viernes, 7 de febrero de 2014

Millás y el exhibicionismo onanista de una reunión de amigotes













Hoy no tengo ganas de escribir. Entre algunas noticias que dan asco y algo de pánico (el que quiera saberlas que saque la cabeza de avestruz del agujero) y lo bien que escriben ciertos seres cáusticos, me limito a reproducir lo jocoso. Por ejemplo este articulito de Juan José Millás que aparece hoy en la contraportada de El País.


"Observada con perspectiva, la convención del PP en Valladolid apesta a ejercicio de onanismo. Nada raro: las ganas de masturbarse atacan en los momentos más inoportunos. Hay una literatura abundante acerca de soldados que a punto de morir se bajan los pantalones y, abstrayéndose del entorno, se entregan con furor a sí mismos. Sabemos de enfermos terminales que, asaeteados por sondas y catéteres, practican el vicio solitario debajo las sábanas. Hay gente a la que le ataca esta necesidad imperiosa en el metro, en la oficina, en el confesionario… No nos extrañe, pues, que el PP se encerrara a solas con su cuerpo durante los mismos días en los que en Madrid se producían manifestaciones de bomberos, de mujeres, de usuarios de la luz, de preferentistas… El mundo ardía mientras el PP, en la trinchera calentita de Valladolid, se autosatisfacía compulsivamente, ajeno al aumento de los desahucios, a la crecida de los suicidios, a la destrucción progresiva del empleo, al conocimiento de que 20 ricos, en España, igualaban la renta del 20% de la población. Lo que decíamos: en las situaciones hostiles, cada uno se alivia con lo que tiene a mano. Y ahí estuvieron, dale que te pego, desde el viernes hasta el domingo. Aparecían por la tele descorbatados, con las camisas y las blusas más abiertas de lo conveniente y la expresión del que atiende a un delirio interior más que a las demandas del exterior. Ahí los veías, por los pasillos del centro de convenciones, entre agotados y culpables, deleitándose en unas fantasías de recuperación económica que nada tenían que ver con la realidad extramental. No terminamos de comprender la publicidad con la que se entregaban a sí mismos, como si al placer solitario necesitaran añadir el extra de la ostentación. Una conferencia masturbatoria, en suma, con gabardina de exhibicionista."


10 comentarios:

  1. Hasta la Alicia Sánchez Camacho se dejó caer por esa convención con el morro bien perfilao y en busca de... su particular país de las maravillas.
    También vi unas imágenes, creo que en el programa de Wyoming, donde unos cuantos de esos impresentables daban su aprobado al gimnasio del hotel, en fin que yo sólo quería decir: ¡Grande, Millás!

    Salut, Fackel.-

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    1. Conozco alguna anécdota de ese tipo de personajillos que a la hora del cierre de algún bar querían seguir, se les pidió que se fueran porque era la hora del cierre y ellos recurrieron a aquello tan de uso en los tiempos de la dictadura: ¿es que no sabe usted quiénes somos nosotros?

      Está dicho todo. Salud siempre.

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  2. no me resulta novedoso del hijo predilecto del franquismo, me asquea su soberbia, su "españavabien", sus anorgásmicas mujeres dando cátedra de civilismo, mas siento una pena inmensa por la falta de una oposición creíble, pero...mmhh, verdaderamente creíble...(pero déjame hacer silencio, que allí en vuestra patria no existo)
    te mando un abrazo

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    1. Creíble del todo en este país no sé si hay alguien, pero esforzándose por serlo existen algunos, como siempre ha sido, Omar. Espero que no volvamos al siglo XIX. Un abrazo.

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  3. Aquí un fan de Millás por todo lo que me ha hecho reír desde hace años.
    Pero como esa última de El Roto, que supongo leerías: Sale un tipo brindando: "Por el glorioso alzamiento nacional... de bienes"... Impagable

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    1. Coincido contigo, la agudeza expresiva de ambos es directamente proporcional a su amarga sensibilidad; no es para menos. Impagables.

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  4. Me encanta Millás. A mí me parece articulazo.

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  5. Tanto los viernes en esta columna de la última página como los domingos en El País Semanal sus descripciones no tienen pérdida. Hay que felicitarle, como pasa con El Roto.

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  6. Sin duda un blog muy interesante.Saludos!

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    1. Bienvenida, Idolidia. Ya sabes que el interés es siempre subjetivo. A veces algo menor, pero si uno encuentra en ello algo de sustancia para degustar ya se justifica. Saludos.

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