miércoles, 16 de abril de 2014

Imaginario, 2.



Desde la cama contemplo la bombilla que a veces hace guiños. En la habitación hay también una mesilla, una butaca pequeña y baja y una cómoda de perfiles redondeados. Sobre ésta, el calzador del padre. Entra un ladrón y se pone a tirar de los cajones. Hurga atropelladamente en su contenido. Me tapo con las sábanas y escucho mis propios latidos con una tensión enervante. El ladrón se asusta también y huye precipitadamente. No se ha llevado siquiera el calzador.



10 comentarios:

  1. El Infierno moderno según Sartre en "A puerta Cerrada":

    Una habitación de hotel con la luz siempre encendida y la puerta cerrada donde han de convivir eternamente tres personas que nunca se han visto. Imposible escapar a la mirada de los otros y se vive tan solo de su desprecio.

    INÉS (lo mira sin miedo pero con una inmensa sorpresa): ¡Ah!
    (Pausa) ¡Espere! ¡He comprendido; ya sé por qué nos metieron juntos!
    GARCIN: Tenga cuidado con lo que va a decir.
    INÉS:: Ya verán qué tontería. ¡Una verdadera tontería! No hay tortura física, ¿verdad? Y sin embargo estamos en el infierno.
    Y no ha de venir nadie. Nadie. Nos quedaremos hasta el fin solos y juntos. ¿No es así? En suma, alguien falta aquí: el verdugo.
    GARCIN: (a media voz): Ya lo se.
    INÉS: Bueno, pues han hecho una economía de personal. Eso es todo. Los mismos clientes se ocupan del servicio, como en los restaurantes cooperativos.
    ESTELLE: ¿Qué quiere usted decir?
    INÉS: El verdugo es cada uno para los otros dos.

    No hay necesidad de parrillas; el infierno son los demás.


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    1. Y cada cual de nosotros somos los demás. Bien por esa referencia a "A puerta cerrada", hombre.

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  2. Hasta yo me asuste, jajaja. Muy bueno, Fackel!!
    Abrazo.

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    1. ¿Para qué crees que se inventaron las sábanas, Sara? Protegen a los fantasmas y a los asustadizos. Abrazo.

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  3. Analíticamente pensando: 1- El supuesto ladrón va descalzo o bien calzado, en cuyo caso no necesita el calzador.
    2 - A lo mejor el pobre también se asustó del estruendo bajo las sábanas y hubo de salir corriendo.
    ................. por decir algo.
    Miedo, claro, siempre que un elemento ajeno se entromete de golpe, sin previo aviso y sin consideración en nuestras conciencias.
    Si alguna vez mi persona ejerció de " supuesto ladrón", no sabe usted bien cuanto lo ha penado.

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    1. No, no voy a caer en la trampa de que, debido a las fechas del turismo religioso, vaya a hablar del buen y del mal ladrón, jej.

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  4. El ladrón espera silencio, vacío y botín. Ya me dirás que sorpresa se llevó: bombilla que guiña, dueño en la casa y un simple calzador. Para asustarse, ¿no? Besos!

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    1. Los ladrones de las propiedades emocionales son los peores, Fedora. Piensa en ello. Y si no, pregunta, Besos.

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  5. El que asusta a un ladrón tiene miles de latidos de perdón.
    ¿Igual no vuelve al lugar del crimen, puesto que no lo hubo? Exceptuando, claro, el de su propia torpeza...

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    1. Hay ladrones que quieren robar y ladrones que quieren hacerse notar. Y robos de otra dimensión cuyo objeto no es la simple propiedad privada...Salud, Zenon.

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