lunes, 1 de agosto de 2016

Instinto noble




No sé por qué me da que lo más noble de la política es, ante todo, instinto. Instinto de saber elegir, aunque sea para ponerse a salvo. Instinto de obrar con rectitud, conforme a las posibilidades del medio y de las tribus. Instinto de rebeldía si ves que no funciona la adaptación. Al fin y al cabo, se trata de recursos de la naturaleza humana que a veces la cultura no puede domeñar. En ese sentido, los dos ciudadanos que se escurren de entre los brazos de un tipo furibundo actúan por un sentido profundo de la política instintiva. Ejercitan su derecho a no aceptar ni por asomo a quien vocifera. Probablemente sus padres pertenezcan al mismo partido del personaje con aires energúmenos (No quiero ni pensar que hayan sacado a las criaturas de la inclusa para la foto) Ya se sabe cuánto gusta a los dictadores, incluso a los déspotas como éste, que les ofrezcan a los inocentes. Dejad que los norteamericanitos blancos y cristianos se acerquen a mí (esta cita me la ha inspirado el artículo que Paul Krugman publicaba ayer en El País Negocios) Pues bien, algún padre le ha prestado esas almas cándidas al señor de la foto, en un acto de sumisión que avisa de lo peor. Los inocentes berrean, tratan de escabullirse, alargan la manita en un que alguien me salve o bien codean en un apártate de mí, pestífero, que parece decir el más llorón. Acaso porque sospechan que un Herodes más perverso que el otro se esconde tras su acicalado porte. Que los padres que hacen dejación de sus nenes al exultante personaje de película de miedo se acobarden a su vez. Con semejante prueba, los chicos les pueden salir rana a las primeras de cambio, no se muestran ni dóciles ni condescendientes. Cosas del instinto poderoso que manda mensajes a la política. Claro que los hombres han generado una herramienta mortífera denominada cultura, cuyo doble filo arremete contra instinto, naturaleza y principios básicos de la propia convivencia. Debido a ello existe el señor de los negocios de la imagen que quiere ser el presidente (peligroso) del Estado más poderoso del planeta (de momento)


Nota. Recomiendo el artículo: 



(Fotografía de E.Vucci, agencia AP, tomada de El País)


6 comentarios:

  1. si te domina un bárbaro, la cultura será un rasero entre barbarie y desprecio
    si te domina un guerrero, la cultura será beligerante y disciplinadora
    si te domina un inteligente, creerás que estás abducido por extraterrestres
    un abrazo

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    1. ¿Dónde, pues, la clave de una cultura, que tanto se sacraliza? Estoy de acuerdo con tu espléndida manera de definir la cultura. Un abrazo, Omar.

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  2. Políticos y niños son una mala combinación. Esa imagen produce grima, angelitos, brazos y manos que apresan bajo ese rostro circense. Un horror.

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    1. Hitler, Stalin, Kim Jong-un, los Papas, por citar unos ejemplos...cuánto les va explotar la inocencia y su simbolismo a los "poseedores de verdades eternas".

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  3. Se me apetece soltar un improperio muy alto, por respeto a tu blog no lo escribiré. La cara del payaso revuelve las tripas. Lo peor de todo es que representa el paradigma del éxito para determinado colectivo.

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    1. Lo que dice mucho sobre determinado colectivo. Qué bajo ha caído el partido de la derecha más derecha de los USA.

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