razonables. Fue una pérdida que muchos sentimos. Ni la niñez ni la juventud es para todos tiempos felices, por supuesto, están llenos de claroscuros, de la misma manera que para algunos es rosa total y para otros negro absoluto. Lo normal es que se combinen luces y sombras. Muchas veces hablamos en general cuando habría que matizar por tiempo, espacio, circunstancias y la misma calidad de cada individuo, ¿no creees?

      Celebro verte por aquí, Helena.

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  17. Un texto precioso plagado de belleza y melancolía.

    Tiempos pasados en los que todo lo nuevo era motivo de sorpresa. Ahora, con Internet, estamos saturados de información y nos cuesta más sorprendernos. El poema es precioso. La elegancia de tus letras me hace creer en el ser humano.

    Gracias por compartir
    Un abrazo

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    1. Es verdad, entonces todo era asombro, novedad, ilusión, esperanza. Aunque tuviéramos tan poco. Hoy parece que nada esperamos por sorpresa, que todo estuviera pre programado, que a un acontecimiento se sucediera vertiginoso otro, sin tiempo de disfrute y de sedimentación. El poema El otoño, de Prévert, es un poema vital, no obstante parezca surrealista, yo creo que no tiene truco. Gracias, Ana, por compartir.

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