Le llaman Fuente de la aceña. Una aceña era un molino ubicado dentro de un río. Tomaba las aguas de éste para mover la maquinaria. Probablemente los elementos -agua, piedra, vegetal- existan todo el año. Pero ahora transmiten conciencia del estío. El cuarto elemento, la luz, condiciona los anteriores y define un sentido de exuberancia y generosidad. Pero todo esto no son sino palabras vanas. Porque la verdad, se la ponga o no palabras, es ese chorro que fluye, el remanso que se forma en el estanque, las plantas que crecen en los intersticios de los sillares, la piedra que se deja cubrir o se mira en el agua apacible. La tarde era cálida pero la huella de los hombres es antigua. No importa lo que haya acontecido por siglos al borde de la pequeña alberca. La verdad de una tarde de verano es ésta, simplemente. Quietud. Hipnosis.
Muy buena!
ResponderEliminarUn saludo de agua, piedra, vegetal y luz!
Fer
La misma composición de los animales, incluida la de los humanos. ¡Gracias!
EliminarLa imagen que pones me recuerda una anécdota de hace años. Un verano de vacaciones con mis padres pasamos unos días en Granada, la costa era agradable pero Granada capital un horno. Visitamos la Alhambra, lugar precioso pero la temperatura era insoportable. Yo llevo bastante mal el calor pero hasta mi hermana que aguanta el sol como una heroína estaba agobiada. Paseábamos por una zona en sombra con canales por los que corría el agua, yo metí la mano en uno y mi cara debió de ser tan expresiva que mi hermana se paro en seco y en un momento las dos estábamos mojándonos los brazos, piernas, nuca ... que felicidad!!. Sé que no es un comportamiento correcto precisamente, pero el frescor de ese agua y el alivio que nos proporciono lo recuerdo dos décadas después como algo maravilloso.
ResponderEliminarNo me extraña. Hoy vuelve a hacer un día para pillar una fuente, un manantial, un remanso...discretos, eso sí.
EliminarQuietud, hipnosis... y murmullo de vida.
ResponderEliminarCuando topo con una de ellas no puedo resistirme al placer de ofrecer la cabeza bajo la guillotina de su caño. Siempre ha sido así y siempre lo será. Las ideas, después, siempre lucen más claras.
Salut!
Eso, el murmullo de vida y los seres invisibles que lo pueblan. Esa caída líquida sobre el cuello...fugaz, estimulante.
Eliminaruna refrescante y tranquila entrada,
ResponderEliminardisfruta compañero
saludos para vos
Una manera de combatir los casi cuarenta grados de esta jornada, hermano. Con recuerdo de lo grato, del fluir apacible, de la materia que nos acompaña.
EliminarSalud y fuerza.