martes, 9 de junio de 2015

Asperezas





Cuando se asquea, Walden concibe la prensa -y en general todo lo mediático- como un desagüe. Por ese cilindro más ancho o más estrecho se vuelcan toda las porquerías humanas. No las originales, los excrementos innatos producidos por los individuos directamente, sino aquellos que han operado transformación para el consumo posterior de los mismos que los generan. Esa es su opinión áspera y llana. ¿No son las deposiciones de otras especies el abono que fertilizará los alimentos que consumen los hombres? Así la nutrición de las ideas, las opiniones generalizadas y los estereotipos admitidos tienen lugar en base a las propias boñigas intelectuales (es un lujo desmesurado llamarlas así) que los fieles presentes producen. Hay composiciones, químicas, marcas y elaboraciones varias que facilitarán la ingestión y asimilación. También hay gustos, platos preparados, precocinados para aceptaciones o rechazos del metabolismo, con gluten, sin gluten, etcétera, como lo que forma parte del resto de las comilonas que la especie se zampa. La clave de la alimentación del espíritu y la inteligencia, dice mi abrasivo amigo, es el conducto a través del cual nos llega todo lo que algunos desean que nos llegue. Eso me recuerda lo del embudo y su famosa ley, le digo sarcástico. Con la diferencia, dice él, que lo tragamos selectivamente. Es lo que tiene la alimentación mediática. Su oferta formal amplia de platos. Aunque si eres muy exigente te darás cuenta de que todo sabe igual.

Después de soltarme su discurso acerbo, Walden coge la prensa y se va al retrete donde el ciclo informativo sigue su curso.




6 comentarios:

  1. Tiene razón Walden. Por eso hay que encontrar la forma de que seamos nosotros mismos los que elaboremos lo que saldrá por nuestra cañería particular. Es difícil no contaminarse. Para ello imagino que primero habrá que conocerse muy bien, echando de nosotros todo lo aprendido que no va con nuestra esencia, desaprender bastante...

    Muchos besos

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    1. Me gustaría pensar como tú, pero cada vez soy más descreído, no son tiempos de espíritus puros (¿alguna vez lo han sido?) Y no es que uno no se vaya conociendo dentro de sí sino que cuando sueltan la inmundicia resulta muy difícil detenerla. Primero desaprender (lo inútil, lo alienante, lo inicuo) y tratar de echar miradas nuevas sobre las cosas.

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  2. La imagen y la descripción del ciclo informativo, boñigas incluidas, me parece no solo realismo puro y duro sino también definición sumamente ingeniosa. Lo siento, no podría contradecirle.

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    1. Walden está hartito, lee ya entre líneas e incluso cuando no está a gusto se inventa las noticias.

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  3. Por cierto durante los veranos de mi infancia recuerdo haber limpiado el orificio de las deposiciones con recortes de prensa. Muy efectivo material para semejante uso.
    En la actualidad absorben las inconveniencias de mis canes, entre otros usos....

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    1. En efecto, el papel higiénico, aun existente (El elefante) tendría su precio. En muchas letrinas figuraba papel de periódico ¡y paredes! Aquí no se mencionaba la prensa con tal uso...Walden gusta de hacer el crucigrama en esa tesitura.

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