viernes, 21 de diciembre de 2012

Reyes de las apariencias




¿Tiene algo que ver la media cultural y mental de los españoles con la posesión de vehículos de alta gamma? Soy de la opinión de que se establece una relación inversamente proporcional entre inteligencia y exhibición. Que un individuo se puede comprar un vehículo de lujo dejando de pagar a los empleados de su propia empresa, debiendo grandes sumas a los proveedores o simplemente pidiendo un crédito que luego no se devuelve (resultado = embargo) Pero en el reino de las apariencias algunos se creen que arrasan. Hay que demostrar a la esposa o al esposo su poderío, luego menguante o nulo en la intimidad. Hay que fardar ante las amistades, término este que sustituye al de amigos, algo perdido y abandonado, aunque estén más cerca de ser muertos de hambre que otra cosa. Hay que sacar pecho conduciendo la chatarra de no sé cuántos caballos porque el pecho intelectual brilla por su ausencia. Hay que dar imagen de una posición social que acaso no existe pero que lo importante es que lo parezca. Los mercedes, bemeuves y audis de alto standing avanzan despacio por las avenidas para que se les mire, aceleran en las autopistas para deslumbrar, se estrellan en las cunetas para que los amigos se queden diciendo del muerto: pero qué cochazo tenía Pep. Ah, y los cuatro por cuatro se suben a las aceras para demostrar su potencia, ¿o habría que decir prepotencia?,  y de paso una banderita colgada del salpicadero nos confirma que sus propietarios, no obstante lo incívicos que son, también son españoles y olé sus esencias, que no nos gana ni Dios. Los asnos nos precederán en el reino de los cielos, porque en el de los mediocres campan otros, ¿verdad?




(Fotografía de Alex Howitt)


12 comentarios:

  1. http://movimientofreeman.blogspot.com.es/

    un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Pienso lo mismo que tú. Yo siempre he tenido carraquitas :)

    ResponderEliminar
  3. No solo en España...
    Acá no es solo autos, si un vecino (pudiente también) le pone marmol a su entrada, el otro va a la misma marmoleria y le dice. "Quiero hacer algo como fulano, pero más caro". Allá debe quedar si es mejor o no.
    Demostrar, es como andar con la bragueta abierta y ver quien la tiene más larga.
    Cagándose en los demás, por supuesto.
    Saludos!

    ResponderEliminar
  4. Que sentirán cuando van conduciendo un coche así ? puede que lo mismo que si contemplan a otro ser humano durmiendo en la calle, ese es el tema.
    No sienten
    Insaciables solo sienten la ansiedad de tener lo mas caro porque creen que es lo mejor.

    ResponderEliminar
  5. Y si, al menos, ese constante aparentar, ese constante gastar dinero, les hiciera felices...

    ResponderEliminar
  6. Gracias, Tula, por pasar la página del movimiento Freeman.

    ResponderEliminar
  7. Francesca. Conozco a algunos que con carraquitas van de tuning y se creen los reyes del mambo...Es cuestión de mentalidad interior. El hábito no hace al monje ni siquiera con coche, pero muchos se lo creen.

    ResponderEliminar
  8. La terrible tiranía de los objetos de consumo y las puñeteras envidias de la condición humana, Walter. Salud.

    ResponderEliminar
  9. Pues muchos sienten prolongación. El mito de se Pegaso o poco menos. Y el contenido fálico que lleva adjunto un vehículo para el imaginario de los machos y de las hembras que siguen sus pasos ni te cuento...Creerse algo sin ser nada.

    ResponderEliminar
  10. Sí, Sala, también dudo yo de esa felicidad que algunos aparentan, que puede ser solamente contento, euforia y soberbia por creerse por encima de los demás. Pero la apariencia toca a todos.

    ResponderEliminar
  11. El coche es una máquina, no más. En un momento dado nos da seguridad al conducir a los que conducimos día a día.

    Hay, para mí, cosas mucho más serias en las que aparentamos en aras de la sociedad.

    Parejas que sin amarse viven juntas, por ejemplo.

    Un abrazo y buena entrada al horrible años que se nos viene encima

    ResponderEliminar
  12. Aquí, no cuestiono el valor que se quiera conceder al coche como transporte sino como apariencia...eslabón siempre de algunas otras apariencias. Se podría cuestionar lo de que el coche nos da seguridad, pero dejemos esto aparte.

    No era mi intención hacer el listado de apariencias, pero ya que citas una -que no es solo apariencia sino con frecuencia frustración cuando no tragedia- puedes intentar seguir la relación de apariencias. Seguro que en un país con tantas carencias culturales de calado como el nuestro sale una lista extensa.

    Por cierto, en el mundo de las apariencias de las parejas bendecidas tiene mucho que ver la Santa Madre Católica y Apostólica. Indaga por ahí también. Que no se vaya de rositas.

    Benditos nuestros casi extintos asnos de su especie, acaso ya en el reino de los cielos. Los de la metáfora...codeándonos con ellos todos los días. No quito un ápice a mi descripción.

    Gracias por los buenos deseos, soy receptivo a recibirlos también el 15 de marzo el 30 de febrero o el 7 de agosto...

    ResponderEliminar