Max dice: este es un país de clérigos. ¿Lo dices por la investidura de ayer, que no invistió nada?, le replico. Él: siempre lo he pensado, pero ayer lo confirmé una vez más. Unos son rancios y bujarrones, otros pretenden profesar aún bisoños, otros van de simples novicios y ya se ven en Roma. ¿Quieres decir que el modelo clerical ha cundido hasta el extremo de invadir las pautas de la democracia parlamentaria?, le inquiero curioso. Naturalmente, aquí no se libra ni la divinidad, dice Max. Todos y cada uno de esos pontífices de pacotilla hablan para sus propios fieles. No están seguro de convertir a los ajenos y por eso insisten en predicar sobre los del propio rebaño, para que no se escapen o para apaciguar su confusión temporal. La vida del más allá, siempre imprecisa y ordinariamente traicionada, solo es producto de la verborrea y del mantenimiento de su estatus. Le espeto: ¿Estás diciendo que de diálogo nada de nada? Max: ¿diálogo? Suena a Platón y a este le matamos hace tiempo.
Todos ellos clérigos presuntuosos, gordos nada humildes sirven para lo mismo que un calcetín impar. Al menos el calcetín lo puedes tirar pero a ellos. Dios los hizo invencibles.
ResponderEliminarSaludos
Solo ídolos con pies de barro. Alguno además de ciénaga o de pozo negro.
EliminarSi no se dieran rebaños no existirían pastores. Se necesitan, se utilizan mutuamente. Y no entraré en características diversas y múltiples. Ya no juzgo, solo observo y saco conclusiones lo menos sesgadas posibles, al final si sigo esta linea de pensamiento arramplaré con la sociedad completa, imperfecta pero que por ello mismo nos permite criticarla y jugar o soñar con cambiarla a eso que lo imaginemos. Pero aun necesito de la sociedad para sobrevivir, y ello me hace replantearme la propia existencia.
ResponderEliminarClaro, existen pastores y perros porque existe rebaño. ¿Dónde nos ubicamos nosotros?
EliminarSería fácil responder que "rebeldes con muchas causas pendientes", pero resulta demasiado fácil ubicarse en un solo concepto dentro de un universo tan múltiple que he de hacer un esfuerzo superior a mis capacidades para entenderlo. Eso si, lo reconozco protegida por la diosa Fortuna, siempre, dentro de unos márgenes razonables.
EliminarOye, pues me ha gustado mucho esa expresión, y me haces pensar si se es rebelde por lo pendiente, o lo pendiente conduce a ser díscolo per sécula...
EliminarEs una clerecía instalada en el poder, complaciente de sí misma que exhibe un hablar hecho de lugares comunes y repeticiones.
ResponderEliminarAburren y cansan. Son la cola de una sociedad que va por muy por delante de ellos.
No sé si toda la sociedad va por delante de ellos, porque si así fuera ellos no estarían ahí. La sociedad es muy comodona y renuncia con facilidad al esfuerzo participativo.
Eliminarpermíteme expresarte que me pareció "pour la galerie" pero sospecho que algunos toman por tontos a los que votan
ResponderEliminarNo pretendo ofenderos, hablo sin el cerno de leño que arde en esa hoguera
un abrazo
Es que cada cual facción se organiza y diseña los discursos (los cotidianos no solo los que pronuncian en parlamento) ante todo para sus clientelas. El clientelismo y el caciquismo vienen de lejos en la práctica política española. Dudo que alguna vez hayan dejado de existir.
EliminarNo nos ofendes, hermano, la ofensa va en otras direcciones. Yo empiezo a estar harto del lenguaje grueso y facilón, que, por otra parte, es falso también. Ya sabes que en política los que se besan hoy mañana pueden apuñalarse, y viceversa. Salud.