sábado, 21 de enero de 2017

El cartapacio de Herr Gustav. 11






















No se trata de dar vueltas a si la única verdad es la reducción a la nada. La verdad es siempre el acontecimiento en sí mismo, en su rudeza, en su condición de inevitable. Aunque el fin siempre haya marcado a la humanidad ésta siempre ha echado a suertes su condición. La ha disfrazado de conquistas, revestido de proyectos, adornada de logros y victorias. ¿Cuántos humanos han podido siquiera acceder levemente a la realidad simulada? ¿A cuántos les ha durado? La verdad no necesita exploración sino solo reconocimiento, por muy efímero que sea. El hombre ve que teorizar o exaltar la verdad es tan vano como hacerlo con los demás conceptos absolutos que devienen, de hecho, pasajeros cuando no falsos.   

¿Cree realmente usted, tal como canta su poeta preferido, que la verdad aparece siempre desnuda? Los poetas siempre son de difícil comprensión y usted es un poeta. ¿Qué clase de verdad busca, herr Gustav? Porque yo creo que hay una verdad aparente y otra descarnada. Yo misma puedo estar ofreciéndole ambas. Usted saca los apuntes de aquello que le parece bello y sensual en mi cuerpo, pero ¿se le ha ocurrido pensar que dentro de mí bulle otra realidad menos apacible y atractiva que la que usted se apropia con sus ojos? Si mientras poso emergiera mi verdad oculta no vería a una mujer entregada, sino al rostro vivo del desasosiego. Tal vez usted ya lo sospechaba, pero no es lo que desea ver. Usted no podría concebir el erotismo si yo le manifestara inquietud y disgusto. Al elegir la exaltación del placer solo busca representar la materia bruta de los cuerpos. Lo que los cuerpos y sus poseedores sufran en esta vida le resulta ajeno. Como no es algo estético no viene a cuento reflejarlo, debe pensar. Siga insistiendo en ahondar en mi cuerpo y sus lados desconocidos. No le daré pistas, acaso logre ir más allá de lo aparente. Mi verdad perentoria es que necesito mantenerme en este trabajo. Yo también he aprendido algo que dijo su poeta: si no puedes agradar a todos con tus acciones y tu arte, agrada a unos pocos. Mis dos verdades se reconcilian al ser la mujer de sus bocetos. ¿Me cree? Hoy no voy a dejar que se vaya con malos modales.





4 comentarios:

  1. No creo que sea posible definir el concepto verdad. La única verdad para mí, es la que sentimos como tal, pero plantearnos definirla, ya la cambia. La verdad de una rosa es lo primero que sentimos al verla, un segundo después ya es distinta.

    Un abrazo.

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    1. Los humanos nos hemos dedicado desde siempre a definir todo, lo cual no significa que tras las definiciones existan conceptos palpables. Echa un vistazo a todos los otros absolutos que pululan y ya verás.

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  2. "Yo también he aprendido algo que dijo su poeta: si no puedes agradar a todos con tus acciones y tu arte, agrada a unos pocos": l'art no té cap necessitat de ser perfecte, inqüestionable, he llegit alguna vegada.

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    1. Por supuesto que no, pero tampoco es oro todo lo que reluce (y por lo tanto se vende como tal), ni mucho menos.

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