miércoles, 14 de junio de 2017

Bosníaca. Alejandría no tuvo segunda oportunidad




Venía pensando que ni Alejandría tuvo la segunda oportunidad de recuperar su biblioteca. Y sin embargo es un paradigma. Dicen que por la acumulación y diversidad de tratados del saber, aunque acaso la fama posterior le vino por la destrucción que sufrió. Si se hubiera ido vaciado en un proceso gradual y lento, ¿se hablaría de lo que fue con el mismo ímpetu de autoridad que parece que la devastación es capaz de conceder? Alejandría, un mito explicado a medias. Luego alguien inventó aquello de las siete maravillas del mundo, una clasificación aleatoria y probablemente incierta, que acaso es más producto de la leyenda que de la obra en sí. Y en el paradigma de los modelos se instaló la memoria de una biblioteca soberbia que dicen que fue. La memoria, en ese caso y en tantos otros, ¿pretende sustituir o solo compensar lo que hubo y se perdió? Pero creamos en el fenómeno constructivo de las bibliotecas. Creamos en la preservación del conocimiento. Creamos en el legado de información que solo ahora es más accesible y está más socializado que nunca. Relativamente, no nos engañemos del todo. El saber siempre ha sido una propiedad muy particular, muy de minorías, religiosas o políticas, o de ambas castas. El saber proporcionaba, proporciona, control, dominio, influencia, manipulación, poder en definitiva. He vuelto a la biblioteca reconstruida de Sarajevo para deleitarme en su perfecta restauración. ¿Para llorar también? Muchos lloraron en su momento y durante décadas, porque no se trata solo del material exclusivo y rico que ardió, sino de la humillación a la que se sometió a los habitantes de la ciudad y, por extensión, al país multiétnico. Fue un ataque en la misma línea de flotación cultural de la ciudadanía. Incluso, o acaso sobre todo, de las señas de identidad de la convivencia secular.  Pero los paneles con fotografías y textos que hay dentro de la nueva biblioteca, explicando el bombardeo de 1992, lloran ya por mi y por los visitantes. La indignación todavía dura. La ingente cantidad de documentos, libros, manuscritos o archivos relacionados con las culturas de lengua judía, árabe, turca, persa o adzamijski quemados, duermen el sueño de los justos como ningún supuesto justo humano se lo habrá merecido. Información para incautos: la biblioteca histórica de Sarajevo no fue la excepción a la barbarie, sino uno de los más de mil casos de destrucción de espacios culturales en todo el país. ¿Más representativo? Sin duda, además de la calidad de lo que se había heredado de los pasados siglos su ubicación en la ciudad icónica por excelencia. Las noticias están relatadas, los detalles al alcance de cualquiera, las anécdotas para quien desee conocer los entresijos de lo que hay detrás de los superficiales titulares de las agencias de prensa. La destrucción de la biblioteca cerraba el círculo del infierno de los bárbaros, estaba en sus cálculos, tenían que proceder a ello para poner de rodillas a toda la población. Triste.

No hago más que pensar en por qué no habrá querido venir conmigo Alisa. Aducía que tenía el día muy ocupado. Yo creo que ella sigue teniendo miedo a llorar una vez más. Las pérdidas, suele decir, nos condenan a la humanidad. Nunca nos recuperamos de ellas, asevera como si fuera una anciana. ¿Por qué me parece Alisa, con toda su juventud, tan clarividente?



(Fotografía de Inés González)


4 comentarios:

  1. Hoy, la Biblioteca es un lugar esplendoroso, nada te hace pensar, sentir o sospechar que fue víctima de casi su total destrucción. Los restauradores bosnios han hecho un trabajo extraordinario, de verdaderos cirujanos, y así es el resultado. Un trabajo minucioso y con un inmenso amor. Este precioso y emblemático edificio va recuperando lo que fue en su día, un sitio de efervescencia cultural de toda la ciudad, un lugar de encuentro donde cabían todos. En la actualidad una infinidad de eventos alegran las salas de la mítica Biblioteca, un verdadero gozo para el alma, la verdad.
    Muchas gracias por su conmovedor artículo.

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    1. Menos mal que las reconstrucciones sirven y reconstruyen. Menos mal que la Humanidad sabe ponerse en pie cuando lo reclama el sustrato del que está hecha. Menos mal que nos queda un Sarajevo que se alza una y otra vez sobre sus avatares. Gracias por esas tus precisiones tan vívidas como exactas.

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  2. FACKEL:

    Como sabes te escribo desde Barcelona. No siempre contesto. Unas, pocas, por pereza; otras, las más , por no sapiencia.

    Tu página no es fácil. Hay que leer, digerir, pensar , y en ocasiones, volver a leer.

    Todo nuestro tiempo es limitado, pero ¡ coño ¡, a veces (puedes contarte) te encuentras que no sabiendo porqué, existe un persona que te atrae. Es tu caso.

    ¿Porqué de esta respuesta ?, para que veas que aunque no se responda se está.

    Gracias por andar por Barcelona. Por atenderme; por seguir la página; por no responder cuando no se ha de menester; por sentir empatía.

    Gracias.
    Un abrazo fraternal, lo que los políticos intentan eliminar, todos, TODOS, sin ninguna excepción...porque eso no les interesa.
    Salut

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    1. Por supuesto, Miquel. Qué cosas tienes. La libertad de elegir siempre ante todo. Estoy aprendiendo más del corro de opiniones que circulan en los comment de este y otros blog, el tuyo, por ejemplo, que de las circulares mediáticas y partidistas. Nada de lo humano me es ajeno. Del cuento manipulador de las instancias corporativas e institucionales quiero saber cada vez menos. Lo trágico: que esas instancias deciden sobre nuestras vidas.

      Salud y diálogo.

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