martes, 4 de abril de 2017

Evgueni Evtushenko ya está en la ciudad No




Yo creía que ya había muerto hace tiempo aquel poeta que deambulaba entre la ciudad sí y la ciudad no. Son cosas del olvido de los vivos. A los poetas los leemos por temporadas o rachas o impulsos.Y si uno hace un repaso de lo acontecido a lo largo de los años diría que por imposición, consejo, iniciación, moda, vacío, búsqueda, afán de descubrimiento y sed de placer. Por ejemplo. Tal vez por ese orden algunos hemos ido leyendo la poesía y, en general, la literatura. Naturalmente el carácter y la calidad misma de los textos que caían en nuestras manos en cada fase tenían una característica y una pretensión. Leer es algo muy curioso. Nos decían de niños: hay que leer para instruirse. Sigo sin saber qué es instruirse. En mi época nos daban para leer o cosas muy frágiles o cosas muy duras. Las primeras eran obras importantes harto recortadas y sintetizadas, por lo que sabían a poco, aunque entonces no teníamos idea de su dimensión literaria. Las segundas resultaban duras porque era un vano empeño que en nuestra visión de niños y jóvenes, que apenas habíamos tenido experiencias, pudiéramos captar lo escrito. Tema aparte sería las deficientes traducciones, la escasez de títulos, y nuestra propia limitación lectora. Así que podía ser normal que empezáramos leyendo ciertas obritas pero que con la adolescencia y sus experimentaciones y después con la primera juventud y sus complicaciones frente a la sociedad y la política imperante prescindiéramos de centrarnos más en leer y disfrutar. Algunos pudieron compaginar aventuras políticas y lecturas, e incluso estudios, para otros era difícil mantener equilibrios. Para mí, leer ha sido un ejercicio caótico, pero siempre bienvenido.

La primera vez que supe que había un autor ruso, entonces soviético, llamado Evgueni Evtushenko fue precisamente por estar metido en líos. Un compañero de facultad. algo mayor, tenía un empeño personal de verdadera militancia de la cultura frente al régimen del miedo y el vacío, y editaba una revista artesanal. Jugándosela en cada número, no creo que sacara muchos, y no obstante ir su revista de carácter cultural y literario, tenía problemas constantes con la policía política. Uno de aquellos artículos versaba sobre el poeta ruso. No recuerdo nada del texto, digamos que me pillaba grande, y probablemente los demás que recibieran la publicación pensaran lo mismo. El autor de la revista probablemente iba de honesto difusor de ideas y otros estilos, marcándose sus pruritos literarios. Pero entendiéramos mucho o poco era una manera de ir teniendo certeza de que el mundo era muy grande más allá de las costas peninsulares. Después de saber de aquel poeta ruso vivo supimos de otros ya muertos y nunca tuvimos tiempo suficiente para leer la literatura rusa con tranquilidad. Ni tiempo ni actitud, pues el largo debate político lo anegaba todo. Hoy leo por algún sitio que el mismo poeta era percibido entre los suyos de modo contradictorio, ora manipulable por el régimen para unos, ora crítico para otros. Yo, no sé.

Aunque tardé algunos años en descubrir la obra de Evtushenko, sí que supe de un poema que siempre me fascinó: "Entre la ciudad Sí y la ciudad No". En homenaje al autor, ahora que acaba de morir, la reproduzco aquí:


"Soy un rápido tren
que hace años va y viene
entre la ciudad Sí
y la ciudad No.
Mis nervios están tensos
como cables
entre la ciudad No
y la ciudad Sí.

Todo está muerto y asustado en la ciudad No.
Es como un despacho empapelado con tristeza.
Fruncen el ceño en él todas las cosas.
Hay recelo en los ojos de todos sus retratos.
Cada mañana enceran con bilis su parquet.
Son sus sofás de falsedad, sus paredes de desgracias.
Jamás en él un buen consejo te darán,
ni un ramo de flores, ni un simple saludo.

Las máquinas de escribir teclean, con copía, la respuesta:
“No-no-no... no-no-no... no-no-no...”
Y cuando al fin se apagan todas sus luces
los fantasmas inician su lúgubre ballet.
Jamás, ni aunque revientes, billete lograrás
para escapar de la negra ciudad No.

La vida, en cambio, en la ciudad Sí, es un canto de mirlo.

Carece de paredes la ciudad, es como un nido.
Las estrellas te piden acogerse en tus brazos.
Y, sin avergonzarse, los labios solicitan tus labios
con un quedo susurro: “Todo son tonterías...”
La reseda incitante solicita ser cortada,
y ofrecen los rebaños la leche en sus mugidos,
y en nadie hay un asomo de recelo,
y adonde quieras ir, te llevarán al instante trenes,
barcos, aviones,
y, con rumor de años, va el agua murmurando:
“Sí-sí-sí... sí-sí-sí... sí-sí-sí...”
Sólo que, a veces, en verdad, es aburrido
que todo se me dé apenas sin esfuerzo
en esta ciudad Sí multicolor y deslumbrante.

¡Mejor ir y venir hasta el fin de mi vida
entre la ciudad Sí
y la ciudad No!
¡Mejor tener los nervios tensos como cables
entre la ciudad No
y la ciudad Sí!"



Hace casi diez años dejé esta entrada:






13 comentarios:

  1. He de reconocer que no he leído nada del autor que nos propones.
    Prometo hacerlo.
    Gracias ¡
    salut

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    1. No es imprescindible, pero este calificativo es muy personal, ya sabes lo subjetivas que son nuestras necesidades y también lo subjetivos que son los poetas, aunque hay necesidades colectivas también...Salut, Miquel.

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  2. yo tampoco he leído nada de este autor ruso, pero son tantos y tantos los poetas que desconoce una que a veces me digo sería necesario tener infinidad de vidas, una cabeza muy grande, o mente infinita, mejor dicho, capaz de asimilar lo que se va leyendo.
    me gusta la poesía rusa, miraré por ahí a ver qué más encuentro de este poeta, con tiempo, oiga, que ultimamente lo tengo muy estrecho.
    Gracias por compartirlo, siempre interesante, como siempre le digo a usted, cada vez que vengo, o cada vez que no le digo que he venido a leer
    Entre una ciudad y otra un abrazo, Fackel, buen día

    m.

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    1. Gracias, m. Pero no creo que debamos agobiarnos con tantas lecturas. Es inevitable que cada cultura, país o extensión de la casa de cada cual tenga individuos que expresen con palabras un montón de cosas sobre la vida y las canten a su manera. La poesía está de moda ahora, y ya lo estuvo en Ur, no te cuento en Grecia, donde concitaban reuniones y tertulias de la clase bien. Precisamente, se dice que Evtushenko se benefició de un tiempo en que en Ruisa, o URSS, estaba de moda colectiva la poesía, no sé si sería para encubrir otras deficiencias colectivas o como sana expresión popular. A estas alturas de uno que siempre ha caminado también entre ciudades No y ciudades Sí, ya no se sabe cómo comprender las cosas. A mí, el recuerdo del poeta muerto ahora me trae lejanos recuerdos de tiempos "ingenuamente felices" no obstante los riesgos, incluidos los propios de la santa ignorancia en la que nos "educaron". Así que concluyo: todo lo que fuera nuevo con 18 años era positivo, incluidos errores, fallos, o perversidades, si llegó el caso. Aprendimos de ello. Aprendizaje vital y disfrute son dos pilares de leer poesía, o literatura en general, pienso. Buen dí, un abrazo.

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    2. Por supuesto que siempre sin agobios, pero no iba yo por ahí sino más bien decía leer lo que a uno le apetezca, por y para eso la infinitud de la memoria, y de tiempo. Pero claro, ahí está el meollo, no se sabe lo que te puede apetecer, o no, si no conoces esta, aquella otra o la de más allá, y hablo de poesía.
      No creo que esté de moda, o si lo está sólo la de ciertos poetas -o su poesía-, como siempre ha ocurrido y ocurrirá.
      Alguien (no recuerdo quién) me dijo una vez que cuando muere un poeta el mundo se hace un poco más pequeño de lo que ya es.
      Ciertamente sus tiempos de adolescencia no coincidieron con los míos y es obvio que no puedo recordar ni hablar de lo mismo, además de que usted es hombre y yo mujer, y también eso tiene mucho que ver. Eso no quita para que le dé a usted la razón y opine de igual manera, o muy parecida.
      No sólo a los dieciocho años, yo diría con toda edad que se vaya teniendo, pero no me mezcle usted poesía con literatura en general, la disposición a la lectura no es la misma, o es mi opinión sin más, uno no se enfrenta a una novela de la misma manera que lo hace a un libro de poemas.
      Gracias a usted, salud y buena tarde

      m.

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    3. De acuerdo en lo de leer lo que a uno le apetezca. Son tiempos que disponemos de una libertad de oferta y demanda de libros como jamás ha existido antes en la Historia. Se está publicando lo impensable. Cantidad de obras se reeditan con nuevas y mejores traducciones. A veces uno no avanza porque relee libros ya leídos, pero eso si nos llega más dentro es un avance. Sobre la poesía te diré que es un boom exagerado hoy día. Existe multitud de pequeñas editoriales que editan mayormente a gente joven y semanalmente tengo oportunidad de ver en la librería de un amigo una acumulación desmesurada. Por supuesto, hay público lector para todo y eso está bien. Otra cosa es que a los de cierta edad avanzada no nos interese tanto la expresión juvenil, aunque hay excepciones y por lo tanto algunos poetas bastante interesantes en edades tempranas. En ese sentido ratifico que sí está muy en boga o de moda escribir y publicar poesía, y no tienes más que ver cómo hay además muchos blogs, publiquen luego o no en libro.

      Aparte, ya que citas cierta cita de un poeta, está una sublimación considerable del arte de poesía, por llamarlo así. También podría decir a la contra que hay quien considera al poeta un cuentista cuando no un manipulador . ¿A quién hacemos caso? Mi opinión es que sobre poesía o literatura en general no debemos ensalzar en exceso sus manifestaciones. Solo leer, dejarnos llevar, comprobar cómo nos afectan los contenidos...ese es el mejor elogio.

      No era mi intención mezclar poesía con novela, aunque a mí me dé por meter todo en el mismo saco literario. Sean ejercicios diferentes, ambos juegan con palabras, recrean de distinta manera lo que antes llamaban algunos el "alma humana", pero lo hacen, tal vez la poesía al ser tan directamente subjetiva se desmarque de las recreaciones narrativas, pero bueno tampoco me preocupa tener claro esto o aquello. Solo me interesa leer y gozar con la lectura. Por supuesto que hay poetas y poemas que aún considero que me hacen vibrar, independientemente del tiempo histórico y de la nacionalidad, aunque reconozco que los que más me llegan son los de mi propia lengua.

      Cierto, la predisposición a la lectura no es la misma, pero eso depende de cada individuo. Conozco grandes lectores de narrativa que apenas valoran la poesía. Y grandes lectores de poesía, o eso dicen ellos, que infravaloran la prosa relatada. A mí estas enconadas y tajantes divisiones no me va. Yo soy del todo vale, o todo me vale, mejor dicho, pero eso sí, que valga, o me valga, lo bueno.

      Se agradece este diálogo, que espero que aunque breve sea fecundo. Salud.

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    4. Por cierto, la poesía, en la Antigüedad clásica, iba vinculada a la música y a la filosofía. La narrativa es un fenómeno mucho más moderno, aunque hubiera cronistas de historia y viajes en la antigüedad, eso era otra cosa. La narrativa es muy reciente. Así que las bases de la poesía son antiguas y hondas. Recomiendo un libro de poemas de Safo en editorial Acantilado, y otro titulado "Aquel vivir del mar", antología de poetas griegos realizada por Aurora Luque, también en la misma editorial.

      También en la cultura china y japonesa ya cundió desde hace siglos la poesía, aunque la conozcamos menos.

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  3. El mayor mérito del pensamiento escrito, más allá de su valor literario, resulte una llave para abrir la mente de quien lo lee en favor de su propio crecimiento. Un abrazo

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    1. Pues sí, me parece una opinión acertada. El pensamiento escrito tiene muchas caras y prolongaciones. Abrir la mente no tiene limitaciones, una vez hecho el sano esfuerzo. Con literatura se desarrolla tanto el pensamiento, que luego sirve para ahondar en temas diversos, como el sentido del placer. Yo me lo he pasado muy bien leyendo ciertas obras, y he tenido sensaciones de disfrute cuya sensorialidad no es la misma que la sexual, por ejemplo, o que la gastronómica, por otro ejemplo, pero de un poso excelente y decisivo. El sapiens evolucionado, y no sé si concluyéndose, en el que nos encarnamos en este momento histórico nos ha permitido a los vivos de ahora satisfacciones no conocidas en el pasado.

      Gracias, Neo.

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  4. Pues ya va otra de las mil asignaturas pendientes.
    La poesía me ha encantado, gracias por presentarnosla, el título me recordó a Bertolt Brecht "El que dijo sí, el que dijo no"
    Estoy disfrutando mucho de tus entradas. Enhorabuena.

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    1. La vida es un sí y un no, si algunos poetas lo detectan y saben expresarlo se lo agradecemos. Gracias, Tara por pasar y leer.

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  5. Pues resulta que ese poema era uno de mis favoritos, lo descubrí en mi época de estudiante de instituto. Quien leía a Evtuschenko formaba parte de una cofradía y era como llevar una señal en la frente.
    Cuánto tiempo sin leerlo, pero ahora, en esta etapa vital ya no tiene esa fuerza emocional. No sé si será bueno o malo, me falta la inocencia de entonces.

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    1. Vaya, qué sorpresa y alegría, se ve que hemos navegado en aguas análogas, aunque yo preferí siempre más a Maiacovski y su entorno, también estos son más antiguos, Etvuchenko evoca la época del post estalinismo y nuevas esperanzas, que no llegaron a ser tantas, porque Rusia es muy Madre Rusia y Zarista, aunque se disfrazase de soviets.

      No, la fuerza emocional no la tienen ya ninguno de los poetas rusos para nosotros, pero...¿opinarán lo mismo los rusos que no se doblegan a ningún poder ni tiranía? Si pudiera saberlo...

      Gracias por la noticia, Amaltea, me ha alegrado.

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