No deja de ser paradójico que el presunto asesino de un joven estudiante de izquierdas en París sea español, además de neonazi, y que en las manifestaciones de hoy se invoque el archi repetido ¡No pasarán! Reconozco que siempre me emocionó escuchar ese grito en otras lenguas. Que esa frase de carácter épico y la palabra guerrilla sean dos de las grandes contribuciones de la lengua castellana al mundo (¿tal vez las únicas?) es para preguntarse algunas cosas, pero lo dejo al silencio reflexivo y personal de cada cual. No obstante, cuando unos términos son absorbidos por otras lenguas es porque disponen de una capacidad conceptual cuya traducción no existe. A los españoles nos ocurre otro tanto con otras palabras de fuera que han ido implementando nuestro vocabulario, ¿no? Pero yo no quería hablar de esto, que ni soy filólogo (se admiten correcciones y aportaciones varias) ni politólogo más allá de mal andar por casa. Simplemente me dirigiría a los franceses que aún beben de las ideas -espero que puestas al día y exigiendo avances- que un día aportaron al mundo, aunque Pirineos para abajo hayan cundido poco y mal. Y les diría que gracias por usar el adverbio de negación y el tiempo futuro del verbo pasar. Pero que ojo: que aquí no dio resultado a la postre aquella invocación. Claro que habría que preguntarse también si fue así porque el gobierno francés de su momento, junto con otros gobiernos supuestamente democráticos, hizo poco y acaso ni siquiera lo suficiente por la causa republicana española. El acervo de los resistentes de cualquier país se enriqueció no obstante con aquella cita. Sin embargo, mi fervor al respecto es limitado. Gritar en España el ¡No pasarán! tras la gran hostia del 36-39 y lo que vino después da algo así como mal fario. Pero son cosas mías; que uno no ha dejado de ser supersticioso del todo. Eso sí, hay que ver cómo pronuncian la frase los parisienses. Pongan, pongan los vídeos que corren por la red. Nada de acento nasal. Cadencia contundente. Firmeza. Con todas las consecuencias. Y eso sí, un deseo: que no les dejen pasar.
Es nauseabundo todo lo que está pasando en rededor nuestro, con la excusa de esto de la (mal) llamada Crisis.
ResponderEliminarLlevas toda la razón, en todo, Fackel. Pasa que, ni dan ganas ya de comentar.
D.E.P. el joven sindicalista francés, y se pudran los asesinos.
Saludos cordiales.
En efecto, muchos días no tiene uno ganas ni de traer a colación los temas duros, digamos. Esa sensación de hedor y de que la barbarie late, allí y aquí, en todas partes, resulta difícil de soportar.
EliminarLo que me jode es que muchos verán ese crimen como un asunto entre pandilleros, eso de que los extremos no son buenos, etc. Los que mandan en España, ¿qué son?
Salud siempre.
Aquí dejo mi modesta pero solidaria gota de aceite para tu antorcha.
ResponderEliminarTal vez al "no pasarán" debiera antecederle un "os vamos a echar". Porque pasar han pasado.
"Las palabras entonces no sirven, son palabras..."
Me haces pensar. Entiendo que quieres decir: o se vinculan ambas intenciones o no hay nada que hacer. ¿Quiere la sociedad echarlos? Porque todos los días sacan decretos, cambian leyes, rebajan salarios...el que tenga oídos que oiga, y analice.
EliminarQuiero echarlos con muuuuuchaaas ganas!
ResponderEliminarMuy buen post. Sí que dal mal farío, sí
Echo mano de un tópico y vuelvo la oración por pasiva: Querer no es poder. Estamos alcanzando las cotas más altas de la miseria cultural, política y ética. Todo son mentiras, Casi. Ya ves hoy el personajillo que ocupa la jefatura del Gobierno, diciendo que el pesimismo está en retirada en nuestro país. Será en el suyo de Jauja, no te fastidia. Son mala gente, hermana, mala gente.
Eliminarporque el gobierno francés de su momento, junto con otros gobiernos supuestamente democráticos, hizo poco y acaso ni siquiera lo suficiente por la causa republicana española
ResponderEliminarPORQUE LEON BLUM FUE UN TRAIDOR
saludos
Todas las democracias europeas dejaron a la España republicana con el culo al aire. Y no creas que la inefable URSS les fue a la zaga. España era una mosca cojonera en el panorama geopolítico de aquel tiempo. Bien lo pagaron todos.
EliminarUn abrazo, Omar.
Ese asesino parece que nació en mi ciudad ¡Qué vergüenza! Que empapelen a ese tío, a base de bien.
ResponderEliminarSaludos.
Lo siento, gaditano, pero recuerda que las malas hierbas crecen por todos los caminos. Saludos.
EliminarTambién nació en Cádiz Fermín Salvochea.
EliminarPor supuesto. Qué olvidados tenemos a los federalistas de verdad, como Salvochea, anarquista de la I Internacional, a aquellos que impulsaron ideas que aún nadie ha llegado a concretar en este siglo XXI.
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