domingo, 22 de noviembre de 2015

En ninguno de los nombres




Es de agradecer que estas jóvenes seguidoras de una religión monoteísta salgan a la palestra con tal mensaje. Y que ayer en Roma, Génova y Milán los musulmanes se hayan manifestado bajo la misma consigna. ¿Han tomado una iniciativa decidida frente a los más violentos? Y a su vez, ¿estarán valorando la procedencia de tanta agresividad fanática? ¿Ahondarán en las raíces de los pensamientos que se reclaman de la verdad y lo absoluto y que alimentan las ideas cerradas y fanáticas? ¿Reconsiderarán las aspiraciones al dominio y la conquista que hay en el seno de las doctrinas, con todas sus consecuencias, medios y fines? ¿O se trata de una pose, no digo que no sincera, para la coexistencia pacífica? Mira que el poeta Omar Jayyam, materialista y dudosamente religioso, hace casi diez siglos ya cantó:

"¿Hasta cuándo mezquitas, ritos, templos del fuego?
¿Hasta cuándo hablarán de infierno y paraíso?
Mira que en su tablilla el dueño del destino
escribió en un principio cuanto habría de ser"

Nunca en el nombre de fantasía u objetivo alguno debería cundir la maldad y el crimen. Ni en el nombre de ningún dios ni en el nombre de ninguna excelsa idea ni en el nombre del dinero y el productivismo desenfrenado. Pero ya vemos que los hechos anulan lo potencial haciéndonos infelices.  



(Fotografía tomada de Il Manifesto)


3 comentarios:

  1. Recomiendo la lectura de:

    http://www.ultimocero.com/blog/nadar-entre-las-sombras/el-hedor-la-violencia

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  2. "No" a la violencia, "no" al fanatismo, "no"a la intolerancia...

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    1. No a todo lo que hay detrás: tan abyecto, tan tan vil, tan despreciable.

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